“Pese a nuestras continuas peticiones, las autoridades continúan negándose a permitirnos entrar en la zona de Konna”, lamenta Malik Allaouna, coordinador de las operaciones de MSF en Malí, quien subraya: “Es importante que la ayuda humanitaria imparcial y neutral sea tolerada en las áreas afectadas por los combates. Llamamos a las partes en conflicto a que respeten tanto a las poblaciones civiles como el trabajo de las organizaciones humanitarias”.

MSF quiere enviar equipos médicos a esta zona para evaluar las necesidades de los malienses y ofrecer asistencia humanitaria. “Llevamos varios meses trabajando en las áreas controladas por el Ejército y por grupos armados en el norte del país”, recuerda Allaouna. “Pero desde que las fuerzas malienses y francesas iniciaron su ofensiva, no hemos podido cruzar las líneas del frente de batalla pese a nuestra neutralidad. Regiones enteras se están quedando ahora sin ayuda exterior”, lamenta el coordinador.

Pese a todo, las actividades de MSF siguen en las regiones de Mopti, Tombuctú y Gao. En Douentza, donde un equipo de MSF ha estado bloqueado durante varios días, los pacientes han empezado de nuevo acudir al centro de salud en el que trabaja la organización humanitaria.

MSF INTENTA ACCEDER A KONNA PARA EVALUAR LAS NECESIDADES DE LA POBLACIÓN

Médicos Sin Fronteras (MSF) continúa con sus actividades humanitarias en Malí y su prioridad ahora es trabajar en la localidad de Konna y sus alrededores para asistir a la población.

MSF está negociando el acceso a esta zona situada en el centro de Malí para evaluar las necesidades médicas y humanitarias. Si consigue llegar, la organización planea instalar un sistema de clínicas móviles. El equipo también intentaría trasladar a los pacientes heridos a la ciudad de Mopti, más al sur, donde MSF ha estado trabajando durante meses.

En Douentza, el equipo de MSF se refugió en el hospital en el que está trabajando durante gran parte del día, a la espera de que cesaran los bombardeos. El centro no recibió pacientes heridos después de los ataques. El pasado fin de semana, MSF trató a nueve heridos en Tombuctú, más al norte, tres de los cuales requirieron cirugía.

La organización humanitaria también tiene un centro de salud en la ciudad de Gao y sigue trabajando en el centro de referencia de Ansongo, unos 100 kilómetros al sur. Tanto en Gao como en Ansongo se registraron ataques aéreos el pasado fin de semana.

PREOCUPACIÓN POR LOS DESPLAZADOS

MSF expresa su preocupación por los civiles que están huyendo dentro del país y por los refugiados que están llegando a los vecinos Mauritania, Níger y Burkina Faso.

Casi 500 refugiados cruzaron recientemente la frontera de Mauritania y llegaron al campo de Fassala. Los equipos médicos de MSF evaluaron su estado de salud y vacunaron de sarampión a los niños. La organización ha visto también cómo más de 400 refugiados han llegado a Burkina Faso y Níger.

MSF EXIGE QUE SE VELE POR LA SEGURIDAD DE LOS CIVILES

Médicos Sin Fronteras (MSF) exige a las partes en conflicto que velen por la seguridad de los civiles en Malí después de que este fin de semana se registraran bombardeos en Gao, Douentza y Lere.

Varios puntos de la región norteña de Gao fueron bombardeados el domingo por la mañana, en concreto las localidades de Ansongo y Gao. En esta provincia, MSF trabaja en el hospital de referencia de Ansongo, donde atiende urgencias y ofrece atención primaria, apoya dos centros de salud (uno de ellos en las afueras de Gao) y tiene una clínica móvil.

Más al sur, en Douentza, los ataques aéreos se reanudaron también el domingo. Un equipo médico de MSF está actualmente trabajando en el hospital de esta ciudad, ubicada en la región de Mopti.

“Debido a los bombardeos y los combates, nadie sale a las calles en Douentza y los pacientes no están llegando al hospital”, cuenta Rosa Crestani, coordinadora de emergencias de MSF, quien añade: “Estamos preocupados por la gente que vive cerca de las zonas de combates y llamamos a todas las partes en conflicto a que velen por la seguridad de los civiles y dejen las estructuras médicas intactas”. Entre la noche del 10 y el 11 de enero, MSF ya recibió “varias llamadas alertando de numerosas víctimas y heridos en Konna, entre ellas civiles”, añade Mego Terzian, responsable de la respuesta de emergencias en Malí.

MSF ha enviado dos camiones con material médico y medicamentos para fortalecer los centros de salud de la región de Mopti. Muchos de los habitantes han huido de los combates y algunas zonas se han convertido en ciudades fantasmas.

Tras los bombardeos en Lere (norte de Malí), varios centenares de personas han cruzado la frontera de Mauritania. Los equipos de MSF ya han activado su respuesta de emergencia. “Ya son 200 refugiados los que han llegado por carretera al campo de Fassala, en Mauritania”, resume Karl Nawezi, jefe de los programas humanitarios de MSF en este país, quien explica que muchos otros están intentando huir a pie.

MSF también tiene equipos trabajando en el hospital de referencia de la región de Tombuctú, adonde han llegado unos doce heridos a causa de los combates en un lugar a unas siete horas por carretera. Otros equipos de la organización humanitaria trabajan en nueve centros de Tombuctú.

Durante meses los equipos de MSF han estado trabajando en las regiones malienses de Gao, Tombuctú y Douentza, concentrándose en actividades quirúrgicas y médicas. MSF trabaja también en el sur del país con programas de nutrición en la zona de Koutiala y asistiendo a los refugiados malienses en países vecinos como Mauritaia, Níger y Burkina Faso.