Discos. Mariela Cusa, Soy el Viento

Opera prima de una cantante e investigadora de la voz y los cantos tradicionales con visión actual. Mariela Cusa propone un recorrido jugado por distintos folklores y la canción de autor, con una voz maravillosa y mucha libertad para expresarse.

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En Soy el viento, primer disco de la joven cantora argentina Mariela Cusa, disfrutamos una propuesta arriesgada y a la vez cautivante; entre los juegos más experimentales con la voz, las canciones folklóricas con raíz en la música popular sudamericana y algunos rastros de voces ancestrales africanas.

Sumando citas al canto de los pájaros y a otras lenguas como el guaraní, el yoruba brasileño y el quechua.

Todo esto plasmado con su visión actual, en su manera de tomar las tradiciones, y con su imponente voz. Digamos que todo suena primero en su canto; en su registro, en su entonación naturalista. Se nota que ha trabajado mucho con la voz para la construcción de una fuerte impronta personal, aunque debemos decir que además compuso lindas piezas para explayarse. Cantando con caja, diciendo con sutilezas y timbre encantador, o gritando casi de forma primitiva; jugando en el amplio rango de su registro de mezzosoprano.

Así es como abre el disco con un breve tema lúdico, de tipo ejercicio vocal, y le sigue una canción con aires andinos, luego una poderosa pieza de carácter ancestral con voces en modo canto antifonal (ella como solista dice la melodía y un coro la repite); continúa otra buena canción, en este caso una cueca de Violeta Parra. Todo compuesto por Mariela Cusa (excepto el mencionado track 4), la obra está armada con esa lógica de intercalar temas más introspectivos o tribales con canciones bien entrañables.

De impronta silvestre, empleando temáticas de la naturaleza y paisajes muy coloridos, el sonido del disco es mayormente acústico y orgánico, con un audio impecable; cier tos detalles de producción y los arreglos dejan en claro que está hecho en la ac tualidad pero con respeto por las tradiciones involucradas.

Suenan charangos, vientos, muchísimos instrumentos de percusión, piano y también algunos instrumentos eléctricos.

Nos presenta una gran variedad y riqueza tímbrica, además de muchas voces (gran parte de ellas grabadas por la propia autora, que también toca varios otros instrumentos).

Podrá recordar, en parte, a trabajos de Luzmila Carpio o Lulacruza, en otros momentos a grupos de voces y percusión como Hierbacana, y hasta puede parecernos estar cerca de Soema Montenegro en algunos otros pasajes más cancionísticos.

Vale decir que Cusa amalgama todos esos universos con gran talento en el canto y a su vez, en su búsqueda autoral. En la producción de este disco contó con la ayuda de Mariano Agustín Fernández que aportó claridad para redondear una obra muy interesante. ◊