Manuel Belgrano realizó otros importantes aportes en Educación; durante esa época no existían escuelas para mujeres; él quería crearlas puesto que pensaba que para ser buenas madres, las mujeres debían educarse. Cabe destacar el interés de Belgrano, en esta línea, en sus primeras Memorias Consulares señala: “Se deben poner escuelas gratuitas para las niñas, donde se les enseñará la doctrina cristiana, a leer, a escribir, coser, bordar, etc., y principalmente, a inspirarles amor al trabajo, para separarlas de la ociosidad, tan perjudicial o más en las mujeres, que en los hombres“. A su vez, el prócer pretendía que la educación fuera gratuita para todos.

Según Mitre, “Belgrano aconsejaba que se abrieran escuelas en todos los barrios de la ciudad y en todas las villas de campaña, para los niños de ambos sexos, en circunstancias en que no existía en Buenos Aires, más que una sola escuela de primeras letras, que se llamaba “desrey”, por ser la única costeada por la Corona de España“.

Para Manuel Belgrano, la educación era entendida, básicamente, como un fundamental y necesario motor de progreso de toda la sociedad. Además, en varias de sus Memorias Consulares, dedica espacios para reflexionar sobre la importancia de la misma, dejando en claro su postura. En la primera de ellas sostiene: “Uno de los principales medios que deben aceptar a este fin, son las escuelas gratuitas, donde pudiesen los infelices (es decir los pobres), mandar a sus hijos sin tener que pagar cosa alguna por su instrucción; allí se les podría dictar buenas máximas e inspirarles amor al trabajo, pues un pueblo donde no reine éste, decae el comercio y toma lugar la miseria; las artes que producen abundancia que las multiplica después en recompensa, decaen; y todo, en una palabra, desaparece, cuando se abandona la industria, porque se cree no es de utilidad alguna“.

Considerando todo el ideario educativo de Belgrano, alguno de cuyos términos pueden resultar llamativos actualmente (como que denomine “infelices” a los pobres) y que resultan, por tanto, necesitados de contextualización, está presente la posibilidad de educar a los más desfavorecidos y darles, de esa manera, una posibilidad de progresar socialmente. En este sentido señala en su Memoria Consular del año 1802: “Sin enseñanza no hay adelantamientos…” y “he clamado siempre por la escuela (…) como medio para la prosperidad del Estado“.

Desde una posición que algunos definirían como liberal, Belgrano, experto en política económica, estaba convencido de que era necesario formar a las nuevas generaciones en diversas artes y ciencias y, además, que esta formación debía ser gratuita.

Sus esfuerzos en materia educativa se plasmaron en la creación de dos instituciones que corrieron diversa suerte:

  • La Escuela de Náutica, que continúa abierta en la actualidad, creada bajo la premisa de que no podía darse el desarrollo económico sin poseer una flota mercante autónoma.
  • La Academia de Geometría y Dibujo, que tuvo corta vida y que Belgrano defendía señalando que: “Los buenos principios los adquirirá el artista en una escuela de dibujo que, sin duda, es el alma de las artes. Algunos creen inútil este conocimiento; pero es tan necesario que todo menestral lo necesita paraperfeccionarse en su oficio; el carpintero, el cantero, el bordador, el sastre, el herrero y hasta los zapateros no podrán cortar unos zapatos, sin el ajuste y perfección de vida, si no saben dibujar. Aún se extienden a más que a los artistas, los beneficios que resultan de una escuela de dibujo; sin este conocimiento, los filósofos principiantes, no entenderán los Planisferios de las esferas celeste y terrestre, ni los armilares que se ponen para estudiar el movimiento de la tierra, y demás planetas en sus respectivos sistemas: y por consiguiente, los dueños de las máquinas eléctricas y neumáticas y otros muchos que se ponen ya en sus libros“.

Referencias bibliográficas

Belgrano, M. Documentos para la historia. Tomos I y II. En “Plan de acción” presentado al Consulado de Comercio de Buenos Aires.

Belgrano, M. Escritos económicos. Raigal. Buenos Aires, 1954.

Gondra. L. Las ideas económicas de Manuel Belgrano. Imprenta de la Universidad de Buenos Aires,

Ministerio de Educación de la Nación, Subsecretaría de Coordinación Administrativa y Producción: Dirección de Gestión Informática.