El primer periodista y equipo de cámaras llegó al último piso y rápidamente me hicieron la pregunta obvia, “¿Qué están haciendo exactamente aquí esta mañana y por qué han montado este helicóptero de ataque?”. “Bueno, es muy simple,” dice el portavoz del grupo, con una sonrisa. “Cada minuto una persona pierde la vida a causa de la violencia armada. Del otro lado del río, los gobiernos están por concluir el primer Tratado sobre el Comercio de Armas (TCA). Queda apenas un día en las negociaciones, estamos aquí para recordarles que hagan las cosas bien y negocien un tratado lo más sólido posible; uno que impida que helicópteros como este transporte armas a quienes abusarán de ellas o matarán a tiros a civiles inocentes”.

Bienvenidos al mundo de la coalición Armas bajo Control. Esta red global de organizaciones no gubernamentales (ONGs) que es diversa, creativa y muy perseverante ha estado impulsando la firma de un TCA desde 2003. En el curso de los años se ha encontrado con oposición y desafíos pero sus acciones, en definitiva, propiciaron el éxito cuando el Tratado fue adoptado en abril de 2013. Múltiples gobiernos pusieron de manifiesto el papel que la sociedad civil había jugado en el proceso y posaron con los representantes de las ONGs para las fotos de “¡Nosotros hicimos historia!” el día en que el Tratado se abrió para la firma. Sin embargo, aunque el movimiento ha crecido y se ha diversificado enormemente durante la última década, ahora, con la adopción del Tratado tendrá el desafío de cambiar su centro de atención para apoyar la universalización y la implementación del mismo sin dejar de mantaner la presión y el interés público. Este artículo examina cómo se organizó la coalición, qué ha contribuido a su éxito, y hacia dónde se proyectan sus futuros pasos.

DESDE PRONUNCIARSE A FAVOR A HACER HISTORIA

La capacidad de la coalición para transformarse y adaptarse a los desarrollos políticos en el proceso del Tratado a lo largo de los años ha sido esencial para su éxito a más largo plazo. Armas Bajo Control se fundó en 2003 cuando tres redes internacionales se juntaron para aunar esfuerzos ya que aducían la necesidad de un Tratado sobre el Comercio de Armas. Eran Amnistía Internacional, Oxfam y la Red Internacional de Acción sobre Armas Pequeñas (IANSA, por sus siglas en inglés) quienes habían participado activamente en el área del control de armas con anterioridad. En ese punto, el objetivo mutuo era simplemente ilustrar la necesidad de tal tratado y cultivar el apetito político para analizar lo que podría incluir y cómo podría funcionar. También se involucraron otras organizaciones como por ejemplo el Projecto Ploughshares en Canadá, la Asociación para Políticas Públicas en Argentina y el Instituto Sou da Paz y Viva Rio de Va, y de Instituto Sou de Brasil. Si bien no fue sino hasta hace poco que el Armas Bajo Control utilizó el argumento de que “el comercio global de bananas está mejor regulado que el comercio global de armas”, los activistas pidieron que los gobiernos tuvieran claro este simple punto en sus primeros años de campaña. Antes del TCA, existían leyes nacionales y acuerdos regionales que determinaban cómo podrían venderse y transferirse las armas, pero, en general eran diferentes y estaban incompletas o, en caso solían ser irregulares, variados y para algunos países, completamente ausentes y ciertamente sin alcance para detener las armas que circulaban en las manos de los abusadores de los derechos humanos. Armas Bajo Control, así como también Premios Nobel de la Paz tales como Oscar Arias Sanchez y el arzobispo Desmond Tutu comenzaron a solicitar a los gobiernos que analicen la posiblilidad de establecer una regulación global o código de conducta para la transferencia de las armas convencionales. Al usar una campaña basada en evidencias sólidas, la coalición emergente se centró en ilustrar cómo el comercio de armas sin reglamentación alimentaba conflictos y delitos en todo el mundo, al permitir que las armas y municiones se desvíen hacia dictadores, bandas criminales y caudillos, obstaculizando el desarrollo socio-económico y perpetuando la violencia armada.

Con el tiempo, a medida que aumentaba el impulso y el interés, también aumentaba la coalición y la amplitud de sus actividades. El año 2006 fue un año clave.

Armas Bajo Control presentó a “Un millón de rostros’”al Secretario General de la ONU de ese momento Kofi Annan apenas algunos meses antes de que los gobiernos aprobaran una resolución en la ONU que comenzaría un proceso de análisis formal para discutir cómo podría funcionar un futuro tratado.

La campaña “ Un millón de rostros” fue un gran logro en una época anterior a los teléfonos inteligentes y medios sociales. Los miembros de la coalición en todas las regiones del mundo recogieron las imágenes – dibujadas a mano o fotografiadas – de un millón de personas de todo el planeta que apoyaban la convocatoria para un TCA. Un año más tarde, Armas Bajo Control movilizó a miembros de 50 países para organizar las “Consultas a la Gente”. Estas consultas eran la única manera de asegurarse de que las opiniones de los ciudadanos promedio fueran consideradas por sus gobiernos. Comenzaron a hacer sus recomendaciones en la ONU sobre el contenido de un tratado futuro y su forma de funcionamiento.

Evidentemente, estos argumentos fueron escuchados. Para fines de 2009, el apoyo político para el tratado se había fortalecido de tal manera que se implementó una nueva resolución de la ONU para convocar a negociaciones formales acerca del primer Tratado sobre el Comercio de Armas mundial. A medida que el proceso de reuniones y de negociaciones preparatorias comenzaba a desarrollarse durante los tres años siguientes, los miembros de Armas Bajo Control continuaban movilizándose en capitales nacionales y en Nueva York para seguir manteniendo la presión. En general, las tácticas incluyeron trucos publicitarios que captaban el interés de la gente y crearon fotos impactantes para usarlas en los medios; el contacto directo con los medios a través de ruedas de prensa o de artículos publicados; y defensa bilateral y promoción directa a los funcionarios gubernamentales durante las reuniones.

El establecimiento de una Secretaría mundial para la coalición en 2011, con tres empleados a tiempo completo, hizo posible una coordinación mejorada entre sus miembros y también su participación en las negociaciones.

Entre 2010 y la primavera de 2013, hubo seis conferencias principales en la ONU en Nueva York dedicada al Tratado, dos de las cuales fueron negociaciones oficiales. Armas Bajo Control trajo delegaciones cada vez más grandes y representativas a cada uno de esas conferencias para ejercer presión, supervisar los procedimientos y compartir experiencias e información. Las conferencias fueron una oportunidad de tener un impacto directo en las negociaciones, ya que literalmente estaban en el mismo lugar que los negociadores y expertos gubernamentales. Armas Bajo Control abordó las conferencias desde múltiples direcciones. Organizó y participó en varias mesas redondas en donde se debatieron cuestiones sustantivas importantes y se divulgaron nuevas publicaciones. Los miembros abordaron a sus propios gobiernos o a los de su región geográfica para las reuniones bilaterales. En la entrada de la sala de conferencias, era común ver a un miembro de Armas Bajo Control repartir postales o una etiqueta autoadhesiva con una imagen y un leyenda diseñada para acercar mensajes importantes de lobby de una manera inteligente y hasta humorística.

Afuera, los miembros de Armas Bajo Control montaron operaciones mediáticas que aportaban un contundente telón de fondo para las entrevistas en vivo y generaron una fotografía impactante que fue distribuida ampliamente a través de los cables de noticias para acompañar al cada vez más alto nivel de atención que la prensa prestaba a las negociaciones. Cuando el Tratado no fue aceptado el último día de la segunda conferencia de negociación en marzo de 2013, los miembros de Armas Bajo Control se movilizaron inmediatamente para asegurarse de que se aprobaría por un voto en la Asamblea General apenas algunos días más tarde. Durante el fin de semana de Pascua, los equipos de activistas visitaron más de 100 misiones para hacer correr la voz acerca de la próxima votación y alentar a la mayor cantidad de Estados miembro posible para que voten por “Sí” el 2 de abril; aquellos que estaban en sus países contactaron a sus gobiernos en las capitales con el mismo mensaje. Evidentemente, Armas Bajo Control ya había superado en gran manera el punto de tener que defender un tratado sólido. Cuando finalmente fue adoptado el 2 de abril, la coalición había ayudado a hacer historia.

APROVECHAR LA DIVERSIDAD

Una de las cualidades más fuertes de la coalición es indudablemente su diversidad. Con alrededor de 100 organizaciones miembro trabajando en otros tantos países, Armas Bajo Control reúne a activistas, expertos en política, abogados, líderes religiosos, activistas digitales, legisladores, sobrevivientes de la violencia armada, profesionales de la salud y los medios debajo del mismo paraguas para trabajar conjuntamente por una causa común. Algunas organizaciones miembro son en sí mismas organizaciones internacionales con muchas secciones nacionales, mientras que otras son pequeñas y comunitarias. Por supuesto, no siempre es fácil reunir y mantener tal grupo diverso pero ciertamente ha tenido sus ventajas.
Una de las ventajas más obvias e inmediatas proviene del alto nivel de competencia técnica que la coalición puede proporcionar. Esto ha permitido a Armas Bajo Control ser más que sólo un animador sino también actuar como un asociado constructivo de los gobiernos. Por ejemplo, la Red de Respuesta Jurídica de TCA, formada por Oxfam, es una red de abogados ad honorem que ofrecían asesoría en tiempo real a los Estados miembro y a la sociedad civil, durante y entre negociaciones. Han trabajado junto con los asesores jurídicos de muchas delegaciones para salvar las diferencias que existen entre las cuestiones de política y el lenguaje jurídico. Otras organizaciones en la coalición centran su trabajo en la investigación y el análisis político. Sus publicaciones han influenciado el pensamiento de las autoridades que toman decisiones gubernamentales y proporcionado importante asesoramiento práctico con respecto al modo en que el Tratado podría operar. Por ejemplo, Saferworld se basó en su competencia en el control sobre la transferencia de armas para llevar a cabo talleres y la publicación de borradores que se centraron en cómo un tratado futuro sería puesto en ejecución. Al hacer eso, facilitaron el análisis de las medidas prácticas que los gobiernos necesitarían tener en cuenta, entre una serie de departamentos, para crear un tratado que realmente tuviera impacto y no que sólo sonara bueno en forma escrita. De manera similar, otras organizaciones miembro se centraron en sus propias áreas de competencia para bosquejar las recomendaciones y proponer cómo el Tratado impactaría en esas cuestiones. Oxfam se centró en cómo un TCA podría reducir el impacto de la violencia en el desarrollo socioeconómico. Transparencia Internacional ofreció una visión en el vínculo entre el comercio de armas y la corrupción mientras que la Red de Mujeres IANSA hizo lo mismo para la violencia de género. La competencia técnica es el fundamento de cualquier campaña buena. Los expertos muy calificados dentro de Armas Bajo Control han podido enriquecer no sólo el proceso de negociación sino también la calidad del Tratado en sí mismo.

La diversidad de la coalición ha permitido reforzar el apoyo de sectores múltiples de la sociedad. En 2012, antes de la primera ronda de negociaciones del tratado, los miembros de Armas Bajo Control organizaron tres cartas de registro separadas o ‘declaraciones’ – una para los líderes religiosos y organizaciones confesionales; una segunda para los parlamentarios y una tercera para los profesionales médicos. Juntos recogieron alrededor de 4.000 firmas de los individuos y de organizaciones, que fueron presentadas conjuntamente al Secretario General de la ONU en una ceremonia al comienzo de las negociaciones del tratado junto con más de 600.000 firmas que habían sido recogidas a través de una petición que la coalición organizó. Entre los firmantes había cardenales y arzobispos y en algunos países, más que la mitad de todos los parlamentarios elegidos. Su apoyo ha tenido influencias continuamente debido a que se les ha pedido a los firmantes que tomen acciones de seguimiento. Por ejemplo, los firmantes de la Declaración Parlamentaria están siendo convocados para desempeñar un papel principal en el proceso de ratificación del tratado. Como parlamentarios, pueden impactar directamente en la celeridad con que se ratifique el tratado y en la fuerza de la legislación creada para tal fin. La coalición también ha atraído el apoyo de las celebridades; algunas semanas antes de las negociaciones de julio de 2012, algunos artistas internacionales como por ejemplo Kristin Davis, Keira Knightley, Yoko Ono, Scarlett Johansson, Coldplay, Tim Roth, Annie Lennox y Kevin Spacey han unido sus fuerzas para solicitar que los gobiernos tomen medidas inmediatas para ayudar a mejorar la regulación de Armas Bajo Control Internacional. En marzo de 2013, durante la conferencia final, el actor nominado para los premios Oscar Djimon Honsou participó en un viaje periodístico organizado por Oxfam a Sudán Meridional y contó su experiencia y les habló a los miembros de prensa de la ONU sobre la necesidad de un tratado sólido. También en marzo, un grupo de 18 premios Nobel de Paz envió una carta ”Estimado colega” al Presidente de EEUU Barack Obama instando a los Estados Unidos a desempeñar un papel constructivo en la ronda final de negociaciones. Esta iniciativa fue encabezada por el personal de Armas Bajo Control y varias organizaciones miembro tales como Pax Christi Internacional, Asociación Internacional de Médicos para la Prevención de la Guerra Nuclear, Oxfam América y Amnistía Internacional.

UNA CAMPAÑA VERDADERAMENTE MODERNA

Otra área en la cual Armas Bajo Control se ha destacado consiste en la utilización de herramientas de los medios sociales para crear conciencia y realizar actividades de promoción. Como ya se ha señalado, cuando la ONU aprobó la primera resolución en 2006, Facebook solamente había estado disponible a la gente fuera de las redes universitarias por 11 días y Twitter no existiría como compañía por otro año. La ola de medios sociales y de comunicaciones digitales que surgió rápidamente en los años siguientes cambió el activismo y la promoción de muchas maneras. Durante los últimos cinco años, Armas Bajo Control ha utilizado a las herramientas en línea para llegar hasta las poblaciones mundiales y los objetivos del gobierno de una forma totalmente novedosa.

No es casual que se convirtiera en una campaña del siglo 21. Las organizaciones con conocimiento de los medios sociales dentro de la coalición y la Secretaría, comenzaron a invertir energía más activamente en la capitalización de las plataformas sociales de los medios tales como blogs, Facebook, Twitter y YouTube alrededor de 2010. Reconocieron el impacto cada vez mayor de estas plataformas y el potencial para llegar hasta los gobiernos y los partidarios de un modo nuevo. La capacidad inherente de los medios sociales para permitir que cualquier persona comparta su historia o ideas se prestó naturalmente a un movimiento global y diverso.

Los resultados de la búsqueda deliberada de una estrategia de los medios sociales han sido impresionantes. Durante la primera ronda de negociaciones en el TCA en julio de 2012, la participación mundial de Armas Bajo Control en Facebook fue de más de un millón de personas. En cuestión de meses su página de Facebook creció de apenas unos miles `me gusta’ a 20.000 usuarios en su mayoría activos. La participación siguió creciendo durante el resto de 2012 y más allá de la aprobación del Tratado y de la apertura para la firma en 2013. La plataforma en línea también abrió puertas a la participación en poblaciones en los países en donde la coalición de las Armas Bajo Control no tiene una presencia fuerte como Camboya.

Twitter, la plataforma de micro-blogging en línea, se convirtió en un componente central de la estrategia total de la coalición para lograr un TCA sólido y fuerte –o simplemente un #Antibalas #TratadodeArmas, como lo conoció el público en línea. Los miembros de Armas Bajo Control inventaron con eficacia estos hashtags y al principio, solo unas pocas personas los utilizaban y eran responsables de publicar la mayoría de los tweets que salían. Con el paso del tiempo, todo cambió. Las celebridades, los líderes del mundo y los representantes en los niveles más altos de las Naciones Unidas se sumaron al coro de los tweets “#TratadodeArmas”. El pináculo de la actividad de Twitter en apoyo al TCA se alcanzó durante marzo de 2013. En un período de dos semanas, el hashtag #TratadodeArmas apareció en tweets en las computadoras más de 123 millones de veces. Mientras que Corea del norte, Siria e Irán maniobraban para bloquear el Tratado durante la conferencia, las audiencias globales utilizaron a Twitter para demostrar su apoyo al instrumento que podría salvar miles de vidas. Tanto en esta ocasión como en otras, el hashtag fue uno de los temas ”más populares” en toda la plataforma de Twitter en varias ciudades del mundo con las comunidades en línea en Nueva York y Londres liderando el camino.

Notablemente, Armas Bajo Control con rapidez se dio cuenta de que su campaña digital comenzaba a extenderse más allá del activismo del ciudadano y se incorporaba realmente a las negociaciones. Los miembros principales de la coalición Armas Bajo Control descubrieron que cada movimiento y cada Tweet eran observados de cerca por los funcionarios gubernamentales que también estaban activos en Twitter. Algunos gobiernos llevaron a cabo sesiones de preguntas y respuestas en vivo por Twitter mientras que la Oficina de Asuntos de Desarme de la ONU publicó nuevos proyectos oficiales del Tratado vía su cuenta de Twitter. Dicho de manera más clara, las negociaciones en torno y la futura adopción del Tratado sobre el Comercio de Armas no sólo es una señal de un nuevo tipo de activismo, sino también un aumento creciente y bien documentado de un nuevo tipo de diplomacia: la diplomacia digital.

La innovadora campaña digital de Armas Bajo Control ha ayudado a fijar el tono para el futuro de la campaña global. En el panorama de promoción internacional siempre cambiante, Armas Bajo Control se ha dado cuenta del impacto potencial de un mensaje simple de 140 caracteres, una actualización del estado o Facebook. La sociedad civil, como suele ocurrir, fue una clave de estos progresos y utilizó estas herramientas para bien con Armas Bajo Control, una campaña verdadera del siglo del 21, liderando el camino.

DE CARA AL FUTURO

Con la adopción del tratado a principios de este año, Armas Bajo Control está haciendo frente a una curva en el camino que trae tanto oportunidad como cambio. Como han observado muchos gobiernos en lo referente a sí mismos, el “trabajo verdadero” recién está empezando. La sociedad civil global será extremadamente importante en el mantenimiento del impulso y la presión entre los Estados y con el público de modo que la mayor cantidad posible de gobiernos firme el tratado. Para que el tratado entre en vigor como ley internacional vinculante, 50 estados deben ratificarlo. Y como tal, los miembros de Armas Bajo Control estarán apoyando a legisladores y a otros para hacer que esto suceda lo más rápido posible. Algunos especulan que podría suceder antes de finales de 2014.

Además de la constante sensibilización, algunos miembros centrarán su atención en apoyar el trabajo práctico de la aplicación del tratado. La sociedad civil cumple un papel importante para desarrollar un régimen de control para el Tratado con el cual los estados y la sociedad civil puedan examinar la práctica existente, crear mayor transparencia en sus acciones y exigirse responsabilidad mutua ante los compromisos del mismo. La Secretaría de Armas Bajo Control pretende convertirse en sede de un régimen de control mediante la reunión de una gama de socios con competencia en esta área.

Por supuesto existen también desafíos en esta nueva fase. Algunas organizaciones miembro tal vez deseen seguir adelante y dar prioridad a otras cuestiones, de ese modo reducen su participación en la coalición. También existen procesos que incluyen el interés público sostenido por un período más largo, particularmente debido a que mucho del Tratado del Comercio de Armas Internacional ha demostrado ser resistente a una mejora significativa. Un ejemplo es Siria, en donde el consejo de seguridad de la ONU no puede convenir un embargo de armas e Irán y Rusia parecen resueltos a mantener suministros para el gobierno mientras que la comunidad internacional en general lucha para desarrollar un acercamiento coherente a armar (o a no armar) a los opositores del régimen. Evitar que no ocurra lo mismo que en Siria en el futuro ha sido siempre la meta principal del TCA y será necesario que Armas Bajo Control –y los gobiernos que han firmado– demuestren que el tratado realmente tiene la fuerza y los dientes para hacer justamente eso.

Positivamente, Armas Bajo Control no es ajeno a los cambios. Sus miembros han hecho campaña para un Tratado sobre el Comercio de Armas por más de diez años; absorbiendo los reveses sin perder de vista al premio. De cara al futuro, el movimiento continuará creciendo y cambiando. El TCA es el único acuerdo internacional con el poder de llevar a cabo ventas de armas internacionales a un alto nivel de transparencia y rendición de cuentas. Armas Bajo Control se compromete a garantizar que cumple su promesa de proteger vidas y los medios de subsistencia.