La diplomacia pontificia tuvo sus orígenes muy particulares conexos a la especial situación del Papa y a la necesidad de respetar los intereses religiosos y temporales. En los primeros tiempos de la Iglesia el único diplomático del que tuvo noticia fue el apocrisiario (relación entre la Santa Sede y el Emperador de Bizancio)
En la Edad media el Pontífice confió su representación a los “missi” cuando asumían una misión temporaria y a los “nati” cuando eran elegidos entre los titulares eclesiásticos del país. Recién en el siglo XIV estos representantes fueron dotados de la dignidad episcopal y ocupan sedes en forma permanente. La segunda escuela de servicio público fue la papal (la primera fue la veneciana). Clemente XI fundó en 1701 una Academia de Servicio destinada a preparar a los funcionarios administrativos de la Santa Sede. Pio XI la transformó en 1939 en una de los eficaces Escuelas de Diplomacia.
El Servicio exterior Vaticano es el más especial, no tiene que ratificar los tratados. Está caracterizado por que el cardenal Secretario de Estado es la máxima autoridad en vaticano y es el encargado de llevarlo todo a cabo. Es la primer persona que ve al Papa cada día. Ejecuta las decisiones políticas que toma el pontífice. Todos los papas has pasado por la secretaría de Estado, pero del staff. Porque la tarea le quita chancees para ser elegido por el Colegio Cardenalicio. Tiene la parte impopular de las decisiones que toma el pontífice. El personal diplomático es similar al de otros Servicio Exterior pero con particularidades. Tienen una preparación especial en la Academia Diplomática Pontificia, pero debe tener un doctorado en derecho canónico, facilidad para la escritura y lo oral. Muchas materias.
Los diplomáticos se dividen en: nuncios (embajador), internuncios (ministro), y apostólicos (enviad especial). Grados agregado y consultor.
Derecho de legación externo: activo, posibilidad de enviar diplomáticos del vaticano. Derecho de legación interno: pasivo, para manejar la gestión de las provincias eclesiásticas.
Funciones:
Velar por las relaciones entre el vaticano y los estados
Velar por la situación de la Iglesia en ese país (acompaña, ayuda, sugiere, pero no se mete en el lugar del otro obispo)
Adicionales: libertad en tanto haya aceptación del Estado receptor.
El enviado del vaticano tiene jurisdicción sobre los nacionales del Estado receptor (no pasa en otro servicio exterior) en tanto éstos sean católicos apostólicos romanos.
Distribución de nuncios en el mundo
El Estado es el que pide establecer relaciones diplomáticas con el Vaticano y son pocos los nuncios.
Después de la Segunda Guerra Mundial, la preservación de la paz hizo que se aceleren las relaciones diplomáticas incluso con países no católicos, 47’ Líbano.
Requisitos
Que nos sea ateo o que prohíba el catolicismo, que viole derechos humanos (hay excepciones).
El vaticano exige que su nuncio sea el decano del cuerpo diplomático del Estado receptor.
Representación de los Estados en el vaticano
Ley de reciprocidad no se cumple por modificaciones en el mundo a lo largo de la historia. Situación de religión y suceptibilidades. Tema del decanato al nuncio.
Países enllantes alternan: a veces envían un católico y a veces no.
Inmunidades y privilegios: dados por el vaticano en Roma (Sede) en general se han respetado. Tiene una dependencia de lo que pase en Italia.
La filosofía política del vaticano es enfrentar el maquiavelismo, quiere ser el ejemplo para el mundo. Un vaticano que nunca cede porque tiene tiempo y sin medios, negocia cuando quiere.
DIPLOMACIA VATICANA
Situación excepcional: los representantes de la Santa Sede son los instrumentos, ministros de la actividad diplomática. Salvo raras excepciones, son de una nacionalidad extranjera en el país en el que se hallan nombrados y ejercen allí, no obstante, por delegación, un poder jurisdiccional sobre una parte de la población, sobre los católicos. Pero ese poder está estrictamente limitado a las cuestiones religiosas.
En la medida en que las obligaciones cívicas tienen incidencias en la vida religiosa o las obligaciones religiosas en la vida cívica, debe buscarse un acuerdo entre los poderes religiosos y los poderes civiles. Tal es el primer objeto de la diplomacia vaticana y el principal trabajo de sus representantes. Puesto que tiene que tratar de actividades concernientes a los mismos ciudadanos del país, y ejercidas en el país mismo en el que se hallan delegados, se distinguen esencialmente de los demás representantes diplomáticos, los cuales están desprovistos de toda autoridad jurisdiccional en los países en donde se encuentran acreditados.
Distribución de los nuncios en el mundo: tres categorías definidas por Gregorio XIII: los legados, generalmente cardenales encargados de misiones ocasionales, los nuncios, representantes permanentes ante la autoridad civil, los internuncios, enviados especiales y permanentes en países que no mantienen relaciones diplomáticas de pleno derecho con el Vaticano.