LA ALHAMBRA Y OWEN JONES
Pocos monumentos en el mundo atesoran la belleza, la fuerza poética y el encanto de la Alhambra de Granada. Con su extraordinaria situación sobre la cima de una colina, que posibilita un excelente contacto con la naturaleza, aprovechando a su vez la cercana presencia y las vistas de la ciudad, con sus muros interiores y el exuberante decorado de maravillosas cerámicas vidriadas, yeserías y poemas, este conjunto de palacios es el mayor logro de todo el arte andalusí y, quizás, del arte islámico mundial.
Reconciliando Mundos viajó a este maravilloso lugar para traerles exclusivas imágenes de uno de los monumentos de la cultura hispano-islámica, más visitados del mundo.
QUIÉN FUE OWEN JONES
Owen Jones (n. 1809) fue un protagonista central de los grandes debates estéticos de mediados del siglo XIX. En sus casi 50 años de actividad, realizóproyectos de arquitectura y de decoración interior, diseño industrial de piezas y elementos constructivos, ilustraciones de libros, propuestas tipográficas y diseños para barajas de naipes, entre otras actividades. Viajó por España, Francia, Italia y Oriente, escribió libros de muy amplia difusión, dio clases y conferencias y gozó de una enorme influencia que se prolongó mucho más allá de su muerte en 1874.
Uno de sus viajes lo llevó a Granada y al decisivo encuentro con la Alhambra, junto a su amigo Jules Goury. En sus dos visitas a la Alhambra (1834 y 1837), Jones miró el monumento granadino con nuevos ojos: no ya como motivo de ensoñaciones o leyendas románticas, sino como un verdadero tratado de arquitectura, un depósito olvidado en el que era posible rastrear esa ciencia exacta del ornamento y del colar, cuyas leyes trataban de hallar por entonces los arquitectos contemporáneos. Fue en la Alhambra donde surgió su constante aspiración a integrar el legado islámico en la cultura contemporánea, un objetivo que persiguió durante toda su prolongada actividad como arquitecto y decorador.
Su estudio del monumento fue extremadamente minucioso, con dibujos, levantamientos e incluso calcos y vaciados en yeso. Fruto de este trabajo fue la publicación en 1842 y en 1845 de los dos volúmenes de Plans, Elevations, Sections and Details of the Alhambra, obra clave de un nuevo tipo de orientalismo que convirtió a la Alhambra en uno de los máximos referentes del debate arquitectónico del siglo XIX.
LA MUESTRA EN GRANADA
La muestra temporal se llevó a cabo entre el 21 de octubre de 2011 y el 28 de febrero de 2012, en el Conjunto Monumental de la Alhambra y el Generalife, en Granada, España. Fue una exposición organizada por Victoria and Albert Museum de Londres. Todas las obras expuestas merecen varios minutos de atención a su detalle y estudio, aplicados por Owen Jones en función de sus observaciones sobre este monumento tan impresionante que es la Alhambra, junto al palacio de Carlos V.
La muestra pretende contribuir no solo al estudio de la figura de Jones, sino al conocimiento de la historia del importante papel desempeñado por la Alhambra en las reflexiones de numerosos artistas y arquitectos contemporáneos, así como también de historiadores y politólogos, que ven al Islam como un conjunto cultural y civilizacional único para el desarrollo de ciertas regiones, en este caso, de Al Ándalus, en el sur de la península Ibérica.
La exposición no podía olvidar la amplia influencia que la obra y las teorías de Jones ejercieron sobre sus contemporáneos. Numerosos objetos y elementos ornamentales creados por artistas de diversos países que se beneficiaron de Owen Jones y nos recuerdan que su figura solo puede entenderse en el marco de un contexto más amplio, el de la problemática del arte, la arquitectura y el diseño modernos, en el que Owen Jones dialogó con figuras como Ruskin, William Morris, Henry Cole o Christopher Dresser. La huella de Jones puede advertirse igualmente en la Alhambra, donde será una de las referencias esenciales de los restauradores más importantes y en especial, de Rafael Contreras.
LA ALHAMBRA
Se conjugan milenios de expresiones artísticas y préstamos estilísticos de muchas culturas. La Alhambra fue edificada en una zona sísmica, y el hecho de que todavía se mantenga en pie y en perfectas condiciones es obra del azar. A esto se le suman las guerras en la zona andalusí, los saqueos y el paso de poder de la provincia, desde sultanes, emires, ocupantes gitanos, españoles y hasta las invasiones napoleónicas del siglo XIX. A todo pudo resistir la magia de la Alhambra.
En las construcciones de la Alhambra siempre hay un patio interior con una fuente de agua rodeado de habitaciones que se abren hacia él, como una típica casa andalusí. No existe en la disposición edilicia un eje central ni un alineamiento de salas por las que se deba ir pasando.
En vez de ellos, se entra a distintos patios, alrededor de los cuales se encuentran salas de diferente tamaño e importancia. Los patios que construían los nazaríes son ajardinados y están rodeados de paredes, son rectangulares y tienen una fuente en el medio que permitía en esa época regular la temperatura del ambiente. En uno de este tipo de patio-jardín, está el Patio de los Leones que en el islam representa una imagen del Paraíso y su nombre coránico al-yanna tiene dos traducciones: jardín y lugar oculto.
También está el Patio de los Arrayanes, que se denominó así por los arrayanes que sustituyeron en el siglo XIX a los frutales y rosales de la época nazarí. En el agua de la alberca, se reflejó la Torre de Comares, que en su interior tiene un salón donde los Reyes Católicos pactaron con Colón su viaje a las Indias, que resultó en el descubrimiento de América.