Vivimos con un grave problema de criminalidad derivado principalmente de una disputa férrea entre los principales carteles de la droga cuya finalidad es ganar territorios y rutas de trasiego de droga sobre todo en zonas fronterizas del país, principalmente al norte, así como zonas portuarias; durante estas luchas se han generado diferentes fenómenos criminológicos y criminales en los que impera la violencia y los esquemas terroristas, estas organizaciones buscan sembrar el terror principalmente en grupos rivales, sin embargo, estos esquemas también van dirigidos tanto a las instituciones encargadas de mantener la seguridad en el país como a las corporaciones policiales en los tres niveles de gobierno y a las instituciones encargadas de la procuración e impartición de justicia.

Por lo anterior es necesario mencionar que lamentablemente el fenómeno del narcoterrorismo ya es un problema nacional, es implementado de una manera estratégica por parte de los carteles de la droga

La principal causa de esto es la disputa de territorio y cobro de cuentas entre el cartel de Sinaloa o del Pacifico liderado por Joaquín el “Chapo” Guzmán, que es actualmente el narcotraficante más buscado y está considerado entre las personas más ricas del mundo según la revista Forbes; contra el grupo de los Zetas liderado por Humberto Lazcano, “El Lazca”. Cabe mencionar que este grupo es considerado el más violento de los carteles del narcotráfico y surge del Cartel del Golfo. Los Zetas, fue conformado por militares y exmilitares del ejército mexicano de los grupos especiales como los “GAFES” (Grupo Aeromóvil de Fuerzas Especiales) mucho de ellos expertos en explosivos.

Los Carteles implementan diferentes esquemas para sembrar el terror, una de sus técnicas más utilizadas es la decapitación, después suelen dejar los cuerpos desmedrados en zonas públicas junto con cartulinas con mensajes, ejecuciones video grabadas, detonaciones de granadas de fragmentación y explosión de coches bomba. Algunos analistas refieren que el precedente del narcoterrorismo en México inicia en 2005 con Edgar Valdez Villarreal “La Barbie” cuando por primera vez se graba y es difundida, por el Dallas Morning News, laSEGURIDADejecución de cuatro personas que pertenecían a la organización de Los Zetas y que habían sido levantados en Acapulco, Guerrero como reclamo a la muerte del hermano de “La Barbie” en manos de los Zetas.

En los últimos 10 años se ha dado una descomposición de los códigos entre los carteles, lo cual ha sido un factor determinante para el incremento de una lucha ensangrentada en varias partes del territorio mexicano.

La cifra de muertes relacionadas con el narcotráfico y el crimen organizado es alarmante pues supera los 60 mil decesos, dentro de los cuales se encuentran mas de 900 niños y un sin número de personas desaparecidas.

El precio de la vida humana en México se abarató y las formas de ejecución son cada vez más violentas y terroríficas, el problema del narcoterrorismo en nuestro país es imposible de ocultar y de ignorar. Este fenómeno tiene características muy especiales, por lo cual es indispensable aplicar esquemas de política criminológica que nos conlleve a conocer más sobre el fenómeno y así darle una atención eficaz.

Cuando vemos lo que esta pasando en México en relación al narcoterrorismo solemos compararlo con lo que sucede en otros países del mundo, sobre todo a los que se dan en Colombia (FARC), Perú (Sendero Luminoso) o Bolivia (ELN); sin embargo, lo que sucede en México es algo distinto ya que los objetivos de estos grupos son esencialmente político-sociales, reivindicativas para que una política favorezca su doctrina ideológica y, según sus palabras, el trafico de drogas es la principal vía de financiamiento. En México el terrorismo es implementando por los carteles del tráfico con la intención principal de sembrar miedo y terror a los grupos enemigos, al Estado, medios de comunicación y a la sociedad, esto ha inferido directamente a que el clima del narcotráfico y la delincuencia organizada sea violento.

Algunos analistas apuntan a que México es un narco Estado, lo cual considero una apreciación incorrecta, pues un narco Estado es aquel en el que el narcotráfico toma control de un país y, a pesar de que el problema es grave y el panorama poco favorable, México no ha llegado a ese punto.

El narcoterrorismo en México nos muestra un panorama de descomposición nacional que se debe a varios factores, entre ellos están la ineficacia de los servicios de inteligencia en el país, un alto índice de corrupción, un modelo penal errático, un rompimiento del tejido social, falta de un nuevo modelo policial basado en la profesionalización y mejoramiento de infraestructura, el tráfico de armas y nuestra posición geográfica entre otras.

La demanda de drogas en el mercado norteamericano, así como el incremento del autoconsumo y el trafico de armas, son factores determinantes para que el estado mexicano se encuentre en esta lacerante problemática social donde cada vez más los tentáculos de estos criminales alcanzan al estado civil, una de las cosas que preocupan a la sociedad mexicana en todos sus rubros es el hecho de que se ha incrementado el número de víctimas civiles que caen en esta llamada guerra contra el narcotráfico, un claro ejemplo es lo sucedido el 15 de septiembre de 2008 en el centro de la ciudad de Morelia Michoacán cuando se llevaban a cabo los festejos de la Independencia de México, el grupo criminal de la Familia Michoacana hizo estallar dos granadas de fragmentación en la plaza principal causando la muerte de 8 personas y mas de 130 heridos, siendo este evento la primera muestra clara de narcoterrorismo en México.

El término narcoterrorismo es difícil de aceptar para las autoridades, el atentado de Morelia marco la pauta para modificar todos los esquemas de seguridad en cualquier evento masivo a lo largo y ancho del país, es importante reflexionar que en este grave acontecimiento los órganos de inteligencia y los esquemas de seguridad no fueron eficaces, pues existían amenazas sobre lo que podría suceder y el aparato de inteligencia no tuvo la capacidad de reaccionar y así evitar esta grave tragedia en el estado natal del ex presidente de la República, Felipe Calderón, mismo que al inicio de su administración anuncio un combate frontal al narcotráfico y el crimen organizado, y cuyas operaciones dieron inicio en ese mismo lugar, Michoacán.

Otro de los eventos lamentables donde la sociedad mexicana inocente resultó ser víctima es el acontecido en el “Casino Royale” en la Ciudad de Monterrey Nuevo León, el 25 de agosto de 2011, un grupo de sicarios de los Zetas prenden fuego a dicho casino y causan la muerte de 52 personas, esto en represalia a que el dueño de dicho casino no quiso pagar las extorsiones de este grupo delictivo.

Recientemente se registró otro hecho lamentable, la explosión de un coche bomba con mas de 10 kgs de explosivos en Ciudad Juárez el 15 de julio 2010, cuando reportan un supuesto policía lesionado en el centro de la ciudad y al acercarse paramédicos y policías, tanto federales como Municipales, a través de un celular hacen detonar dicho auto causando la muerte de un policía federal, un policía municipal, un médico y un paramédico, en total cuatro muertos y siete lesionados en su mayoría policías. Dicho atentado se lo adjudicó al Cartel de Juárez a través de su grupo ejecutor denominado la “Línea”, en respuesta a la detención su líder “El 35”, por parte de la policía federal.

En el último año más de cinco coches bomba han explotando sobre todo en estados fronterizos del norte, como Tamaulipas y Nuevo León, dejando por lo menos tres policías muertos. Es muy claro que los actos de terrorismo de estos grupos o carteles son dirigidos principalmente a los cuerpos de seguridad, en este caso a los policías; otro blanco, empiezan a ser los periodistas y otro es un mensaje al propio Estado, lógicamente en represalia a las acciones de éste.

Es indispensable evitar llegar a un narcoterrorismo como el que se vivió en Colombia, el cual en este caso es válido analizar y comparar. Cuando en 1979 Colombia firma el tratado de extradición con Estados Unidos se dan las condiciones para extraditar a los capos de la droga. Uno de los casos mas relevantes del narcoterrorismo en Colombia de los que se tiene registro es el conflicto suscitado entre los “Extraditables” y el General Miguel Maza Márquez quien era el Director de la DAS (Departamento Administrativo de Seguridad) cuando el 6 de Diciembre de 1989, Pablo Escobar Gavidia, detona un autobús con mas de 500 Kg de dinamita en el edificio de la DAS, ocasionando 40 muertos, mas de 112 heridos y 700 lesionados, salvando la vida el General Miguel Maza Márquez. En esta época en Colombia podrían enlistarse demasiados atentados por parte de los narcotraficantes colombianos hacia gobernantes, periodistas, policías, candidatos, etcétera. México no ha rebasado aquella incidencia de los años ochenta y principios de los noventa en Colombia, pero los signos y los acontecimientos que se están suscitando tienen un camino similar.

México lamentablemente se encuentra en un proceso creciente en cuanto a casos de terrorismo vinculado a grupos criminales o de narcotráfico. Este fenómeno criminal tiene el principal objetivo de sembrar un impacto violento para corromper y atemorizar a quienes se resisten a entrar en dichos esquemas delictivos, pero también, es sobre todo una demostración de fuerza hacia sus rivales, donde lo más lamentable son los daños colaterales, la afectación a la ciudadanía que vive en una psicosis constante y donde merma un desarrollo social sano; el narcoterrorismo esta consiguiendo sus objetivos y se visualiza en un escenario cada vez más grave y violento. La sociedad exige una respuesta por parte del Estado mexicano pues esta guerra contra el narcotráfico ha resultado un fracaso.

El crimen organizado se ha tornado más violento, como se expresó previamente, se ha vuelto un monstruo de mil cabezas dominado principalmente por los carteles de Sinaloa o Pacifico, Los Beltrán Leyva, el Cartel de Tijuana, el del Milenio, el Cartel del Golfo, el cartel de los Zetas, la Familia Michoacán, los Caballeros Templarios, el Cartel de Colima, el cartel de Juárez y el de Oaxaca. Estos son actualmente los Carteles o grupos criminales más significativos en México, lo cual no quiere decir que son los únicos pero sí los de mayor presencia y operación tanto a nivel nacional como internacional, ya que se han ido apoderando de Sudamérica, Centro América y Europa, lo cual es un tema que se debe tratar de inmediato y de manera determinante.

Datos de los sistemas de inteligencia refieren a que hay más de 130 grupos criminales dedicados al narcotráfico en México. Y en este rubro es indispensable mencionar que algunos de estos grupos, sobre todo el Cartel de los Zetas, ha diversificado su actuar criminal, pues han incursionado además del narcotráfico en extorsiones, secuestros, atraco de camiones con mercancía, piratería en productos apócrifos y tráfico de personas principalmente. Dicho grupo tiene una rivalidad resaltada con el Cartel de Sinaloa y con el Cartel del Golfo, la disputa por el territorio fronterizo de Tamaulipas hacia Nuevo León y el Puerto Acapulco son los principales escenarios de dichos enfrentamientos.

Es urgente aplicar esquemas de política criminológica y antever los diferentes factores que provocan este grave problema para no seguir viviendo estos fenómenos criminales en México que día a día lesionan más a la población en todos los sectores sociales.