POLÍTICAS SANITARIAS Y CAMPAÑAS

La OMS es el máximo exponente en materia de salud a nivel mundial. A través de la Asamblea, órgano decisorio, establece normas que rigen parámetros de in­vestigación, prevención y legislación que cumplen los Estados que la conforman.

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La Organización Mundial de la Salud (OMS) es el organismo encargado de coordinar y dirigir la agenda sanitaria dentro de la estructura de la Organiza­ción de las Naciones Unidas. Fue creada en febrero de 1948, por una iniciativa del Consejo Económico y Social de la ONU, a cargo de los asuntos sociales y ambientales, con el objetivo de contar con una institución especializada en temas de salud de carácter universal. Se dedica a la gestión de las políticas sanitarias a escala global, lleva adelante po­líticas de investigación y campañas de control y prevención de enfermedades; como así también, promueve la legisla­ción en materia de salud y sanidad, asesorando a los go­biernos de los Estados miembro.
Está compuesta por todos los Estados que forman parte de la Naciones Unidas, con excepción de Liechtens­tein, único miembro que no firmó la carta constitutiva de la Organización. A su vez, cualquier otro país que ratifique la Constitución, aunque no pertenezca a la ONU, puede formar parte del organismo como miembro asociado, con acceso completo a la información y voto limitado, así mis­mo, otras entidades participan en carácter de observadores dentro de la Organización, como es el caso del Vaticano.
Para la OMS la salud se define como: el estado com­pleto de bienestar físico, mental y social, y con ese ideal trabaja para asegurar una mejor calidad de vida a toda la población mundial. Entre otras funciones se ocupa de de­sarrollar y actualizar la Clasificación Internacional de En­fermedades (CIF),la cual indica los parámetros que rigen a nivel mundial; estipula las pautas mínimas requeridas para los sistemas sanitarios para todos los Estados miembro; lle­va adelante campañas para combatir epidemias alrededor del mundo y establece las normas de vacunación; trabaja en el desarrollo y promoción de programas vinculados a mejorar la calidad de vida de los pueblos, especialmente en las regiones más carenciadas, con sistemas de salud preca­rios y con menores recursos.

La Asamblea Mundial de la Salud, el máximo órgano dentro de la estructura de la Organización, tiene la función de definir la política financiera de la institución, aprobar el presupuesto de los programas y elegir los representantes del Consejo Ejecutivo que cumplen su mandato por pe­ríodos de tres años. La misma, se reúne anualmente, con la participación de representantes de cada uno de los Estados miembro, es la instancia en la que se planifica el trabajo y las prioridades para el siguiente año; por otra parte, dicha Asamblea es la encargada de coordinar el trabajo de las seis oficinas regionales alrededor del mundo.

El Consejo Ejecutivo y la Secretaría, ambos dependien­tes de la Asamblea, son los responsables de la ejecución y supervisión de los programas que se promueven anual­mente; a través de los departamentos técnicos y admi­nistrativos, la OMS también coordina el trabajo con las diferentes Oficinas Regionales. Con el aval de las Naciones Unidas, la OMS lleva adelante investigaciones y presta asis­tencia técnica a sus países miembros, como apoyo en todo tipo de actividades científicas, y establece normas y proce­dimientos que rigen para todos los Estados. En su función de asesor a nivel político, colabora con el desarrollo de leyes especiales en temas de salud, higiene y prevención, conjuntamente brinda asistencia académica y técnica a los departamentos nacionales.

REFORMAS DE LA OMS
Como organismo líder a nivel mundial, la OMS marca la pauta en temas de prevención y erradicación de enferme­dades desde hace más de 50 años. Actualmente, desarrolla cientos de programas y campañas alrededor del mundo, sin embargo debido a la transformación que ha sufrido el es­cenario mundial, causada por distintos motivos, como por ejemplo: el cambio climático; el proceso de urbanización descontrolado y el crecimiento de movimientos migrato­rios ; la OMS se planteó la necesidad de llevar adelante algu­nas modificaciones, que permitan al organismo trabajar de forma más eficiente y adoptar prácticas de gestión más ade­cuadas a los problemas, que hoy en día, plantea la realidad.

Entre los años 2010 y 2014, el Consejo Ejecutivo man­tuvo reuniones extraordinarias en conjunto con los Comités Regionales, donde se plasmaron las ideas para impulsar esta reforma, en la que fueron, los mismos Estados los encar­gados de establecer las prioridades y los desafíos para los próximos años, que incluyen cambios en el área de gestión y gobernanza de la OMS. Los objetivos planteados, en lo que respecta a dicha sección interna, se centraron en fomentar un enfoque más claro en el establecimiento de preponde­rancias, y mejorar la supervisión de los aspectos financieros dentro de la Organización, situación que permitirá especí­ficamente , a nivel institucional, que el desempeño del or­ganismo pueda medirse de manera más efectiva y objetiva.

Dentro de las temáticas de relevancia establecidas en la labor de la Organización, se incluyó continuar avanzando hacia una cobertura sanitaria universal; profundizar el tra­tamiento para enfermedades no trasmisibles y garantizar la aplicación del Reglamento Sanitario Internacional, firmado en 2005, con el que se procura mejorar el acceso a los in­sumos y productos médicos esenciales para todos los países. Con el nuevo plan de trabajo se intenta optimizar los recursos y medir el desempeño de los programas, con el objetivo de apreciar si se alcanzan los objetivos propuestos inicialmente.
Otra de las áreas a perfeccionar es la que correspon­de al trabajo conjunto con otros agentes por fuera de la Organización; la colaboración con Organizaciones no Gu­bernamentales y agentes del sector privado, siempre con miras a mejorar la acción sanitaria a nivel mundial, tarea fundamental dentro de las funciones de la OMS.

CRÍTICAS

Como institución, dentro de la órbita de las Naciones Uni­das, la OMS tiene una gran responsabilidad y exposición pública. Dentro de su labor en la prevención y asistencia en enfermedades, así como su investigación, trabaja de forma participativa con muchos laboratorios y farmacéuticas, y la transparencia en sus relaciones debe ser tratada con mucho cuidado para evitar cualquier tipo de suspicacias. Muchos de los técnicos y especialistas que asesoran a la OMS en los diferentes programas, lo hacen también en laboratorios pri­vados, lo que puede generar un conflicto de intereses. El RSI establece que se convoque un comité de emergencia, que cumple la función de un órgano consultivo, para casos excepcionales como lo fue la pandemia de Gripe H1N1, en el año 2009, o bien el brote del Virus del Ébola, en el 2013. Por tal motivo, debe mantener la mayor claridad posible en todos sus informes y sus contratos, con el fin de alejar cual­quier tipo de sospecha con respecto a la recomendación de determinados medicamentos y/o tratamientos.

Una ola de críticas surgieron, tras el brote de la Gripe H1N1, cuando la OMS calificó, como graves, los episodios que se sucedieron y alertó a los países a tomar medidas urgentes de prevención, que fueron analizadas por expertos como exageradas, hecho que generó sospechas en cuanto a la objetividad de los informes presentados por los equipos técnicos de la Organización. Ante tales acusaciones, a través de su Director General, se tuvo que aclarar la situación para despejar cualquier tipo de sospechas que pudieran desacre­ditar su reputación. Es por ello, que resulta imprescindible, trabajar con la mayor nitidez posible, presentar pública­mente todas las investigaciones que lleva a cabo, y los datos de los especialistas que participan de las mismas.

Esta clase de críticas son las más graves para la credibi­lidad, tanto de la OMS, como de las Naciones Unidas, que debe responder por una institución que funciona bajo su órbita. En otro nivel de importancia, la OMS puede recibir ataques concernientes a su capacidad de gestión en mo­mentos de emergencia, como puede llegar a ser la aparición de algún brote epidémico que afecta a miles de personas en poco tiempo. Para este tipo de casos, hay que tener en cuenta que, ante situaciones límite, la Organización debe movilizar equipos y personas, en el menor tiempo posible, muchas veces a lugares aislados de difícil acceso, lo que di­ficulta su capacidad de respuesta.

DESAFÍOS PARA EL AÑO 2015
La Asamblea Mundial de la Salud, por medio de sus reunio­nes anuales, marca el rumbo a seguir en política sanitaria de cara a los próximos años; en estos encuentros los represen­tantes de los Estados miembro establecen las prioridades y supervisan el funcionamiento de los programas, a nivel glo­bal y a nivel local, en conjunto con las Oficinas Regionales.
En el trabajo del día a día, es la Secretaría de la OMS quien lleva adelante el seguimiento de los planes que ya están en funcionamiento, como así también, es la encargada de impulsar los nuevos proyectos. Entre ellas se destaca un grupo de propuestas de Asistencia a los Países menos Avan­zados, en los que se desarrollan campañas de vacunación contra grandes enfermedades infecciosas, aprovisionamien­to de agua potable, eliminación de residuos y erradicación de enfermedades.
Algunas de las operaciones más importantes, que se es­tán desarrollando actualmente, tienen relación con un plan para reducir el consumo de tabaco; un programa de pro­moción de jeringas descartables y un test de diagnóstico para la detección del Ébola.

Lucha Mundial contra el Tabaco.

La OMS celebró, este año, el décimo aniversario de la entra­da en vigor del Convenio Macro para el Control del Taba­co, primer Tratado Internacional de Salud en el mundo. El CMCT entró en vigencia en el mes de febrero, del año 2005, y establece medidas para reducir la demanda y oferta de ta­baco para la población. El consumo de éste, es un factor de
riesgo, siendo seis, de las ocho principales causas de muerte a nivel mundial, así como también, un atenuante para enfer­medades respiratorias y cardiovasculares, diabetes y cáncer.
Dentro de la órbita de la Oficina Regional para las Améri­cas, con sede en Washington D.C., 30 de los 35 países ratifica­ron el Acuerdo Macro, en el cual se redactaron las leyes para prohibir fumar en lugares públicos y de trabajo; la utilización de advertencias en los paquetes de cigarrillos, y el aumento en los impuestos para su comercialización que, a pesar de la fuerte oposición de las grandes empresas de la industria tabacalera, lograron aprobarse en casi todos los Estados.

Campaña para el uso de jeringas descartables.
La OMS lanzó una nueva campaña, a nivel global, para pro­mover la utilización de jeringas descartables, con el objetivo de reducir la utilización de cánulas inseguras y así, evitar el contagio y diseminación de enfermedades transmitidas por esa vía, como la hepatitis, o el sida. Según las estadísti­cas de la Organización, de esta forma, millones de personas pueden ser protegidas de probables infecciones adquiridas por la reutilización de los mencionados instrumentos. El Director del Departamento de Seguridad de la OMS, Ed­ward Kelly, propone el uso de jeringas auto-descartables, progresivamente, y fijó, como objetivo, la eliminación total de jeringas inseguras, en todo el mundo, para el año 2020.
Cada año alrededor del mundo se aplican 16.000 millo­nes de inyecciones, muchas de las cuales podrían rempla­zarse por otro tipo de tratamiento y así sustituir, como se busca a través de esta campaña, el uso de jeringas inseguras.
Entre las descartables, existen aprobados tres modelos distintos de tres laboratorios, para evitar cualquier tipo de suspicacias respecto de su promoción. La problemática, que aún queda por resolver, tiene que ver con el valor que im­plica la utilización de este producto, el cual promedia, en costos, el doble que las otras jeringas, por lo que la campa­ña prevé la necesidad de incluir también un programa de financiación y recaudación de fondos para hacer llegar el producto a aquellos países de menores recursos.

Test de diagnóstico de Ébola.

Otro de los avances obtenidos, en los últimos meses, es el desarrollo y la aprobación
de un test de diagnóstico rápido, para la detección del virus del Ébola. El nuevo examen arro­ja resultados en 15 minutos y no requiere de laboratorios o instalaciones sanitarias avanzadas para su utilización, siendo un gran adelanto para la lucha contra la propagación de un virus que, desde su aparición contrajeron más de 23.000 personas, y causó la muerte a más de 10.000,casi todas ellas dentro de África.
En las circunstancias en que se verifique un resultado positivo, los especialistas deberán confirmarlo a través de una prueba de sangre, esta herramienta permite determinar, rápidamente, los casos de las personas no contagiadas. Desde la aprobación del test, las agencias humanitarias instaladas en Liberia, Sierra Leona y Guinea, países más afectados por la epidemia iniciada en el 2013, comenzaron a utilizar este método para agilizar la detección de los afectados y ofrecer el tratamiento correspondiente. ◊

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