El Reino de Marruecos forma parte, junto con otros cuatro países (Argelia, Libia, Mauritania y Túnez) de la región del norte de África conocida como «el Magreb», un mercado conjunto de más de ochenta millones de habitantes y con una posición geográfica excepcional, entre las costas del mar Mediterráneo y el océano Atlántico. Tiene frontera con Argelia al este (se encuentra cerrada desde 1994); por el sur, con Mauritania (incluyendo el Sáhara Occidental, territorio ocupado militarmente por Marruecos); y por el norte, con España.
Uno de los activos más importantes para el país es, precisamente, su situación geoestratégica como punto de partida hacia Oriente Medio y África Subsahariana, y derivado de su posición en el estrecho de Gibraltar, la presencia de los enclaves españoles de Ceuta y Melilla y el valor intangible de los espacios aéreo y marítimo de entrada al mar Mediterráneo.
La población marroquí está integrada fundamentalmente por dos etnias, la árabe y la bereber. Se trata de una población joven, de la que un 31% tiene menos de 15 años. La esperanza de vida, por otra parte, ha pasado de los 65 años, en 1987, a los 71,8 años, en el 2009, aunque siguen existiendo importantes diferencias entre los entornos rural y urbano.
Las principales ciudades del reino de Marruecos, por orden de tamaño de población, son: Casablanca, Rabat-Salé, Kenitra, Marrakech, Fez, Tánger-Asilah y Tetuán. Las estimaciones estadísticas apuntan a que, para el 2015, la población urbana podría superar los 20 millones, lo que representaría casi el 60% de la población total. Estas previsiones reflejan la continuidad de la actual tendencia a la urbanización del país.
SITUACIÓN POLÍTICA
La forma de gobierno en Marruecos es la de una monarquía constitucional ejecutiva, en la que el Rey tiene amplios poderes y es una figura clave en el gobierno del país. El trono está ocupado desde el 30 de julio de 1999 por S.M. Mohammed VI. El 9 de marzo de 2011 el Rey de Marruecos anunció un recorte de sus poderes en respuesta a las protestas sociales iniciadas el 20 febrero de ese mismo año. La Constitución de 1972 fue modificada en 1992 y en 1996 y en esta última ocasión para introducir el sistema bicameral en el poder legislativo y otros cambios sustanciales. La tercera reforma de la Constitución tendrá lugar en el segundo semestre del 2011.
La Constitución prohíbe expresamente la existencia de un partido único y garantiza la libertad de asociación, aunque hay tres principios incuestionables: el carácter islámico del Estado, la integridad territorial del país y la persona y familia del monarca. La reforma de la Constitución del 2011 busca reforzar el poder del Primer ministro y del Gobierno en su conjunto. El primer ministro será nombrado por el Rey, en el seno del partido que gane las elecciones, será el jefe efectivo del poder Ejecutivo y tendrá plena responsabilidad sobre el Gobierno y la Administración pública.
SITUACIÓN ECONÓMICA
La economía marroquí se caracteriza por su dualidad, con un sector industrial y de servicios relativamente moderno pero con un peso excesivo del sector agrícola, tradicional y muy dependiente del clima. Además, la estructura de la economía de este país está determinada por una serie de circunstancias históricas:
· 1958-1960 Política intervencionista del Gobierno de izquierda de Abdalá Ibrahim.
· 1960-1983 Planes de desarrollo. Nacionalización parcial del comercio exterior y política de marroquinización de terrenos agrícolas y de la industria. Marruecos opta por la economía de mercado.
· 1983-1993 Ajuste estructural, auspiciado por el Fondo Monetario Internacional (FMI).
· 1993-2010 Reformas económicas y liberalización.
Marruecos ha experimentado un crecimiento estable y continuo durante el último lustro. El crecimiento real del Producto Bruto Interno (PBI) se ha mantenido cercano al 5% en los últimos años gracias a condiciones favorables de que dispone para beneficiarse del comercio exterior como la proximidad logística a Europa, que permite la posibilidad de fabricar en Marruecos y distribuir los productos a la península ibérica y Francia en un plazo de dos días; cierto nivel de progreso; un sistema financiero en desarrollo y no afectado por la actual crisis financiera; y mano de obra barata, poco calificada por general, pero con disponibilidad de formación intermedia a un costo competitivo.
Finanzas Públicas
Los últimos cinco años se han caracterizado por una mejora de las finanzas públicas como resultado de la reforma fiscal y el control de los gastos de funcionamiento. La reforma fiscal permitió reducir el número de regímenes especiales, disminuir el número de productos que se benefician de un tipo de IVA reducido y modificar el mecanismo de reembolso del crédito de IVA para mejorar su eficacia. La recaudación del impuesto a las empresas se mejoró mediante un mayor número de empresas sujetas a este tributo y la aplicación de controles fiscales más eficaces. Tras la crisis financiera internacional de 2008 y como consecuencia de los aumentos en los subsidios y una reducción de las remesas de los marroquíes residentes en el exterior, el déficit fiscal se ubicó en 2,6% del PBI en 2009 y 3,5% en 2010. La deuda pública ha subido desde la crisis financiera de 2008 y pasó de representar 56,9% del PBI en 2009 a 58,2% en 2010. La deuda externa de Marruecos se sitúa actualmente en un 25% del PBI.
La pérdida del dinamismo de las exportaciones de Marruecos, está ligada a la coyuntura internacional caracterizada por el débil crecimiento de la zona Euro (¾ de las exportaciones marroquíes) y la evolución desfavorable de la paridad Dólar/Euro.
Por otro lado, el encarecimiento de las importaciones tiene por causa el alza continua de los precios de las materias primas, en especial el petróleo, por lo tanto, los gastos de flete, y ciertos productos alimenticios. Los incentivos adoptados por el Gobierno para dar un nuevo impulso a la economía nacional, participaron inclusive en el aumento de las importaciones.
PRINCIPALES SECTORES DE ACTIVIDAD
El sector agrícola, como se ha mencionado, tiene un importante peso en la economía marroquí, especialmente respecto del empleo. Sin embargo, en términos de valor añadido, es el sector servicios el que aporta un mayor porcentaje al PBI. Estas cifras demuestran, sin duda, una ineficiencia destacable del sector agrícola.
El proceso de apertura de la economía marroquí implica importantes procesos de reconversión y reestructuración en el sector industrial, con deficiencias en competitividad respecto a otros países. Este sector genera el 30% del PBI y se caracteriza por una elevada concentración, tanto geográfica (el 40% de los establecimientos industriales se concentran en Casablanca, formando el área denominada Gran Casablanca), como sectorial. Las pymes representan el 85% del sector.
Los sectores más importantes y con mayor potencial de crecimiento en la economía de Marruecos son: agroalimentario y agroindustrial; energía (sobre todo, renovable); tratamiento de aguas; textil y cuero; infraestructuras y construcción; automoción (incluyendo subsidiarias); minería; offshoring; y turismo. Para todos ellos, el Gobierno marroquí ha diseñado estrategias y políticas de actuación, la mayoría de ellas integradas en alguno de los planes nacionales puestos en marcha en los últimos años.
a) Agroalimentación
Uno de los retos a los que se enfrenta la economía marroquí es la modernización del sector agrícola y de su población. El ámbito rural de este país acumula los porcentajes más altos de pobreza, analfabetismo, mortalidad infantil y acceso a servicios públicos básicos, por lo que supone un verdadero lastre para el desarrollo del país y una constante amenaza de desestabilización.
El sector agrícola marroquí comprende cerca de 1,5 millones de explotaciones agrarias, de las que casi el 70% tienen menos de 5 hectáreas. La extensión agrícola útil del país representa un 13% (8,7 millones de hectáreas) de su superficie. El perfil que caracteriza la gran mayoría de las explotaciones agrarias está definido por un agricultor que trabaja en una explotación pequeña de tipo familiar, en condiciones míseras y empleando técnicas tradicionales, poco rentables y de subsistencia. El cultivo más frecuente es el cereal, con una casi total dependencia de las condiciones climáticas, que alternan períodos de sequía con períodos de abundancia.
b) Agroindustria
Es un sector clave para la economía de Marruecos, tanto en términos de empleo como de producción y exportación. Su tejido empresarial se caracteriza por la presencia de un gran número de empresas pequeñas y medianas, que generan poco valor añadido, y un pequeño número de empresas importantes, algunas estatales, que atraen inversión extranjera, como es el caso, por ejemplo, de Régie des Tabacs, que perteneció a Altadis y actualmente pertenece a Imperial Tobacco; y Central Lechera, participada por Danone. La estrategia es impulsar los acuerdos entre las empresas más competitivas de Marruecos y empresas extranjeras y multinacionales, para atraer no solo la inversión extranjera, sino también la tecnología.
AGRICULTURA
El sector agrícola tiene un papel determinante en la evolución económica y social de Marruecos, superior a su peso real en el PBI. Este varía según las condiciones climáticas del año entre el 11% y 20%, da empleo a un 44% de la población activa (porcentaje que llega hasta el 80% si se considera la población activa rural, dado la falta de diversificación económica en el campo) y tiene un papel destacado en los intercambios exteriores, representando entre el 15% y 21% de las exportaciones globales y un 19% de las importaciones.
La superficie irrigada solo alcanza los 1,02 millones de hectáreas (12% de la superficie agrícola útil). El sector agrícola cuenta con 1,5 millones de explotaciones agrarias, de las que casi un 70% tiene menos de 5 hectáreas, lo cual representa un 24% de la superficie agrícola útil y, dentro de estas, el 55% tiene menos de 3 hectáreas. Las explotaciones de 5 a 20 hectáreas constituyen más del 43% de la superficie agrícola útil y pertenecen al 25% de los agricultores. Las unidades con más de 100 hectáreas, que constituyen un 8,7% de la superficie agrícola útil, representan tan solo un 0,2% del total de explotaciones.
Del total de explotaciones, solo el 38,3% están irrigadas. Estas generan, en época de buenas condiciones climáticas, el 45% del PBI agrícola y, en épocas de sequía, el 70% del PBI agrícola, asegurando por otro lado el 75% de las exportaciones agrícolas.
El 68% de las explotaciones se dedican al cultivo de cereales (principalmente trigo duro, trigo blando, cebada y maíz), el 8,8% a los árboles frutales, el 10,5% a otros cultivos y un 12,7% está en barbecho.
La producción de cereales sufrió una importante reducción en el 2007 por la escasez de lluvias y Marruecos debió importar unas 6 millones toneladas para paliar el déficit. La producción fue 3 veces menor que la de 2006. En 2008, gracias a la abundancia de lluvias, la campaña agrícola fue record tanto en cereales como frutas y legumbres. Las campañas de 2010 a 2012 también fueron favorables, pero siempre hubo que recurrir a la importación de trigo y maíz.
PESCA
Marruecos disfruta de importantes recursos pesqueros a lo largo de sus 3.456 Km de costas marítimas, de las cuales 512 Km en el Mediterráneo y 2.944 Km en el Atlántico. Con una flota de 450 barcos de pesca de altura, 2534 unidades de pesca costera, 11564 de pesca artesanal y una infraestructura portuaria en plena expansión, Marruecos se encuentra entre los principales productores y exportadores de productos del mar en África y en el Mundo Árabe. Es el primer exportador mundial de sardina. La pesca costera y la pesca de altura son las actividades que más contribuyen a la producción del sector. La pesca costera y artesanal se dedica principalmente al abastecimiento de las industrias transformadoras, mientras que la pesca de altura abastece en gran parte a los mercados externos.
La flota de altura está compuesta por barcos modernos y altamente especializados y se dedica fundamentalmente a la captura de cefalópodos y mariscos. Esta actividad genera un 60% de los ingresos totales del sector pesquero y se destina principalmente a la exportación a los mercados europeos y japonés.
La flota costera representa un 70% del total de las capturas pesqueras y su producción se destina en gran parte a la industria de transformación (para harinas de pescado 39,4% y conservas 15,3%), mientras que un 20% es para el consumo local. La pesca artesanal genera unos 7000 empleos y desempeña un papel muy relevante entre la población costera del país. En 2007, España concedió 16 millones de euros (8 en donación y 8 en crédito comercial) para apoyar la reestructuración y modernización de la flota.
Como otros sectores de la economía, el sector pesquero encara una mayor apertura que se ha traducido en la creación de sociedades mixtas que abarcan la pesca extractiva, la industria de conservas y de congelación. Mediante estas, Marruecos recibe tecnología y formación.
El comercio se concentra en unos pocos productos básicos: granos y aceites vegetales en el caso de las exportaciones argentinas y fosfatos y abonos en el caso de las exportaciones marroquíes.
Los siguientes rubros presentan potencial de exportación hacia Marruecos: autopartes, material médico descartable, material odontológico, maquinaria agrícola, medicamentos, cerveza, licores, vinos, hamburguesas congeladas, leche en polvo y suero lácteo, quesos, manteca, miel, galletitas, frutos secos, frutas disecadas, chocolate, helados, equipos industriales, ganado en pie, vaquillonas para leche, caballos de polo, grifería, parquet para pisos, electrodomésticos y frutas en contra-estación.
El 26 de noviembre de 2004, los países del Mercosur (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay) suscribieron un acuerdo comercial marco con el Reino de Marruecos con el objetivo de establecer las condiciones necesarias para la negociación de un tratado de libre comercio. La primera ronda de negociaciones se llevó a cabo el 11 de abril de 2008 en Rabat, Marruecos.
El Acuerdo Marco de Comercio entre el Mercosur y el Reino de Marruecos entró en vigor el 29 de abril de 2010. Las exportaciones argentinas a Marruecos en el último trienio estuvieron concentradas en Agroalimentos –alimentos , bebidas y tabaco, productos del reino vegetal, aceites y animales vivos y productos del reino animal– con ventas por U$S 190 millones y una participación del 97% del total exportado al mercado marroquí Agroalimentos incrementó su participación en las ventas argentinas a Marruecos en 17 puntos porcentuales (el 80% de las ventas a Marruecos en el promedio 1993-1995 correspondían a este rubro), en detrimento de la de Metales, Madera y Textiles que participaban con el 8%, 7% y 5% diez años atrás y en el promedio 2003-2005 apenas con el 1%, el 0,02% y el 0,1% respectivamente.
Por su parte, las compras de la Argentina a Marruecos en el promedio 2003-2005 estuvieron concentradas en Productos químicos y abonos con el 88%. Este rubro tuvo un incremento en su participación de 40 puntos porcentuales (el 48% de las compras a Marruecos en el promedio 1993-1995 correspondían a estos productos). Dicho aumento se produjo a partir de la caída de las importaciones de madera y carbón (participaban con el 28% y en el último trienio apenas con el 0,3%) y de Alimentos (de 8% a 1%).
OPORTUNIDADES PARA LA ARGENTINA
Los sectores con mayor complementariedad comercial son aquellos que combinan la especialización exportadora de la Argentina con el patrón de importaciones de Marruecos. Los productos para los cuales la Argentina presenta oportunidades para expandir sus ventas, representan un mercado de importaciones totales de Marruecos por U$S 1.870 millones, con una participación Argentina promedio de 10% entre 2000 y 2004. Las cifras muestran que la mayor participación de la Argentina en las compras de Marruecos se dio en aceite de girasol (80%), aceite de maíz (54%) y maíz (35%). Mientras en ambos aceites la Argentina paga una arancel bajo (2,5%), en maíz el arancel es muy elevado (105%).
La mayor parte de los productos con oportunidades para expandir, enfrentan aranceles muy altos. Los mayores aranceles se observan en leche en polvo, quesos, trigo, papeles y cartones y manteca.
Entre los productos con oportunidades sin aprovechar por la Argentina se encuentran principalmente manufacturas de origen industrial (tejidos, productos de hierro o acero, turbinas, volquetes, plásticos y productos químicos, entre otros) y en menor medida combustibles (aceites de petróleo y propano), manufacturas de origen agropecuario (azúcar y té) y productos primarios (porotos de soja y cebada).
A esta altura corresponde preguntarse por qué Marruecos nos interesa a los argentinos, y estas son algunas de las respuestas:
· El hecho de ser un país africano y árabe le confiere un doble rol que, una hábil política exterior sabe aprovechar.
· Marruecos juega un rol de liderazgo dentro de la comunidad árabe. Reconciliando Mundos · 65
· Ha logrado una estabilidad política tal que le permite cumplir acabadamente con los objetivos planificados para el desarrollo económico y social.
· Existe una política económica de incentivos a las inversiones y exportaciones.
· Su ubicación geopolítica lo constituye en un trampolín para penetrar en terceros mercados tanto del norte de África, como de la Unión Europea y de los países árabes.
· Ha puesto en marcha una política económica que alienta la igualdad de trato entre nacionales y extranjeros, junto con un plan de ajuste estructural sometido a las normas de los organismos financieros internacionales y de un tren de privatizaciones abierto a la comunidad internacional.
En este marco, la llegada del monarca hace abrir para la Argentina, nuevas fronteras para su crecimiento y para el afianzamiento de su economía.
La relación política, comercial y económica entre el reino de Marruecos y la República Argentina ha transitado por varias etapas, algunas florecientes y otras no tanto. El desconocimiento mutuo de las capacidades existentes, la falta de recursos financieros para asistir a nuestros empresarios, la falta de un adecuado apoyo logístico, la cercanía de mercados tradicionales, las diferentes coyunturas económicas y financieras de ambos países fueron algunas de las barreras que hicieron que nuestros países no hubieran desarrollado, hasta el presente, las grandes posibilidades del mutuo intercambio bilateral.
Hombres y mujeres, marroquíes y argentinos, a través de múltiples y diferentes acciones, fueron sumando sus esfuerzos en el tiempo para poder franquear aquellas dificultades, difíciles pero no imposibles de sortear, con el objeto de acercar dos países de culturas e historias diferentes, pero con la misma vocación de encuentro.
Desde el establecimiento de las relaciones diplomáticas, pasando por las relaciones esporádicas entre empresarios, profesionales, científicos, sectores de la cultura, hasta matrimonios, hijos, y amigos, todos ellos contribuyeron a que cada día mayor fuera el interés en descubrirse mutuamente, mejorando la actitud de ambos países para avanzar y profundizar aquella tendencia.
Como consecuencia de la perseverancia de nuestros pueblos y alentados por una coyuntura internacional, cada día más favorable, se fueron intensificando las corrientes de encuentros entre políticos, profesionales, empresarios, diplomáticos, científicos, funcionarios, etcétera, creciendo en muchos casos una relación personal de amistad, camaradería, conocimientos recíprocos, acompañadas entre el mate y los asados criollos y el té a la menta y los mechoui marroquíes. ◊