Como resultado, nos encontramos con un país inmerso en grandes y ambiciosos proyectos de modernas infraestructuras, fértil en diversidad cultural y una propuesta a conocer un país que resultó ser un tesoro situado en el corazón de la región del Cáucaso.
La ciudad de Bakú, es capital del país que con sus 2 millones de habitantes ha logrado ser referente en varios eventos internacionales tales como el concurso de Eurovisión en 2012, los juegos olímpicos europeos en 2015 y el gran premio de Fórmula 1 en 2016. Además, la ciudad ha sido sede de tres Foros mundiales de Dialogo Intercultural los cuales jugaron un papel importante en la promoción de la cultura de Azerbaiyán en el mundo y fortalecieron al país en la importancia de los procesos globales. Esto nos permite observar al país como un auténtico puente entre civilizaciones.
La arquitectura de Bakú se caracteriza por la presencia de auténticas construcciones que reflejan las diversas culturas que han convivido en la ciudad durante un largo período de tiempo. Uno de los sitios de culto que más impacto nos produjo conocer fue la mezquita Heydar. Construida hace apenas 3 años, su imponente presencia y majestuosidad logra captar la belleza del silencio presente en uno de los lugares más importantes de la religión islámica en el país. La mezquita fue construida en una superficie total de 12.000 metros cuadrados, su fachada está revestida con piedras ornamentales especiales bajo el estilo arquitectónico Shirvan-Absheron y consta de 4 minaretes de 95 metros de altura cada uno. Sin duda vale la pena conocer este magnífico sitio en plena capital azerí.
Otra de las imágenes más impactantes que vivimos fue al conocer la sorprendente colina del fuego inextinguible “Yanar Dag” o “La Montaña del Fuego eterno” situada a las afueras de Bakú en la Península Absheron junto al Mar Caspio, un lugar donde arde casi de manera eterna una hoguera a lo largo de unos 200 metros, con llamas de hasta 3 metros de altura. Se trata de un fuego que nunca se extingue y surge del gas que se filtra del subsuelo por la porosa roca arenisca. Yanar Dag es un claro indicador de las reservas de petróleo y gas presentes en esta región, una de las mayores concentraciones de hidrocarburos del planeta.
Es interesante investigar como el gas que fluye de las colinas lleva en llamas desde tiempos inmemoriales. Desde siempre en esta región han existido referencias en el folclore al fuego, ya que en la antigua religión del Zoroastrismo existían adoradores del fuego antes de que la ley islámica entrara en vigor. El templo del fuego de Ateshgah es uno de los más conocidos, situado a 30 km del centro de Bakú, es uno de los templos de adoración del fuego construido entre los siglos XVII y XVIII.
Hacia el interior del país se encuentra Gabala, una ciudad a no más de 3 horas desde Baku, ícono de la principal puerta de la Albania caucásica que data del siglo IV A.C. En la actualidad podemos observar los monumentos históricos y culturales de diferentes épocas en esta antiquísima región que, con su posición geográfica y relieve montañoso nos transporta hacia un sueño del cual no quisiéramos despertar.
Nuestra experiencia en Azerbaiyán ha sido maravillosamente grata, un pueblo que nos supo recibir con los brazos abiertos, gestos cálidos, pueblos encantadores, culturas admirables y construcciones increíblemente ambiciosas. Azerbaiyán, la perla del Cáucaso, tiene definitivamente tanto que ofrecer a sus visitantes que quedarán sorprendidos por su majestuosa y encantadora belleza. Solo queda atreverse y lograr conquistar nuevos destinos, nuevos rumbos y nuevas experiencias enriquecedoras tanto personal como profesionalmente.
Gracias Azerbaiyan! Çok sağol Azərbaycan!