En el 2015 se espera que los precios de las principales materias primas, entre ellas los metales, continúen deprimidos debido a dos factores: por un lado, el mayor dinamismo económico de EE.UU. permitirá a la Reserva Federal comenzar la “normalización” (suba) de las tasas de interés de referencia, mientras que por otra parte, se estima que la economía china continuará en su proceso de desaceleración gradual.
¿Cómo estos factores afectan negativamente a los precios de los metales? Por el canal financiero, la suba de la tasa de interés de EE.UU. hará atractivos los activos financieros nominados en dólares, cuyos rendimientos serán mayores por la suba de la tasa fijada por la Fed.; los recursos migrarán de otros activos, entre ellos los metales preciosos como depósito de valor, disminuyendo su demanda; en tanto, el menor crecimiento de China también bajará la demanda de minerales metálicos, por lo que al no reducir la producción tanto como la demanda, presiona sobre los precios a la baja.
El presente artículo analiza los efectos de la caída de los precios de las principales materias primas, entre ellas los metales, continúen deprimidos debido a dos factores: por un lado, el mayor dinamismo económico de EE.UU. permitirá a la Reserva Federal comenzar la “normalización” (suba) y las tendencias para los próximos períodos.
AMÉRICA LATINA: FUENTE INAGOTABLE DE RECURSOS
En el caso de los minerales metálicos, entre los países de la región hallamos grandes productores a nivel mundial.
Chile es el principal productor de cobre, mientras que Perú ocupa el tercer lugar. En el caso del oro, Perú, México y Brasil se encuentran entre los mejores diez. México es líder, a nivel global en la extracción de plata y entre los diez productores más grandes de este metal están: Perú, Bolivia y Chile. Además, Perú, México y Bolivia figuran entre los primeros productores de zinc a nivel mundial (véase Cuadro 1, que muestra los volúmenes producidos en el 2014).
Por su gran riqueza natural, referida a la explotación minera de metales, América Latina es un destino interesante para la inversión, tanto para países del primer mundo, como para los emergentes, como China. Pero, si bien esto deriva de la riqueza en recursos naturales de la región, existen factores adicionales como: la estabilidad política y económica que se verifica en los países productores. P. Buchholz, Dir. de la Agencia Alemana para las Materias Primas
(DERA, sus siglas en alemán) dijo que: “Tanto Chile, Brasil y Perú son emplazamientos atractivos por ser países estables políticamente y con alto potencial de recursos”.
VOLUMEN DE PRODUCCIÓN Y PRECIOS DE LOS METALES
Si bien, producción y precios son variables que se determinan por separado, la relación existente entre ambas determina analizarlas en conjunto. Previo al 2003, la demanda mundial de metales mostraba un crecimiento lento, sin embargo, a partir de ese año, un acelerado crecimiento de la demanda se trasladó a un alza en los precios debido a cuatro factores: el intenso crecimiento de China; la mayor expansión económica estadounidense; la recuperación de Japón y la expansión de las economías de nueva industrialización en Asia.
Esta dinámica expansiva se mantuvo hasta el 2012; los años 2013 y 2014 resultaron ser de baja en los precios de los metales. Según cifras de la CEPAL, el precio de minerales y metales sufrió un descenso del 12,9%, en el 2014, por la desaceleración del sector de la construcción y de la manufactura en China, país que es uno de los principales demandantes mundiales, luego de una baja mayor en el año previo, en el cual los precios de los metales cayeron un 16,7%.
A la incertidumbre sobre la dinámica de la economía mundial se suman los riesgos asociados a los precios de las materias primas y la dinámica financiera internacional.
No obstante, para este año el Banco Mundial proyecta que los precios aumentarán un 1,2%, lo cual contrasta con las cifras de los últimos años.
Aunque no todos los pronósticos son favorables, para la consultora Ernst & Young, los precios descenderán por el exceso de oferta, por buenos resultados en la producción ligados a bajas en la demanda. De esta forma, precios como el del cobre continuarán a la baja, aunque esta tendencia no será para todos los metales (en el caso del zinc y el plomo, el déficit en la oferta permitirá mejores resultados a nivel precios).
Evolución de la producción Entre los años 2005 y 2014, la producción mundial de cobre pasó de 15.047 miles de toneladas métricas finas (TMF) a 18.705 miles de TMF, significando un incremento del 24,3% del volumen de cobre producido. En el mismo período, la producción correspondiente a las tres principales regiones: Chile, Perú y México, aumentó un 14% y pasó de 6.756 miles de TMF (2005) a 7.700(2014), según cifras de U.S. Geological Survey1 la región se expandió por debajo de la mundial, la participación de los tres países, en el total mundial, descendió del 44,9% que representaba en 2005, a 41,2% en 2014. A pesar de esto, más de 4 de cada 10 unidades producidas de cobre corresponden a la región.
Analizando por país, Chile, principal productor mundial, verificó una expansión del 9% del volumen en el período mencionado, de producir el 35,4% del cobre mundial (2005), generó el 31%( 2014).
Perú, dado que el crecimiento fue superior al total (+36,6%), aumentó su participación en el total mundial del 19% al 23,8%. Por último, en México la producción se expandió un 22,4%, similar a la evolución del total, por lo que la participación se mantuvo en el 2,8%.
Pasando a la producción de oro, a nivel mundial, se expandió en el período bajo estudio un 18,1%, pasando de 75.196 miles de finas onzas a 88.790, mientras que los principales países productores de este metal (Perú, México y Brasil) aumentaron su volumen producido un 7,3% en el mismo período, de 8.894 miles de finas onzas(2005) a 9.539 (2014), provocando una disminución de la participación en el total mundial: en el 2005 fue el 11,8% y en el 2014, el 10,7%.
En Perú, los conflictos sociales relacionados con el entorno de la producción de oro y el agotamiento de varios proyectos provocaron una caída del 32,7% de la producción entre 2005 y 2014, por lo que su peso relativo en el mundo bajó de 8,9% a 5,1%.
Por su parte en México, se incrementó un 193,2%, pero debido a su escaso volumen relativo producido a nivel mundial, su participación aumentó del 1,3% del total, al 3,2%. Por último, Brasil expandió su producción un 76,8%, por lo que su peso relativo creció del 1,6% (2005) al 2,5% (2014). En el caso del mineral, la plata, entre 2005 y 2014 la producción alcanzó un 22,6%. En el primer año se produjeron 667.881 miles de finas onzas y, en el año 2014, la cifra llegó a las 818.675, los principales productores (México, Perú, Bolivia y Chile) expandieron su producción un 35,7% en conjunto, pasando de producir 254.564 miles de finas onzas a 345.404. Así, el aumento de la región, superior al verificado en la producción a nivel mundial, ha visto incrementado el peso relativo de los productores de América Latina en el total, yendo del 38,1% (2005) al 42,2% (2014).
México, principal productor a nivel mundial, expandió su producción un 57,1%, ubicándose en posición de privilegio, desplazando a Perú al tercer lugar, luego de China.
Su participación aumentó del 13,9% del total, al 17,9%. Perú “perdió” el primer lugar a nivel mundial pues su producción creció un 17,8% entre 2005 y 2014, por debajo del promedio total y su peso relativo disminuyó del 15,4% al 14,8%. En Bolivia, el volumen aumentó un 200,5%, subiendo varios lugares en el ranking de productores, pasando de representar el 2% de la producción mundial al 4,9%. Y en Chile, la producción de plata se contrajo un 17,1%, con lo cual su peso relativo en el total pasó del 6,7% (2005) al 4,6% (2014).
Finalmente, la producción de zinc pasó de 9.929 miles de TMF (2005) a 13.329 (2014), siendo un incremento del 34,2%. En el mismo período, la producción de los principales países productores pasó de 1.838 miles de TMF a 2.429 (+32,2%), por lo que la participación de América Latina, en el total producido de zinc, se mantuvo estable, del 18,5%(2005) al 18,2% (2014).
En el desagregado por países, la producción de Perú creció un 9,7%, por debajo del promedio, o sea su participación en el total se redujo del 12,1% (2005) al 9,9% (2014). En tanto, México la incrementó un 47,1%, aumentando su peso relativo del 4,8% al 5,3%, y Bolivia tuvo un crecimiento del 156,3%, llevando su participación en el producido a nivel mundial del 1,6% al 3,1%.
Dinámica de precios
La caída en el precio de los metales influyó en la desaceleración de las economías de América Latina en los últimos años, lo que beneficia a las economías importadoras de minerales y metales, en contraposición a aquellas economías fuertemente ligadas a sus exportaciones, por la estrecha diversificación productiva.
Respecto a la dinámica presentada a nivel por tipo de metal, el precio del cobre se contrajo 6,4% en 2014, comparado con el máximo alcanzado en 2011 (USD 400,20 ctvs. /lb.), el retroceso es mayor (22,2%).
En el caso del oro, la baja en 2014 fue del 10,3%, siendo de 24,2% respecto a la cotización en 2012 que fue la más elevada (USD 1.669,87/oz.tr.).La plata registró la caída más pronunciada tanto en términos interanuales (-20,0% en 2014), como al máximo alcanzado en 2011 (USD 35,17/oz.tr.) donde alcanzó el -45,7%. El zinc fue el único metal que, en 2014, mostró una evolución interanual positiva (+13,2%), aunque frente al máximo alcanzado en 2006 (USD 148,56 ctvs. /Lb.) la caída fue del 34,0%.
De 1995 al 2005, los principales metales evolucionaron parsimoniosamente en su cotización, con períodos de subas y bajas, pero a la par. A partir de 2006 presentaron dinámicas propias, distanciándose (véase gráfico 2); el precio de la plata tomó un rumbo ascendente alcanzando un máximo en 2011, a partir del cual comenzó a derrumbarse.
El oro siguió la misma tendencia, pero a menor velocidad, logrando la cotización más elevada en 2012, luego tuvo un gradual descenso. Por su parte, el cobre estuvo a la par de los anteriores, pero su performance fue más lenta y, luego del precio máximo alcanzado en 2011, decayó. El zinc constituye un caso particular, ya que logró la cotización más alta (2006), luego mostró fases alternadas pero su precio se mantuvo “relativamente” estable.
En este escenario, se destaca el rol que jugó la economía china como demandante para su desarrollo industrial, no sólo fue el principal destino de las exportaciones de dichas materias primas desde América Latina, sino que también desarrolló un proceso de aprendizaje al punto de sustituir parte de sus importaciones. A la vez, en el último tiempo el gigante asiático se sumergió en un proceso de ralentización económica derivando en un descenso de la absorción de dichos productos. A esto, se suman importantes proyectos mineros en Bolivia, Perú y Chile, realizados años atrás, cuando la bonanza de precios internacionales en alza auguraba una importante rentabilidad minera futura. Con el tiempo, el desarrollo de los mismos tropezó con el deterioro económico mundial, la desaceleración china, principal socio comercial, generando un exceso de oferta que impactó en las cotizaciones.
Por último, el mundo está expectante a la política monetaria de la Fed, es inminente el incremento de la tasa de referencia debido al recalentamiento de la economía. Una tasa de interés en 0,25 p.p. ha servido para reencauzar la actividad deprimida tras la crisis financiera de 2009, pero luego de seis años, es necesario subirla antes de que se produzca un proceso inflacionario. Ante esto, es inevitable que el precio del oro como de la plata, utilizados como reserva de valor, se depriman aún más, como consecuencia de que si bien no constituyen activos riesgosos, no pagan una rentabilidad; por lo que los inversionistas trasladarán su dinero hacia el activo sustituto que asegure un interés adicional.
IMPACTO FISCAL DEL “NUEVO” CONTEXTO EXTERNO
En este escenario, Chile, principal productor de cobre presenta serias dificultades en el frente externo por la fuerte dependencia de las exportaciones mineras que representan alrededor del 40% del total. Pese a la transformación y modernización de su economía en las últimas cuatro décadas, el cobre sigue siendo un elemento crucial en su mercado y compone cerca del 52% de sus exportaciones, por lo tanto, la tendencia a la baja en el precio de este metal representa un riesgo económico ya que, si bien la caída en el precio del petróleo merma la fuga de divisas abaratando las importaciones petroleras, impacta negativamente sobre el balance fiscal. La brecha entre el precio estimado, en el presupuesto 2015, y el valor actual generaría menores ingresos para al fisco por sobre USD 2.700 millones, por lo que el déficit iría de 1,9% al 3% del PBI.
Perú también presenta una gran dependencia de sus exportaciones mineras, que abarcan más del 50% de las ventas al extranjero. En 2014, fueron el 53,7% del total, pero su peso relativo se redujo desde 2010, cuando llegaron al 63,4%. Este retroceso se asocia a la caída de las cantidades exportadas, en especial de cobre, por la reducción de las compras de China a su nivel más bajo desde 2010.
Pese a esta coyuntura, Perú tiene buen posicionamiento para diversificar su matriz productiva ya que cuenta con mayores recursos que otros países mineros. No obstante, las arcas públicas sentirán el cimbronazo, disponiendo de menores ingresos para palear el gasto público, considerando que en 2014 la economía cerró con un déficit fiscal del 0,3% del PBI.
En el caso de Bolivia, donde la industria minera es la segunda actividad más importante después de los hidrocarburos, el impacto sobre las cuentas públicas de la baja de los precios de los minerales y metales, sumado al descenso progresivo de la cotización del petróleo, resultará de gran magnitud. Por ello, el Ministro de Economía informó que en el presupuesto 2015, se prevé un déficit fiscal del 3,6% del PBI.
Los cinco metales exportados por México permitieron un fuerte crecimiento porque los precios aumentaron hasta el 750% desde el año 2000, hecho que generó un impacto profundo con la caída de estos en los años recientes. Los precios elevados provocaron proyecciones económicas y de desarrollo que se postergaron en el contexto actual.
En cuanto a Brasil, las bajas en los precios del acero fueron preocupantes ya que el impacto sufrido afectó en balanza de pagos del país, dejando un déficit en su cuenta corriente de más del 4% del PBI en el 2014. Esto tuvo consecuencias en el paro de la producción, derivando en despidos, reducción de márgenes y paralización de la reinversión, para reducir costos de producción. El concentrado de hierro es su segundo mayor producto de exportación, el cual sufrió una caída del 50% en su precio generando una pérdida de USD 8.000 millones.
CONCLUSIÓN
Luego del repunte post crisis financiera de 2009 de los precios, con niveles récord en 2011 y 2012 de la mano de la expansión china, se inició un proceso de caídas en las cotizaciones asociado al mismo factor que ocasionó el boom de años anteriores, pero en sentido inverso: la desaceleración de China, junto con un débil crecimiento mundial y la apreciación del dólar a partir de las expectativas de normalización de la política monetaria de los EE.UU.
En esta coyuntura, los países de América Latina que albergan importantes riquezas minerales y metálicas son los más afectados, dado que la fuerte dependencia de exportaciones mineras genera un estrangulamiento tanto en el frente externo como en el plano fiscal. En este panorama, las empresas mineras reforzaron la necesidad de reducir costos, mientras que los gobiernos locales se replantean cómo suplir el faltante de ingresos derivados de las exportaciones de los metales, que son de suma importancia para las arcas públicas.
El efecto sobre los términos del intercambio también ha sido perjudicial, pues la baja en los precios que exporta América Latina, tuvo un descenso con respecto a los precios de aquellos bienes importados, lo que significa que la capacidad de compra de los bienes vendidos al exterior, ha sufrido una notable caída. Al respecto, el FMI en su informe titulado ¡Cuidado con el Dragón! Latinoamérica y su Exposición a China, expone el alto grado de dependencia de las materias primas, por parte de América Latina y, coloca a China, como principal demandante mundial de varias de ellas, por lo que éstas juegan un rol clave en la transmisión de los shocks asiáticos hacia la región. El FMI ha destacado la necesidad de que la región mantenga, no solamente políticas fiscales prudentes, una baja inflación, sino también tipos de cambio flexibles, para mejorar su capacidad de respuesta frente a eventuales shocks exógenos.
Es sumamente importante destacar el hecho de que, no es saludable que el crecimiento de la actividad económica se presente tan ligado a la volatilidad de las cotizaciones de todas las mencionadas materias primas. A través de los ciclos económicos mundiales; la región ha comprobado, en varias ocasiones, que su fuerte dependencia a los precios de las materias primas le ha provocado tanto épocas de crecimiento, como épocas de crisis. Una de las posibles soluciones alternativas, sería el poder fomentar la diversificación productiva y las exportaciones, colocando en el exterior aquellas que posean un mayor valor agregado, aprovechando los períodos de abundancia, con el objetivo de generar una reserva que propicie el financiamiento de la inversión local y, así, poder expandir la producción de bienes con un mayor valor añadido. ◊
(1) http://minerals.usgs.gov/
Fuente: www.aimmgmzacatecas.com