Sudán era el Estado más grande de África con una extensión de 2.505.813 kilómetros cuadrados y con una población de 38.6 millones de habitantes. El norte de caracteriza por tener mayoría musulmana árabe, tanto a nivel étnico como cultural, y le tocó la parte del desierto donde las tierras no son propicias para el cultivo. En el sur, la población se caracteriza por ser en su mayoría negra y de religión católica. Además en Sudán del Sur se encuentra Darfur, uno de los lugares de conflicto más conocido y con mayor necesidad del accionar humanitario.

A nivel de recursos en el sur de Sudán, las lluvias son abundantes lo que lo hace propicio para los cultivos y más importante aún, se encuentran los principales oleoductos y plantas petroleras, traducido en número el petróleo representa el 70% de las exportaciones totales del país unido, razón por la cual nace un gran problema que obstaculizó la independencia del sur entre otro conflictos, a saber: el control del norte por sobre la población del sur, que el norte nunca haya reconocido que el sur tenía autonomía e incluso un autogobierno, el norte quiso imponer en el sur católico un Estado Islámico mediante la aplicación de la Ley Sharía, en el Estado conviven casi cien etnias con hasta cincuenta dialectos distintos. Todo esto llevó a una situación de guerra civil de más de veinte años.

Ahora ¿por qué no hacer dos Estados en Sudán en vez de uno a la hora de su independencia si tan obvias eran las diferencias? El acuerdo entre Reino Unido y Egipto estableció un solo Gran Estado poniendo al mando a alguien de su elección en el gobierno central de Jartum. Esto era lo único que tenían el norte y el sur en común, en enemigo impuesto. Con el correr del tiempo esta guerra civil que se desató inmediatamente después de la independencia de Sudán, pasó de ser de un conflicto entre norte y sur, a ser un enfrentamiento entre musulmanes y no musulmanes. (Para más información acerca de este conflicto referirse a RM2). En 1956 de 800 puestos en el gobierno vacantes, los británicos se aseguraron una mayoría de 794. Así podrías seguir controlando las exportaciones con el gobierno “autónomo” de Sudán en lo que respecta al crudo producido en el país, sólo que en la parte sur de tan extenso territorio. Es decir que el gobierno fue otorgado al norte a quienes los colonizadores consideraban más aptos para hacerse del poder y gobernar.

Sudán estuvo geográficamente limitado por las potencias que la gobernaban en el momento de su independencia, sino, no se explica que desde ese mismo momento se desatara una sangrienta guerra civil que después recién en 2011 llegaría su fin respecto al enfrentamiento norte-sur. Con la independencia de Sudán del Sur.

Bandera de Sudán de Sur

Tiene tres franjas: negra, rojo y verde, separadas por bandas blancas, y un triángulo azul con una estrella amarilla.

El vicepresidente sursudanés, Riek Machar Teny-Dhurgon, explicó lo que representan esos colores. “El negro significa Sudán, porque la palabra sudán viene del árabe que significa negro. Las bandas blancas representan la paz. La roja simboliza nuestros sacrificios. El verde es la tierra.”

Guerra civil: el contexto de armonía de Salva Kiir

Desde la independencia en 1956 de Sudán como Estado, comenzó la guerra civil que se volvió carne en 1965. La luchas estaba dada por las tropas gubernamentales del norte árabe-islámico y los rebeldes del sur cristiano, en parte negro-africano, quienes exigen desde entonces, la división del país.

El 15 de agosto de 1969, los rebeldes del sur forman un gobierno. Si bien en la década del ’70 (entre 1972 y 1978) las tensiones entre norte y sur se relajan por un acuerdo de paz entre las partes en conflicto, en 1983 con la introducción de la sharía como derecho único, hace que se desencadene una nueva guerra civil entre norte y sur, de la cual como es común en los conflictos armados del áfrica y del medio oriente, participen niños soldados.

En 1989 la muerte por hambre de la población sudanesa alcanza más de 500.000 personas en el sur, según cifras oficiales, lo que recrudece la guerra civil latente. Tras una oleada de intentos de acuerdo de paz, en 2033 se van aclarando las cuestiones respecto del reparto de los ingresos petroleros y en mayo de 2004 se firma el último acuerdo parcial del tratado de paz sobre el reparto de los cargos políticos y el derecho islámico (sharía) ya no debe implementarse en la parte cristiana de la población (en el sur).

A partir de esta resolución, las milicias árabes musulmanes janjawid –apoyadas por el gobierno- emprenden una guerra de exterminio contra la población civil: al menos un millón de desplazados en Darfur, 115.000 huyen a Mali y 120.000 al Chad.

Este es el comienzo de la determinación final para que Sudán del Sur se convierta el 9 de julio de 2011 en un Estado independiente, cueste lo que cueste.

Etnia dinka

La etnia dinka es un grupo que habita en la región Bahr al-Ghazal, por eso se le dice así también a Salva Kiir, por su lugar de origen. Es un grupo principalmente dedicado a lo agro pastoral, y que se apoya en la cría y cuida de rebaños de ganado. Son la etnia principal de Sudán de Sur, cerca de 1.5 millones de personas, según censo oficial de 2010, y constituyen aproximadamente el 10% de la población de todo Sudán. En el caso de Salva Kiir, él proviene de la etnia dinka al igual de su predecesor Garang, sólo que los dos son de clanes distintos. Garang precede del clan Nuer, quienes siempre se sintieron segundos antes la dominancia dinka. Si bien hoy la ley es unirse para hacer de Sudán del Sur un Estado independiente reconocido a nivel mundial, en un futuro la diferencia no de etnias pero de clanes en el sur, puede ser un obstáculo para el gobierno.

Y llegó la independencia

Una de las perspectivas más importantes para la población de Sudán del Sur es que muchos niños perdidos se Sudán crecieron en campos de refugiados en otros países como Kenia, y que si bien allí recibieron educación, ahora tienen la posibilidad de retornar ya que lo peor contra el norte, ha pasado. Algunos de aquellos que se fueron de niños son hoy profesionales (ingenieros, comerciantes, médicos, abogados) y son quienes con tanta fuente de conocimiento pueden seguir trayendo paz al país.

Seguramente las etnias del sur nunca pensaron que este día independentista iba a llegar, pero ahora es hora de que estén en sus cazas sin lágrimas de dolor, aunque en shock por saber que el mundo ha reconocido el dolor de este pueblo que ha luchado por su país, y ahora les esté ayudando a ser libre. Principalmente porque con lo que se calcula son cerca de diez millones de habitantes y una gran riqueza petrolera, cuenta también con serios problemas estructurales para el desarrollo de esta industria. Allí radica el principal interés en las relaciones comerciales que otros Estados puedan “colaborar” para invertir en la industria petrolera, hoy en la época del “Chau, Petóleo” (Ver sección cultural).

Un tema a tener en cuenta es la situación de aquellos católicos sur sudaneses que quedaron en la división geográfica del norte, y para quien los ciudadanos de Sudán del Sur, tendrán condición de extranjeros, dándole un plazo de nueve mese para regularizar su situación dentro de un país u otro. Luego se aplicarían las leyes dispuestas para los extranjeros, incluso la deportación, si no se tiene la documentación correspondiente. Clave: según cifras oficiales del gobierno de Sudán los “extranjeros” sumarían cerca dos millones de habitantes, es decir casi un cuarto de la población de Sudán del Sur.

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María Cecilia Benac es conferencista, escritora e investigadora. Magister en Políticas Públicas (Flacso), Profesora en Diplomacia y Licenciada en Relaciones Internacionales (USAL). Especializada en seguridad y estudios internacionales. Entre otros posgrados realizados, se destacan los de la Universidad de Leiden (Países Bajos), Emory, Yale (EEUU) e IESE (España). Docente de la Escuela Argentina de Negocios entre otras instituciones. proyecto humanitario comunicacional, el cual dirige hasta la actualidad. Como miembro de Reporteros Sin Fronteras, cubrió los conflictos y guerras en Medio Oriente entre 2010 y 2016. Participando también de Misiones de Seguridad y Acción Humanitaria en Palestina, Egipto, Líbano, Marruecos y Siria. Es periodista y redactora en medios especializados.