La relevancia del líder sirio, Bashar al-Assad, aumentó exponencialmente durante los últimos meses cuando el mundo puso sus ojos en el conflicto interno desarrollado en Siria. Las principales potencias mundiales siguen de cerca la escalada de violencia entre el Estado sirio y los rebeldes. Comprender el perfil de este líder político y sus orígenes completa el cuadro de toma de decisiones de la cúpula de Siria.
Al-Assad es médico y militar, el presidente de Siria es el líder del controvertido Estado ubicado en medio oriente. En RM hemos analizado el conflicto sirio desde la revuelta árabe, nombre con el cual se conoce el conflicto iniciado en marzo de 2011 con las protestas espontáneas y generalizadas en muchos de los países de Medio Oriente. La complejidad del conflicto interno y las distintas aristas merecen un resumen de uno de los actores primordiales del conflicto.
La única vez desde la década de 1970 que el régimen se ha visto sacudido desde dentro de su propia organización fue en noviembre de 1983, cuando el presidente Hafiz al-Assad cayó enfermo y la cuestión de su sucesión pareció agudizarse. La estructura de poder que el presidente al-Assad había construido, dependía totalmente de sí mismo, y parecía romperse sin él. Desde su lecho al-Assad dio instrucciones para formar un comité de seis hombres a los que se les encomendó la gestión de los asuntos diarios.
En 1990, muchos sirios creían que Basil al-Assad, hijo mayor del presidente, estaba siendo preparado para suceder a su padre. Basil se había convertido en el hombre de confianza, la mano derecha del presidente, y tenía fama de ser una de las pocas figuras prominentes en el régimen que no estaba contaminado por la corrupción. Como miembro del personal de la guardia presidencial y jefe de seguridad presidencial, a Basil se le confió el mando de una brigada blindada de élite, aunque sólo en el rango de Mayor. Este primogénito cumplía la función simbólica de un ideal nacional para una nueva generación en Siria. En ese momento muchos jóvenes sirios, incluso, comenzaron a imitar su estilo y apariencias externas, tales como el uso de una barba afeitada y prolija. El 21 de enero de 1994, a los 32 años, Basil murió en un accidente de auto, y las especulaciones sobre la posibilidad de suceder a su padre llegaron a su fin.
A ninguno de los otros hijos del presidente al-Assad se los había tenido en cuenta como a Basil por poseer cualidades presidenciables. Pero a partir del accidente, su segundo hijo, el Dr. Bashar al-Assad, fue mencionado por varios altos funcionarios sirios durante los discursos de conmemoración, como la persona física a heredar el papel de su fallecido hermano.
El 17 de noviembre de 1994, durante la celebración del 20 aniversario del Movimiento Correctivo del presidente Hafiz al-Assad de 1970, Bashar (28 años) se graduó oficialmente como comandante (capitán) de la Academia Militar de Homs. Parecía que la generación más joven de alauitas –que consiste en parte de los hijos de al-Assad y otros parientes más jóvenes de los altos generales alauies–, se estaba preparando para tener éxito. Varias nominaciones, transferencias y despidos se realizaron en las fuerzas armadas, en inteligencia y en las ramas de seguridad en 1994.
En 1995 a Bashar se lo promueve al área de la Guardia Presidencial, para ocupar el puesto que había sido de su hermano. Poco a poco, las actividades militares y políticas de Bashar obtienen más publicidad por los medios de comunicación sirios oficiales. Aunque el propio Bashar negó que él fuera un candidato a la presidencia siria, sus actividades podían sólo interpretarse como aquellas para asumir mayores responsabilidades políticas.
Cuando el presidente Hafiz el-Assad murió el 10 de junio de 2000 como consecuencia de una insuficiencia cardíaca, la sucesión de su hijo Bashar fue fácilmente acomodada y la base del régimen pudo mantenerse intacto. El 11 de junio 2000 Bashar fue promovido por el Comando Regional a Teniente General y Comandante Supremo de las Fuerzas Armadas. Ese mismo día, fue elegido por unanimidad por el Comando Regional del Partido Ba’th como candidato a la presidencia. El 24 de junio de ese año fue elegido Secretario General del Comando Regional del Partido Ba’th. El 27 de junio, el Parlamento sirio votó a favor de la enmienda del artículo 83 de la Constitución siria que disminuía la edad requerida para el presidente de 40 a 32, que se adaptaba exactamente a la edad de Bashar.
El 10 de julio de 2000, la elección presidencial confirmó de forma oficial a Bashar como líder, a través de un referéndum nacional en el que se informó que obtuvo 97,20% de los votos. El 17 de julio 2000 el período de Bashar era oficialmente inaugurado. En poco más de un mes, la transferencia de poder de padre a hijo estaba formalizada.
El alto rango de los alauíes y los partidarios militares de Hafiz al-Assad, aceptaron a Bashar al-Assad como una figura unificadora, que simboliza la continuidad del legado del ex presidente.