Entre finales de abril y mediados de mayo de 2012, MSF desplegó 31 equipos de vacunación en tres bases: Boffa, Tougnifili y Koba, al norte de Conakry, la capital guineana. El trabajo de la organización permitió vacunar a un 68 % de la población objetivo (estimada en poco más de 163.000 personas) con las dos dosis de la vacuna. Esta operación se efectuó en colaboración con el Ministerio de Salud guineano y las autoridades sanitarias presentes en la zona litoral de Boffa. Los equipos de MSF también vacunaron a unas 50.000 personas en la región de Forécaria, al sur de la capital.
Es la primera vez en la historia que se lleva a cabo una vacunación masiva contra el cólera durante una epidemia y, considerando los altos porcentajes de población finalmente vacunada, los resultados pueden considerarse altamente satisfactorios. “Esta vacunación demuestra que la respuesta a epidemias de cólera en todo el mundo se puede mejorar”, afirma el Dr. Dominique Legros, responsable de Innovación Científica de MSF en Ginebra.
En colaboración con el Ministerio de Salud guineano, MSF se centró en esta región costera de Guinea- Conakry, considerada como el foco activo del brote de cólera. “Nos enfrentábamos al inicio de una epidemia y por ello nuestros primeros esfuerzos consistieron en proteger a la población mediante la vacunación y limitar así la propagación de la enfermedad”, explica el Dr. Legros.
“MSF responde regularmente a epidemias de cólera y siempre cuesta controlarlas”, añade Dominique Legros. “La vacunación oral nos aporta una nueva herramienta para intentar encauzar una enfermedad que evoluciona con gran rapidez. En MSF somos conscientes de que para poder disminuir la propagación del cólera debemos controlar los focos activos. Por eso estamos convencidos de la incorporación de este nuevo enfoque e iremos documentando los resultados”.
La vacuna oral utilizada en esta campaña está validada por la Organización Mundial de Salud (OMS) y se administra en dos dosis espaciadas de dos a seis semanas. Ofrece una protección superior al 60 % durante por lo menos dos años.
MSF ya había utilizado esta vacuna en el pasado a título preventivo en países endémicos, pero esta ha sido la primera vez que se ha utilizado de forma masiva durante una epidemia.
ESTUDIO Y SEGUIMIENTO PARA EPIDEMIAS FUTURAS
Una vez terminada la vacunación, MSF y Épicentre, el centro de investigación epidemiológica y respuesta a enfermedades emergentes de la organización médico-humanitaria, han reforzado la vigilancia epidemiológica rutinaria para poder hacer un seguimiento a lo largo de los próximos meses tanto del curso de la epidemia como de la eficacia de la vacuna.
El análisis de los resultados de la vigilancia epidemiológica servirá también para la elaboración de una estrategia global para futuras epidemias. “Si los resultados son los esperados, MSF podrá desplegar de inmediato equipos para vacunar a comunidades previamente identificadas. Podremos protegerlas de antemano y hacerlo de forma muy rápida”, afirma Legros.
Aunque el uso masivo de la vacuna representa una nueva herramienta muy prometedora en respuesta a las epidemias de cólera, tendrán que seguir llevándose a cabo las habituales actividades informativas, preventivas y educativas en materia de higiene en las comunidades, y tendrán que seguir tratándose los casos declarados. Además, se deberá seguir poniendo un especial énfasis en el acceso a agua potable de calidad. “Invirtiendo en agua y saneamiento podemos llegar a controlar las enfermedades transmitidas por el agua. La vacuna oral contra el cólera supone un gran avance, pero no debemos caer en el error de pensar que se trata de una solución milagrosa que acabará con las enfermedades diarreicas en África”, declara el Dr Legros.
“Otro de los puntos positivos de esta vacuna es que basta con una formación de base para que los equipos puedan administrarla. Además, provoca pocos efectos secundarios y es bien aceptada por las poblaciones. Estamos muy satisfechos porque hemos demostrado que la vacunación contra el cólera en periodos epidémicos es posible”, concluye el responsable de Innovación Científica de MSF en Ginebra.