Preguntas
1. ¿Cuál es su balance general de la retrocesión en las dos décadas transcurridas?
2. ¿Considera que el principio de “un país dos sistemas” revalidó su idoneidad o se necesitarían ajustes en su aplicación?
3. ¿A qué causas atribuye el descontento con China de ciertas capas de la sociedad hongkonesa?
Participan en nuestro Especial: Juan Manuel López Nadal, diplomático español con experiencia acreditada en Hong Kong; Raquel Isamara León de la Rosa, profesora de Relaciones Internacionales en la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, México; Jorge Malena, Director de Estudios sobre China Contemporánea, Escuela de Estudios Orientales, Universidad del Salvador, Buenos Aires, Argentina.
RESPUESTAS DE JUAN MANUEL LÓPEZ NADAL
Diplomático español (las opiniones expresadas lo son a título exclusivamente personal, y comprometen únicamente al firmante).
1.¿Cuál es su balance general de la retrocesión en las dos décadas transcurridas?
Mi balance sería más bien cauteloso. Considero en primer lugar que la retrocesión de Hong Kong a China fue un hecho dentro del orden natural de las cosas; Hong Kong es geográficamente e históricamente territorio chino, y solo debido a circunstancias anómalas dejó de serlo temporalmente. Sin embargo, la historia de Hong Kong entre 1841 y 1997 es muy distinta de la de China durante el mismo período; debido a la herencia colonial y la apertura a Occidente derivada de la misma la sociedad hongkonesa evolucionó de manera muy diferente a la de China continental en ese siglo y medio ; el procedimiento seguido para la retrocesión –el principio “Un país, dos sistemas”, fue una creación extremadamente inteligente de Deng Xiaoping para facilitar la transición y, de paso, salvar las apariencias para el declinante Imperio británico de la entonces primera ministra Margaret Thatcher…. Pero hoy en día no faltan quienes se preguntan si la oferta de Deng fue sincera y a largo plazo, o si fue simplemente un hábil 2 truco para facilitar la entrega del territorio por los británicos y su aceptación por la población del territorio… En los veinte años transcurridos desde la retrocesión se han puesto de manifiesto, en ocasiones de manera dramática, las contradicciones inherentes a los dos elementos del aforismo: “un país” contra “dos sistemas”. De ahí que estos veinticinco años no hayan sido fáciles para los hongkoneses, y es de temer que los que vengan sean todavía más complicados.
2.¿Considera que el principio de “un país dos sistemas” revalidó su idoneidad o se necesitarían ajustes en su aplicación?
Todo dependerá, en último término, de la sinceridad y de las intenciones reales del régimen de Beijing. Tal como se hizo patente en la llamada “revolución de los paraguas”, de 2013-2014 – que viví personalmente – la sociedad hongkonesa soporta difícilmente el corsé que le impone la supremacía de un poder imperial lejano, e ideológicamente muy difícil de aceptar por los locales. De ahí que en las generaciones más jóvenes haya surgido con fuerza la tendencia “localista”, que pone la identidad hongkonesa del territorio por encima de la china común ; en ese sentido hay paralelismos en el rechazo que el régimen de partido único que domina en Beijing suscita tanto en Hong Kong como en Taiwán ; con la diferencia –en desventaja para los hongkoneses – de que China ha vuelto a Hong Kong para quedarse, mientras que los taiwaneses tiene la fortuna –de momento – de tener el mar por en medio…. Por eso la única esperanza real para los hongkoneses es que China se democratice y se transforme radicalmente en cuanto a su sistema político. Lamentablemente en estos momentos tal escenario aparece como una quimera. La vigencia del principio “un país, dos sistemas” se hace cada vez más insostenible, puesto que es precisamente la diferencia de “sistemas” la que pone en cuestión la unidad del “país“…
3.¿A qué causas atribuye el descontento con China de ciertas capas de la sociedad hongkonesa?
A la presión constante que los vicarios de Beijing -incluyendo por supuesto las autoridades locales –ejercen sobre la identidad local y sobre las libertades y derechos que consagra la Ley Básica, y que impiden toda posibilidad de autonomía real. Y a la amenaza latente de que si Beijing concluyese que las cosas en Hong Kong “han ido demasiado lejos “ – a su entender , por supuesto –las consecuencias serían dramáticas. En conclusión, pienso que la única esperanza de que los hongkoneses puedan conservar a largo plazo su régimen de imperio de la ley (rule of law), derechos individuales y libertades públicas sería promover la progresiva “hongkonización” de China, porque de otro modo el régimen especial del que –todavía y con recortes – disfruta Hong Kong sería enterrado sin contemplaciones: China no soltará nunca Hong Kong, y los hongkoneses lo saben perfectamente.
RESPUESTAS DE RAQUEL ISAMARA LEÓN DE LA ROSA
profesora de Relaciones Internacionales en la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, México
1.¿Cuál es su balance general de la retrocesión en las dos décadas transcurridas?
El proceso de retorno de Hong Kong a la República Popular China ha sido un evento que puede ser visto desde distintas aristas: Desde la perspectiva política, que a su vez se divide en dos sub-procesos: – A nivel política exterior de China, que está vinculado con la pregunta dos a través del concepto de “un país, dos sistemas”. En una perspectiva de incremento poder, el discurso conlleva no solamente la inclusión de un territorio, sino el inicio de una nueva fase de China dentro del llamado “ascenso”, pues dentro del contexto internacional del momento (un mundo multipolar gracias al fin de la Guerra Fría), la reintegración de territorios perdidos dentro de los “cien años de humillación” era un mensaje muy fuerte dentro de la política internacional de ese entonces. Cabe destacar que, dentro de esta negociación hacia la retrocesión de Hong Kong, se encontraron figuras icónicas dentro de la arena internacional: Margaret Thatcher, Tony Blair, Deng Xiaoping y Jiang Zemin. Por lo tanto, este acontecimiento se marca con un balanceo de poder en la región a través de la pérdida de la última “joya de la corona” en Asia. Rescato este concepto por las condiciones económicas que presentaba Hong Kong hacia finales de siglo XX, como uno de los Tigres Asiáticos. Entonces, esta reintegración es clave para el proceso de internacionalización de China, ya que con la adherencia de este territorio no sólo se mostraba un poder de integridad territorial, sino también permitió una puerta indirecta entre China y el resto del mundo, cuyas características eran más familiares al mundo occidental, pese al plan de las ZEE’s. Sobre la evolución de este proceso, se profundizará en la respuesta de la pregunta 2. – A nivel política “interna” de China, este evento se construyó como una estrategia de legitimación por parte del PCCh. Es decir, diseñar una estructura de gobierno y una categorización del territorio como una RAE (Región de Administración Especial), a su vez es parte de un proceso evolutivo al interior de la superestructura que es el partido, que desde la apertura impulsada por Deng, ha tendido a ser cada vez más flexible ante los inputs del sistema internacional y su contexto histórico. No obstante, uno de los desafíos durante estos veinte años ha sido trasplantar instituciones, es decir, el esquema de RAE ideado por el PCCh supondría un proceso para pasar de las instituciones británicas a las chinas. Sin embargo, desde la perspectiva de los constructivistas, las instituciones se basan en las ideas, que a su vez funcionan como “carreteras” que legitiman a éstas. Por lo tanto, el mayor desafío hacia la plena reintegración de Hong Kong a China es el diseño de la estrategia, que es vertical y 4 jerarquizada, cuando para este momento debería de ir desde la base hacia arriba para realmente hablar de un proceso de reintegración. En el plano económico, a botepronto sería el más sencillo y el que menos complejidad posee, pues la Ley Básica otorga cierta autonomía a Hong Kong a nivel internacional. Por lo tanto, este territorio como economía tiene, hasta cierto punto, un proceso de posicionamiento internacional. Cabe destacar que, para el año de 1997, el PIB de Hong Kong había alcanzado su nivel más alto. Sin embargo, la crisis financiera en Asia permeó durante un par de años la continuidad de este crecimiento del PIB, para continuar creciendo con la llegada del siglo XXI. No obstante, y pese a sus ventajas geográficas naturales, el nivel de competencia ante el surgimiento de corredores económicos y megaciudades chinas con gran capacidad en infraestructura, es cada vez más grande. Dejando para el puerto al sector financiero como una de sus cartas de presentación. La arista social, a mi parecer, es la más compleja de todas, pues la pregunta inicial es ¿cómo construyen identidad los hongkoneses? La identidad es un punto clave en todo este proceso y balance, ya que el resultado de estos veinte años se basa en la transculturalidad, pues no hay un sentido de pertenencia hacia China o Gran Bretaña, sino una hibridación hacia una indigenización. Esta hibridación se hace presente hoy en día en Hong Kong, a través del surgimiento de movimientos de jóvenes construidos con valores no necesariamente vinculados a la sociedad china. La estructura social hongkonesa da como resultado el surgimiento de instituciones que determinan la dinámica interna y de vinculación externa a partir de intereses ontológicos, derivados de la hibridación.
2.¿Considera que el principio de “un país dos sistemas” revalidó su idoneidad o se necesitarían ajustes en su aplicación?
Considero que el principio fue una estrategia ad hoc en su momento, no obstante, ante la naturaleza de los fenómenos sociales debe ser dinámico o evolucionar para ser válido. Como mencioné en líneas atrás, permite una legitimación discursiva más no práctica. Hoy en día, el principio queda rebasado ante los movimientos de índole político al interior de Hong Kong. Por lo tanto, queda en el aire las adaptaciones que la implicación de “dos sistemas” conlleva, pues mientras durante el mandato del presidente Xi Jinping se han dado una serie de reformas que transforman y robustecen a la estructura que es el PCCH, en el caso de Hong Kong pareciera que va en otra vía. Entonces, pensar que el principio de “un país, dos sistemas” debe permanecer estático, es un desacierto en el contexto actual de la política internacional, en donde ante los vacíos de poder que está dejando Estados Unidos, le ha permitido al presidente Xi tomar el liderazgo en temas clave dentro de la agenda internacional.
3.¿A qué causas atribuye el descontento con China de ciertas capas de la sociedad hongkonesa?
5 Como se menciona en la respuesta de la pregunta 1, el descontento recae en la hibridación resultado del principio de “un país, dos sistemas”, pues uno de los puntos de vulnerabilidad del Estado chino es la seguridad societal, que va desde el aseguramiento de la cohesión social hasta temas ambientales. Uno de los factores determinantes dentro de la sociedad china, incluyendo a las RAEs y las Regiones Autónomas, es que la nueva base de social son generaciones nuevas que son ajenas a la China maoísta y son producto del proceso de apertura del país. Por lo tanto, es una base construida con una identidad distinta, que en el caso de Hong Kong motivan el surgimiento de olas prodemocráticas como la coalición “ALLinHK”. Ante la celeridad de los procesos sociales en pleno siglo XXI y la liquidez social (desde la perspectiva de Bauman), la seguridad societal china se perfila como el principal desafío del PCCh.
RESPUESTAS DE JORGE MALENA
Director de Estudios sobre China Contemporánea, Escuela de Estudios Orientales, Universidad del Salvador, Buenos Aires, Argentina.
1.¿Cuál es su balance general de la retrocesión en las dos décadas transcurridas?
El análisis de la retrocesión presenta mayor polémica cuando abordamos la cuestión política. A partir del bienio 2003-4 comenzó a registrarse conflictividad, fruto de la restricción de autonomía en el enclave desde Beijing, por la introducción de regulación que (a) declaraba ilegales a movimientos secesionistas (el famoso “Artículo 23”) y (b) imponía su poder de veto sobre legislación local que favoreciera elecciones directas para el Jefe Ejecutivo. En el año 2007, a diez años de la retrocesión, Beijing anunció que permitiría la elección directa de las autoridades locales en 2017, lo cual trajo esperanza a pesar de lo lejana que se veía su implementación. Entre 2012 y 2014 resurgieron los choques políticos, como consecuencia de la medida gubernamental de (a) incorporar clases de “educación patriótica” en las escuelas y (b) desconocer un referéndum extraoficial que consultó sobre elecciones directas, el cual registró una participación de casi 800.000 personas que en más de un 90% se expidió a favor de esa manera de efectuar comicios. El efecto fueron nuevas manifestaciones masivas, que se extendieron de julio a noviembre de 2014. En agosto de 2016 la APN buscó poner fin a la discusión, garantizando el sufragio universal pero sobre la base del control de la nominación de candidatos: un cuerpo colegiado de 1.200 miembros autoriza a competir a dos o tres candidatos, a los cuales luego la población tiene el derecho a elegir. En síntesis, la retrocesión ha afectado más la vida política que la económica de Hong Kong, debido a que está en juego una cuestión de fondo: la intervención china en la elección de las autoridades locales.
2.¿Considera que el principio de “un país dos sistemas” revalidó su idoneidad o se 6 necesitarían ajustes en su aplicación?
La Comisión Ejecutiva del Congreso de Estados Unidos sobre China llevó a cabo hace poco una audiencia sobre Hong Kong, en la cual se aseveró que el principio de “un país, dos sistemas” está siendo erosionado. Más allá de que esta audiencia constituya una intervención en los asuntos internos chinos, no se pueden soslayar algunos hechos recientes, como lo ocurrido en noviembre de 2016 cuando la APN emitió un dictamen que interpretó el artículo 104 de la “Basic Law”, referido al juramento de toma de posesión. Se consideró que dos diputados, al emplear contenidos independentistas, habían violado la norma. Esa definición de la APN ha sido vista como una afectación de la autonomía del territorio y de la independencia judicial, dos pilares de la fórmula “un país dos sistemas”. Beijing percibiría que las aspiraciones políticas existentes en Hong Kong acarrean una amenaza a la estabilidad en el continente, por lo cual sería necesario incrementar el control político del enclave. A la postre, esta situación evidencia que el principio de “un país, dos sistemas”, aunque formulado para garantizar la transición, resultó idóneo a medias. En la actualidad, más que considerar oportuno realizar ajustes al mismo, cabría reflexionar sobre la necesidad de que se respete su aplicación, no sólo por el compromiso oportunamente asumido por Beijing sino también por la afectación a la imagen de potencia benévola que su incumplimiento trae aparejado.
3.¿A qué causas atribuye el descontento con China de ciertas capas de la sociedad hongkonesa?
La juventud se identifica como el sector social más pesimista: encuestas recientes arrojan que los jóvenes son la porción etaria más insatisfecha de la última década (e incluso que el 60% de ellos desea emigrar). Un alto porcentaje de ellos se inclina también por la independencia de China. Las crecientes protestas muestran cada vez más enfado y voluntad de confrontación. Ello empeora con la existencia de un gobierno que parece menos dispuesto a hacer concesiones. No es sorprendente que en una encuesta online organizada por un partido afín al gobierno, quienes participaron eligieron “caos” como la mejor palabra para describir Hong Kong en el año 2016. La frustración de la juventud es atribuible principalmente a la influencia que ejerce Beijing, la falta de reforma política, las luchas en el LegCo, el incremento de precios (en particular de las propiedades), la invasión de turistas continentales y la pérdida del papel de principal “hub” comercial y financiero regional en manos de Shanghái.