POLÍTICA EXTERIOR EN LA ARGENTINA

A POCOS MESES DE LAS ELECCIONES PRESIDENCIALES, UNA GRAN CANTIDAD DE ASPIRANTES SE ENCUENTRA EN PLENA CAMPAÑA PARA LANZAR SUS CANDIDATURAS, RECORRIENDO EL PAÍS EN BUSCA DE APOYOS Y DEFINIENDO ALIANZAS, A LO LARGO Y ANCHO DEL TERRITORIO.

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A menos de cuatro meses para las elecciones, los precandidatos deben aún sortear elecciones internas y/o las elecciones primarias de agosto antes de competir por el premio mayor el domingo 23 de octubre. Hasta aquí, y como es costumbre, muy poco se ha hablado y debatido acerca de proyectos políticos, de nuevas ideas, de posibles cambios y continuidades respecto del actual modelo. Muy poco se ha escuchado y leído por parte de los candidatos acerca de su plataforma, de las prioridades a nivel político y económico de cara al futuro y sí muchas criticas, denuncias cruzadas entre los candidatos. Están más ocupados en pelear que en promover su candidatura. Unos acusan, los otros se defienden, pero nadie dice qué va a hacer a partir de diciembre si resulta electo. Sería interesante poder escuchar más a los candidatos hablar de política, de sus ideas, debatir seriamente, dialogar en lugar de enfrentarse.

Con este panorama, habitual en momentos previos a cada cita electoral, resulta muy difícil para el electorado promedio elegir entre uno u otro candidato más allá de gustos personales y afinidades partidarias. El votante medio que no tiene inclinaciones previas por un partido debe evaluar y definir su voto sin demasiada información y sin la posibilidad de evaluar plataformas y proyectos políticos. Es demasiado costoso intentar conocer más sobre un candidato, profundizar en sus ideas, si no habla de política.

Los candidatos se encuentran todavía en una etapa de negociaciones y acuerdos para establecer las alianzas necesarias para definir las fórmulas. Los acercamientos entre distintos candidatos en busca de apoyos son fundamentales a la hora de fortalecer las candidaturas y aumentar las posibilidades de llegar a octubre con la esperanza de ganar la elección. A medida que nos acerquemos a las elecciones, y una vez que las fórmulas se vayan definiendo, es probable que los candidatos comiencen a explicar sus programas políticos, a contar sus ideas en cuanto al futuro del país y sobre todo es posible que se escuchen muchos discursos preelectorales prometiendo a la gente una mejor vida, mejor educación y salud. Mucho se va a hablar de seguridad, de educación, de la inflación, la pobreza y la distribución del ingreso que son los temas más importantes para la opinión pública. Muy poco vamos a escuchar respecto a la política exterior de nuestro país y a la mirada de los candidatos respecto a este tema.

En cambio, serán los temas que más urgen a la gente, los que más le preocupan y los que pueden inclinar un voto hacia un lado u otro, los que integrarán los discursos.

Sin duda, el diseño de la política exterior en países como Argentina no es un tema prioritario para los ciudadanos ni mucho menos uno que defina elecciones. Existen cantidades de otros temas que preocupan más a la población, en general relacionados a una realidad más próxima y al día a día. Nunca las campañas políticas se enfocan en el lugar de la Argentina en el mundo, en sus relaciones con otros países u organismos internacionales, en su política económica respecto a otros mercados ni en la proyección del país. Sin embargo, es importante no perder de vista lo que sucede de la frontera hacia afuera. El diseño de la política exterior de un Estado debe estar en relación directa con lo que sucede a nivel nacional de la misma manera que la política interna está condicionada por la política exterior.

La forma en que un país se relaciona con los otros a nivel regional y a nivel global, así como también con los organismos internacionales, influye en sus posibilidades de crecimiento y desarrollo, a nivel comercial y a nivel económico.

COMO SE DEFINE LA POLÍTICA EXTERIOR DE UN ESTADO

La política exterior está condicionada a la política interna de la misma forma que la política a nivel nacional está siempre influenciada por los que sucede en el ámbito internacional. Cualquier Estado debe estar inserto en el sistema internacional, de ninguna manera puede estar aislado de los que sucede en el resto del mundo. Sus relaciones diplomáticas con el resto de los países son muy importantes a la hora de establecer convenios a nivel político y a nivel comercial.

En un mundo cada vez más interconectado es muy difícil, y puede resultar perjudicial para cualquier país, mantenerse aislado de lo que sucede por fuera de su territorio en el ámbito internacional. Los acuerdos de comercio a nivel regional y global son fundamentales para todo Estado a la hora relacionarse con el resto de los países, para insertarse en el sistema internacional y adaptarse a las condiciones que imponen las relaciones internacionales del mundo multipolar. Lo mismo sucede con las relaciones a nivel político con los acuerdos regionales que permiten a países de segunda línea como la Argentina, a través de organismos como el Mercosur, tener mayor influencia y mayor peso a la hora de negociar con potencias como los Estados Unidos o la Unión Europea.

Es importante entonces entender desde que lugar se parte para delinear una política exterior que sea favorable para un país como la Argentina, que pertenece al Tercer Mundo pero que al mismo tiempo tiene la posibilidad de compartir alianzas estratégicas con una potencia en crecimiento como Brasil y con una situación económica en el contexto internacional con condiciones favorables para el crecimiento. En primer lugar hay que tener en cuenta el contexto y la posición que ocupa el país dentro del sistema internacional, cuáles son sus fortalezas y sus debilidades, y cuáles son los objetivos. En qué aspectos está dispuesto a negociar y en qué otros no.

EL PRESENTE, PENSANDO EN LO QUE VIENE

Tras la crisis de 2001 y la salida de la convertibilidad, y más puntualmente desde el gobierno de Néstor Kirchner en 2003 se ha implementado un modelo de política exterior que presentó cambios respecto a los años ’90. Este nuevo modelo, con sus virtudes y sus deficiencias, se ha mantenido durante todo el período de gobierno de Néstor Kirchner (2003-2007) y se prolongó en el posterior mandato de Cristina Fernández de Kirchner desde diciembre de 2007. Uno de los principales cambios tiene que ver con la búsqueda de socios estratégicos, con el acercamiento a algunos países y el distanciamiento a nivel diplomático de otros. En los ’90 (y en especial durante el menemismo) se mantuvieron relaciones llamadas especiales con los Estados Unidos y los organismos financieros internacionales como el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, principalmente por los beneficios que eso podría traer aparejado en términos de posibilidades a nivel económico y financiero. Desde el gobierno de transición de Duhalde en 2002 y luego con la llegada de Kirchner en 2003 se mantuvo la intención de distanciarse de la Casa Blanca y acercarse más a los países latinoamericanos. Brasil se ha transformado en el principal socio estratégico y la política a nivel regional ha tomado mayor impulso buscando reposicionar al bloque a nivel internacional. También se han profundizado las relaciones con Venezuela y otros países latinoamericanos como Bolivia. Fue junto a Chávez como principal socio que desde nuestro país se impulsó el rechazo al ALCA y al dominio de los Estados Unidos sobre la región.

La salida de la profunda crisis de 2001, sumada al fin de la convertibilidad, conjugaron un escenario favorable para la recuperación económica y la inserción en nuevos mercados con la posibilidad de colocar productos en el exterior gracias a un cambio favorable. Las posibilidades que se generaron a partir de esa situación abrieron el camino para una recuperación rápida.

A nivel regional, en los últimos años se ha intentado impulsar el Mercosur y se han acercado las relaciones con otros estados tal es el caso de Venezuela, México, Chile. Si bien el conflicto con Uruguay a raíz de la instalación de las pasteras en Botnia generó un cortocircuito en las relaciones que constituyen quizás el punto más flojo en los vínculos regionales, eso no ha opacado el crecimiento en cuanto a las relaciones con los vecinos latinoamericanos.

Respecto de Europa, se ha avanzado en nuevos acuerdos entre el Mercosur y la Unión Europea para establecer una zona de libre comercio que puede favorecer a nuestro país.

POSIBLES ESCENARIOS DESPUÉS DE OCTUBRE

» CRISTINA Y LA CONTINUIDAD DEL MODELO

En caso de ser reelecta, la Presidenta no presentará mayores cambios en cuanto a la política exterior del actual modelo. Probablemente se intente de a poco conseguir un mayor acercamiento con Estados Unidos pero siempre con la intención de que se respete la posición de la Argentina ya que existe un mal recuerdo de las relaciones “carnales” que caracterizaron a la década del ’90. Las relaciones con Brasil seguirán siendo prioridad para el gobierno así como con el resto de los países de la región. Algunos especialistas afirman que las relaciones con Chávez y Venezuela podrían sufrir algunos cortocircuitos siendo que se intentará disputar con Brasil el liderazgo de la región y siempre será conveniente para la Argentina mantenerse cerca de Brasil. Se buscará mejorar las relaciones comerciales con Asia y se intentará impulsar el acuerdo económico con Europa desde el seno del Mercosur. Las buenas relaciones que se han construido con Lula, Evo Morales y Correa son muy importantes a la hora de proyectar el futuro de la región de manera conjunta.

» ALTERNATIVAS DESDE LA OPOSICIÓN

Los políticos en campaña no dan por lo general mucha importancia a la política exterior. En sus discursos y en el lanzamiento de sus candidaturas no prestan atención a esta área de la política. Siempre se enfocan en aquellos temas que interesan más a la opinión pública y que tienen que ver con la vida cotidiana de las personas. Es por ello que resulta difícil imaginar el escenario en cuanto al diseño de la política exterior en caso que otro candidato gane las elecciones en octubre. No se han escuchado hasta estos días propuestas desde ningún sector de la oposición respecto a la política exterior; únicamente y de manera aislada algunos comentarios, casi siempre críticos respecto del actual modelo.

De todas maneras, de acuerdo a las características de los candidatos, su origen partidario o su postura ideológica se pueden esbozar algunas ideas que caractericen su idea respecto a la política exterior.

Desde un radicalismo renovado en los últimos años, Ricardo Alfonsín junto a otros candidatos como Julio Cobos habían propuesto hacia fines de 2010 presentar una plataforma partidaria conjunta, pero las peleas internas por conseguir los apoyos partidarios no permitieron desarrollar esta idea. Así es que desde la UCR si bien se escuchan críticas al modelo político de Cristina, en lo que respecta a la política exterior no han desarrollado estas críticas en profundidad y aluden en general a los modos que tienen desde el gobierno de relacionarse con los otros países.

Otro de los posibles candidatos desde el radicalismo es Ernesto Sanz, por el momento planea participar de las primarias en agosto, uno de los pocos que ha manifestado sus ideas respecto de la política exterior, aunque sin demasiada profundidad. Ha hecho hincapié en la importancia de reinsertar al país en el mundo pero no profundiza respecto de la forma de hacerlo. El senador de la Unión Cívica Radical se mostró crítico respecto de la relación que mantiene el actual gobierno nacional con los Estados Unidos; sostiene que es importante mejorar el vínculo con la Casa Blanca.

Eduardo Duhalde cumplió un rol muy importante en la transición de gobierno tras la salida de Fernando De la Rua en diciembre de 2001. En ese momento tuvo que tomar algunas decisiones trascendentes que marcarían el camino del país en los años siguientes. Si finalmente se presenta como candidato presidencial desde el peronismo federal, probablemente buscará mejorar un poco las relaciones con Estados Unidos, de manera de mantener buenos vínculos con uno de los principales compradores históricos de nuestro país. Por otro lado, tratará de impulsar el desarrollo del Mercosur manteniendo siempre una mayor distancia con la Venezuela chavista.

Mauricio Macri, buscando una posible alianza con el peronismo federal para fortalecer su candidatura frente al oficialismo, intenta desde su discurso diferenciarse en todo sentido del gobierno. En cuanto a la política exterior desarrollada por el kirchnerismo y a su mirada sobre las relaciones internacionales, el actual Jefe de Gobierno porteño se ha mostrado en desacuerdo. Se ha manifestado a favor de establecer relaciones más estrechas con las potencias occidentales como Estados Unidos y con los principales países de la Unión Europea.

Desde otro lugar, Fernando “Pino” Solanas es uno de los mayores críticos de la gestión de los Kirchner. Uno de los pocos que se mostró en contra del pago de la deuda externa y a favor de suspender el pago. Además muestra intenciones de profundizar la integración regional, buscando no solo fortalecer el Mercosur, sino también expandir la integración hacia el resto del continente ampliando los horizontes de los acuerdos regionales.

CONCLUSIONES

A modo de conclusión, y haciendo un análisis a grandes rasgos sobre el futuro del país respecto a la política exterior, creemos que no habrá grandes cambios respecto al actual modelo. Sea quien sea que en octubre resulte ganador, habrá cierta línea de continuidad en cuanto a los puntos más importantes como lo son el impulso de la política regional desde el Mercosur hacia el mundo y la búsqueda de insertarse cada vez más en lugar de aislarse. Buscar nuevos mercados que permitan lograr más y mejores acuerdos comerciales para impulsar el desarrollo del país. Estos son algunos de los temas que deberán ser abordados por cualquiera que asuma en diciembre la Presidencia de la Nación.

Fuera de ello, sin duda que cada uno impondrá su sello y habrá variaciones en cuanto a otros temas. Los puntos más importantes a tener en cuenta son las relaciones con las potencias como Estados Unidos o la Unión Europea, la participación en los grupos de naciones como por ejemplo el Grupo de los 20 de la Organización Mundial del Comercio, la relación con los organismos financieros internacionales, los acuerdos comerciales con nuevos países en Asia o Medio Oriente en la búsqueda de nuevos mercados. Ese debería ser el piso de posicionamiento del tema en la agenda.