Las elecciones planteaban incógnitas similares en Estados Unidos y Venezuela, se ponían en juego la continuidad de dos mandatos presidenciales, reelecciones o cambios ideológicos. Aunque con una particular diferencia, la reelección de Obama era para completar un proceso de ocho años, sin posibilidad de un tercer mandato. Distinto es el caso del país bolivariano, y su líder Hugo Chávez, que aspiraba a un tercer mandato y que así completará dos décadas en el Ejecutivo de Venezuela. Ambas sociedades eligieron, democráticamente, confiarles a sus actuales presidentes (una vez más) el mando del rumbo de sus países, por cuatro años más en el caso de Obama y seis años más en el de Chávez.

VENEZUELA

Luego de un año electoral plagado de suspicacias, rumores y chicanas, las elecciones se llevaron a cabo el 6 de octubre sin sobresaltos, de forma democrática y con una asistencia record del 80,56% de los votantes habilitados. Teniendo en cuenta que es optativo el acto electoral, Hugo Chávez Frías obtuvo una aplastante victoria sobre el líder de la oposición, Henrique Capriles.

Durante todo el año se habló de la salud de Chávez y se especulaba con la posibilidad de que se complicara su enfermedad al acercarse la fecha de las elecciones, también se habló mucho del crecimiento en las encuestas del líder del arco opositor, hasta el punto tal en que se dijo que Capriles empataba en la intensión de voto al presidente venezolano.

Las causas que hacían creer que Capriles podía hacer una elección mas reñida eran varias y diversas, entre ellas el desgaste por la eternización en el poder por parte de Chávez, luego de trece años; la alta inflación estimada en el 30% -Chávez había tenido que suspender algunos actos en plantas fabriles por la protesta de los trabajadores-, y la degradación en las prestaciones públicas que se convirtió en un tema clave durante la recta final de la campaña con el reciente incendio ocurrido durante el mes de septiembre de la principal refinería de Pdvsa, donde murieron 45 personas.

Otra de las razones era la imagen que ostentaba Henrique Capriles, como la aparición de un rival muy competitivo, es que fue un alcalde y gobernador muy exitoso. No se presentaba sólo como un opositor, sino como un superador del régimen chavista. Alguien que perfeccionaría la sensibilidad social con la eficacia tecnocrática.

Finalmente el misterio sobre el resultado de las elecciones se develó en octubre último y el 54% de la población en condiciones de votar, y con la intención de hacerlo, decidió seguir con el proyecto de país propuesto por Chávez desde 1999, reconociendo al proyecto bolivariano como el Socialismo del Siglo XXI. No hubo batacazo de la oposición, quien asumió la derrota y prometió participar activamente como controlador de un gobierno que alcanzará dos décadas en el poder de forma ininterrumpida.

EEUU

El 6 de noviembre Barack Obama obtuvo la relección en la 57ª elección presidencial de los Estados Unidos; los últimos meses de la carrera electoral fueron muy duros para el presidente ya que Romney, el candidato conservador, había reducido la distancia en las encuestas hasta el punto tal de llegar a un empate técnico a dos semanas de las elecciones. Como condimento extra, a una semana de los comicios, el huracán Sandy azotó la costa Este de los EEUU causando la muerte de mas de 50 ciudadanos y generando destrozos materiales por más de 70.000 millones de dólares.

El partido demócrata obtuvo el 50% de los votos y el republicano alcanzó el 48%, ganó en la cantidad de votos obtenidos, aunque esto pudo no ser suficiente para Obama debido al sistema electoral utilizado en EEUU. No era el pueblo americano el que elegiría directamente al presidente entre el demócrata Barack Obama y el republicano Mitt Romney.

La Constitución de EEUU llama a los Estados a elegir “electores”, que son los que realmente eligen. La elección presidencial es indirecta, es decir que depende de los delegados asignados a cada uno de los Estados, y es esta cuenta final y no el número de votos, la que envía a un candidato a la Casa Blanca.

A cada Estado se le asigna un igual número de delegados en el Congreso, lo que significa que hay en total 538 electores (435 representantes y 100 senadores, más tres para el Distrito de Columbia). Para acceder a Washington un candidato necesita al menos 270 votos electorales para ganar. Obama en la elección de noviembre obtuvo 303 electores propios que le aseguraron la reelección.

La merma en la participación del electorado es un suceso que merece mencionarse como una crítica hacia ambos candidatos, quienes fallaron en conseguir que los ciudadanos se acerquen a las urnas, ya que no es obligatorio el voto en EEUU, y debieron competir con menos votantes que en 2008. La cantidad de votantes fue de 118.474.438, un 9,5% menos que en las últimas elecciones.

Entre las causas se puede ver a los demócratas un poco desgastados por cuatro años difíciles en el plano económico y a los republicanos divididos por las primarias. Las nuevas restricciones para votar en muchos Estados también podrían haber afectado la concurrencia. Y cabe destacar que el huracán Sandy y los destrozos que ocasionó influyeron en una notable baja en los porcentajes de participación de los Estados del Este.

LAS ELECCIONES EN NÚMEROS

Las elecciones de 2012 en EEUU y Venezuela tuvieron una diferencia en cuanto al impacto de los resultados en la vida institucional. En Venezuela las elecciones fueron sólo presidenciales1, a diferencia de las llevadas a cabo en EEUU que, además de presidenciales, fueron legislativas. El Capitolio renovó un tercio de la Cámara de Senadores, 33 de sus miembros y la Cámara de los Representantes la totalidad de ellos que, a diferencia de Argentina, estos son electos por períodos de sólo dos años.

Los republicanos renovaron su liderazgo en la Cámara de los Representantes con un total de 232, muy por encima de la cantidad obtenida por el partido demócrata que consiguió 191 y deberá afrontar un desafío similar al de 2010, donde debió gobernar con una minoría en la cámara baja buscando consenso en temas sensibles como el presupuesto nacional. Distinta es la situación en la Cámara de Senadores donde los demócratas mantuvieron la mayoría, y ahora tendrán 51 legisladores propios contra 45 de los republicanos y 4 independientes.

En cuanto a las gobernaciones los republicanos son los que llevan la mayor cantidad de Estados, en las presentes elecciones obtuvieron cuatro de las once gobernaciones en juego, y los demócratas obtuvieron cinco, quedando los Estados de Washington y Montana en manos de independientes. Con estos resultados quedaron 17 gobernaciones en poder de los demócratas, 30 con dominio republicano y tres independientes.

LAS CAMPAÑAS ELECTORALES

En el caso de Venezuela se comenzó muy temprano con la campaña, debido a la realización de elecciones primarias entre todos los partidos del arco opositor, pactando una coalición que se encolumnaría detrás del candidato que resultara ganador de dichos comicios; el ganador fue el gobernador del Estado de Miranda: Henrique Capriles. Por el lado de Hugo Chávez la campaña también comenzó a gestarse desde temprano por los rumores de una enfermedad terminal, que más allá de la verdadera gravedad de la misma, lo tuvo a mal traer durante el primer semestre de 2012 y lo obligó a viajar frecuentemente a Cuba para someterse a rigurosos tratamientos médicos.

Captura de pantalla 2016-02-23 a la(s) 10.27.02Capriles en febrero de 2012 resultó elegido candidato de la Mesa de la Unidad Democrática en las primarias para las elecciones presidenciales de octubre de este año. En junio dejó la Gobernación del Estado de Miranda para poder inscribirse ante el Consejo Nacional Electoral (CNE) como candidato a las elecciones presidenciales. El 10 de junio de 2012 se inscribió oficialmente y con una multitudinaria marcha, calculada en más de un millón de personas, dio inicio a su campaña.

Desde el principio la campaña de Capriles tuvo un enfoque progresista, con ideas políticas y sociales avanzadas orientadas a la mejora y adelanto de la sociedad, y con un slogan claro “Hay un Camino”. Con estas premisas comenzó la primera mitad de la campaña, con visitas a los más recónditos pueblos del país para tomar contacto personal y directo con los electores.

Por el otro bando, Chávez utilizó con frecuencia las cadenas nacionales de radio y televisión para enviar sus mensajes, que incluyeron insultos y descalificaciones a su opositor, y concurrió a pocos actos masivos.

La parte final de la campaña se tornó un poco más agresiva con descalificaciones de ambas partes, al punto en que Capriles dIjo que en caso de que él sea el ganador, Chávez no reconocería la derrota; por el otro lado el líder bolivariano acuso al opositor de “fascista”, “majunche” (mediocre) y “nazi”. Además, el chavismo llegó a acusar al legislador Caldera de la oposición de recibir sobornos.

Chávez siguió con su estrategia de cadenas nacionales recurrentes, en dos oportunidades cortó actos electorales de Capriles que eran transmitidos por TV y radio, y cerró su campaña diciendo que si ganaba dedicaría los últimos seis años de su gobierno a “blindar el proyecto socialista” iniciado por él mismo en 1999. Incluso habló por cadena nacional la noche anterior a las elecciones, al borde de violar la veda electoral. Capriles durante sus últimas apariciones denostaba a Chávez por no haber aceptado debatir directamente con él temas como el aumento de la inseguridad, empleo e inflación2.

REDES SOCIALES

En los EEUU las campañas electorales son cada vez más sofisticadas, el uso de la tecnología y su correcta aplicación pueden marcar la diferencia e inclinar la balanza para uno u otro lado. En 2008, las redes sociales y su “explosión” fueron claves para el triunfo de Obama, la utilización de Facebook, Twitter y Youtube generaron un impacto importante en la elección, sobre todo en el voto de los jóvenes, quienes en ese momento eran los que más usaban las redes sociales; hoy en día se ha masificado el uso de redes sociales.

En esta campaña la tecnología y la comunicación tuvieron también un papel destacado, se aplicó la minería de datos, que consiste en usar un software para detectar patrones y correlaciones de comportamiento según la forma en que los usuarios utilizan las redes sociales, las páginas que navegan y la forma en que interactúan los usuarios con ellas. Esta estrategia fue utilizada por el equipo de Obama, en lo que se denominó “La Cueva”, la nueva herramienta fue utilizada para buscar usuarios de internet que puedan ser posibles donantes y cooptar mayor cantidad de fondos para la campaña, además de convencer a los votantes del centro del espectro ideológico.

Con esta estrategia, el equipo de campaña demócrata, consiguió un 40% de nuevos donantes con la aplicación de un intrincado proceso de e-mailing, en el que se probaba la eficacia de distintos mensajes, combinando textos, remitentes, encabezados, documentos adjuntos y muchos otros elementos capaces de convencer a los destinatarios. Así, en “La Cueva” se desarrolló el instrumento definitivo: Quick Donate, una forma de donar pequeñas cantidades a la campaña de Obama sin necesidad de introducir en cada oportunidad los datos personales y bancarios.

La campaña tuvo su fuerte en las herramientas más tradicionales: actos y visitas por todo el país y los tradicionales debates entre los candidatos demócratas y republicanos, que se transmiten por televisión desde las elecciones presidenciales de 1960, protagonizadas por Kennedy y Nixon.

En esta ocasión los debates fueron tres, con temas clave: política interior en el primero; vicepresidente, política doméstica y exterior en el segundo; y en el último se debatió sobre el estilo “town hall” para la política interna y externa. En el primer debate, Romney pareció haber sido quien llevó la delantera en el discurso y Obama estuvo en aprietos por momentos, pero en el segundo y tercer debate el demócrata revirtió la tendencia y fue el ganador para los medios especializados y la opinión pública.

Otro de los puntos de inflexión en la carrera para la presidencia de EEUU fue cuando Bill Clinton pronunció en la convención demócrata de Charlotte Obama, un discurso memorable en el que destacó dos argumentos centrales: la defensa del diálogo, del que sólo prescinden quienes se creen dueños de la verdad, y un fervoroso elogio de la clase media, además de instarla a que debía votar a Obama en defensa de sí misma. La intervención torció el rumbo de la campaña, a tal punto que los publicistas de Obama re-elaboraron la mayoría de los spots.

El final de la campaña tuvo un giro inesperado, el huracán Sandy provocó la suspensión de la campaña por cuatro días, justo la semana previa a las elecciones. Muchas de las actividades debieron ser suspendidas o postergadas y Obama debió cambiar su agenda de campaña por una de emergencia nacional.

Ambos candidatos vieron la necesidad de dedicarse al tema del huracán sobre el final de la campaña, pero además en los últimos días se focalizaron en el voto latino, un caudal de votos cada vez más importante y con mayor impacto en el resultado final de las elecciones. Obama tomó la delantera con un spot totalmente en español para la comunidad de habla hispana. Por otro lado, Romney, varios escalones por debajo del demócrata en la intención de voto de los latinos, lanzó un spot que terminó de inclinar la balanza del voto latino hacia el hawaiano. En el spot mostraba cómo Chávez y la sobrina de Fidel Castro preferían a Barack Obama por sobre Romney como si esto fuera algo negativo para EEUU, claramente los latinos discreparon de esa opinión.

LA CONTINUIDAD DE LOS GOBIERNOS

Eso fue lo que eligieron los dos países que llevan el liderazgo político de América. Aunque su poder interno se ha visto atenuado como consecuencia del resultado en las elecciones. De forma más clara en Venezuela, donde la oposición se ha unificado y tendrá un mayor poder para controlar y limitar al gobierno chavista, que entra, ahora sí, en su último período.

La perspectiva a futuro para Venezuela, liderada por la coalición del PSUV (Partido Socialista Unido de Venezuela) que gobernará hasta el 2019, Chávez gobernará seis años más el país bolivariano con las mayores reservas de crudo mundiales, las mismas que le han permitido financiar multimillonarios programas sociales para las clases populares, que son su sustento político.

La intención del re-reelecto presidente Hugo Chávez Frías es hacer irreversible lo que él denomina revolución socialista, término acuñado en 2006 en la victoria electoral sobre Manuel Rosales, por más de 25 puntos, con el 62% de los votos. Ahora buscará trasladar el poder al Estado comunal, reforzando el poder popular transfiriéndoles competencias de las regiones. Así llegará Chávez al 2019, año en el que prometió entregar el poder, y no buscar una nueva enmienda para la constitución que le permita una nueva reelección, cerrando un ciclo de gobierno, de 20 años, al frente del ejecutivo de Venezuela.

Obama tendrá la difícil tarea de lidiar con una mayoría republicana en la Cámara de Representantes para intentar superar la división partidaria que asoló a Washington durante la mayor parte de su primer mandato. Su objetivo más próximo es solucionar el “abismo fiscal”, una mezcla de aumentos de impuestos y recortes de gastos que podrían complicar la recuperación económica de Estados Unidos si no se logra un acuerdo presupuestario para fin de año. Otro tema clave será la reducción del nivel de desempleo, acualmente en 7,8%, más de 12 millones de ciudadános estadounidenses.

En el plano internacional tendrá varios desafíos, como la disputa nuclear de Occidente con Irán, la guerra civil en Siria, la escalada de violencia entre Israel y Palestina,e l retiro definitivo de las tropas de EEUU, de Afganistán en 2014, y una China cada vez más enérgica que busca su posicionamiento en la región Asía-pacífico.

Compartir
Artículo anteriorOEA vs. UNASUR
Artículo siguienteCrisis de refugiados
Ciencias Políticas (USAL). Analista especializado en el conocimiento científico de las realidades socio-políticas, nacionales e internacionales. Jefe de redacción de Reconciliando Mundos, Jefe del departamento de ciencias políticas de Grupo B, asesoramientos consultivos.