El 11 de marzo de 2020 la OMS declaraba el estado de pandemia, 40 días después[1] de certificar el brote de la nueva enfermedad como una emergencia de salud pública de carácter internacional. Al momentos más de 150 países tienen sus fronteras cerradas, y el estado de alarma hace que las vida como lo conocemos, tengo un giro radical. ¿Qué pasa en los lugares donde las crisis son una forma de vida, en vez de una emergencia esporádica? ¿Cómo es la vida en los campos de refugiados en Asia occidental?

Son complejos organizaciones donde miles de vidas humanas, viven en condiciones de precariedad, y que siguen adelante gracias a la labor de organizaciones como la UNWRA (ACNUR)[2]. En el mundo hay más de 170.000 casos de contagiados de covid-19, y más de 7000 muertes asociadas. Yes un número que sigue aumentando a cada momento. países con sistemas de salud avanzados están luchando para hacer frente a la propagación del virus, lo que plantea serias preocupaciones sobre la capacidad de las personas con sistemas de salud más débiles para responder y brindar la atención necesaria.

También se han notificado casos de COVID-19 en el área de operaciones de la UNWRA y sus 60 campos de refugiados en 6 países. Se notificaron 130 casos y tres muertes en Líbano, 50 casos en Cisjordania y 12 en Jordania. Se han confirmado pocos casos en Siria y Gaza. Israel ha informado de 300 casos, con transmisión local ahora, mientras que otros países vecinos están experimentando un aumento en los casos confirmados[3]. Esto indica que el riesgo de transmisión está aumentando.

Para contener el contagio, las autoridades han aplicado medidas restrictivas, limitando o prohibiendo los viajes hacia y desde los países afectados, que requieren períodos de cuarentena para las personas que han estado en los países afectados o en contacto con los casos, decretando el cierre de escuelas, universidades y lugares públicos. También se prohibieron grandes reuniones, eventos deportivos y conferencias internacionales, entre otras cosas.

Se han implementado amplios controles fronterizos en todos los campos de operación de la UNWRA. Actualmente, todas las escuelas y centros TVET[4] (Educación y Vocación Técnica), que tienen más de 541,000 estudiantes matriculados, están cerrados en todos los campos, de acuerdo con las directivas de los países anfitriones, al igual que dos instituciones de capacitación de docentes de UNRWA en Cisjordania y Jordania. Esos chicos son hoy atendidos por un número muy reducido de personas de acción humanitaria, y que solo se les deja pasar con certificaciones especiales, dependiendo de cada check point que se cruce para llegar a destino. Las restricciones al acceso de los refugiados a los servicios de la comisión para refugiados son graves. Con el financiamiento que tienen los campos de refugiados, mucho menos que otros programas internacionales, están todavía en alerta amarilla respecto de la situación ligada al covid-19.

A medida que esta emergencia de salud continúa, los riesgos para la organización aumentan día a día, en términos de la salud y la seguridad de la comunidad de 5.6 millones de refugiados registrados. UNRWA tiene el mandato de ayudar y proteger, a sus 30,000 empleados. El organismo también está implementando la aceleración de planes de educación sobre los que ya trabaja como el Programa de autoaprendizaje, que incluye lecciones educativas sobre el Canal de YouTube de la UNWRA, el Programa de aprendizaje interactivo y materiales impresos a distribuirse en los diferentes campos.

Como todo proyecto humanitario la UNWRA tiene protocolos sanitarios muy desarrollados, que pueden servir a otras naciones, en estos momentos de crisis. Una vez más, la comunidad internacional debe poner su foco en los refugiados, cuya organización en tiempos de crisis, sirve de guía para el resto de la comunidad internacional. De hecho la OMS, enfatizó este aspecto en el anuncia del su actual director general, Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, en su anuncio semanal del 29 de abril de 2020.

La situación está evolucionando rápidamente y que el estado de preparación y respuesta varía según los ámbitos de operación del Organismo debido a las diferentes necesidades y capacidades. Estas especificidades se reflejan en los requisitos de respuesta inicial incluidos en la presentación antes la OMS en marzo, para el periodo abril-junio.

[1] OMS, 30 de enero de 2020.

[2] United Nations Relief and Work Agency / Alto Comisionado de Naciones Unidas para Refugiados.

[3] Cantidad de casos notificados por medios oficiales de cada Estado, al 04 de mayo de 2020.

[4] Technical Vocational Education and Training, por sus siglas en inglés.

 

Artículo presentado por el Consejo Argentina de Relaciones Internacionales en sus “Aportes al Covid-19”: http://www.cari.org.ar/recursos/coronavirus11-05-20.html

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María Cecilia Benac es conferencista, escritora e investigadora. Magister en Políticas Públicas (Flacso), Profesora en Diplomacia y Licenciada en Relaciones Internacionales (USAL). Especializada en seguridad y estudios internacionales. Entre otros posgrados realizados, se destacan los de la Universidad de Leiden (Países Bajos), Emory, Yale (EEUU) e IESE (España). Docente de la Escuela Argentina de Negocios entre otras instituciones. proyecto humanitario comunicacional, el cual dirige hasta la actualidad. Como miembro de Reporteros Sin Fronteras, cubrió los conflictos y guerras en Medio Oriente entre 2010 y 2016. Participando también de Misiones de Seguridad y Acción Humanitaria en Palestina, Egipto, Líbano, Marruecos y Siria. Es periodista y redactora en medios especializados.