Durante los meses de mayo y junio estalló el escándalo, Edward Snowden, ex agente de la CIA y de la NSA (Agencia Nacional de Seguridad EEUU) hizo públicos documentos clasificados por Estados Unidos como “Altos Secretos”, los mismos están relacionados a programas de la NSA, el principal es el PRISM, un programa de vigilancia interna de los EEUU. Los documentos y su testimonio fueron publicados por medios gráficos: el diario inglés “The Guardian” y el norteamericano “The Washington Post”.
FILTRACIONES Y (NO) EXTRADICIÓN
El programa de la NSA, PRISM, se utiliza como un medio de vigilancia de las comunicaciones y otras informaciones almacenadas, está dirigido a ciudadanos de EEUU que residen en el extranjero y a ciudadanos que residen en EEUU y se mantienen contacto con personas en el extranjero. Los datos a los que el PRISM tiene acceso incluyen correos electrónicos, chats de voz, videos, imágenes, direcciones de IP, notificaciones de inicio de sesión, transferencia de archivos y detalles de perfiles en redes sociales entre otros datos. Generando así una de las fuentes principales de información para los informes analíticos y de inteligencia de la NSA. En teoría la información era tomada desde los “gigantes de la informática y la internet”, entre los mencionados: Google, Yahoo, Microsoft, Apple, Facebook y Twitter entre otros. Todas estas empresas han negado el aporte de información de sus usuarios al gobierno de EEUU. Snowden estuvo trabajando para la compañía Booz Allen Hamilton, en la filial de Hawaii, durante tres meses. Desde allí viajo a Hong Kong donde realizaría las entrevistas y revelaría la documentación secreta.
Desde el mes de mayo Edward Snowden se alojó en una habitación de hotel de la ex colonia inglesa. En ese momento se inició una causa en EEUU contra Snowden y comenzaron los intentos de extradición del ex agente, este fue el punto de inflexión para una nueva serie de conflictos internacionales sin precedentes a nivel diplomático con presiones de EEUU sobre otros Estados y roces diplomáticos entre países que nada tenían que ver con la causa.
El primer lugar donde se alojo Snowden, ya mencionado, fue en Hong Kong, allí estuvo durante casi todo mayo y hasta el 10 de junio. Con ayuda del cónsul ecuatoriano en Inglaterra, aunque sin el permiso oficial del Ecuador, Edward Snowden viajó a Rusia el 23 de junio donde comenzó a enviar solicitudes de asilo político a países a los que cree que comparten los mismos valores él. Su principal objetivo era recibir el asilo de Islandia pero se encontró con un escollo que se volvería común para conseguir su cometido incluso con muchos otros países, para conseguir el asilo Islandia debía completar la solicitud dentro del territorio de ese país, así lo confirmo la embajadora de Islandia en China, Kristin Arnadottir.
Hasta el cierre de esta edición de RM, Snowden se encontraba en el aeropuerto moscovita de Sheremétyevo, en la zona de pasajeros en tránsito. El presidente de Rusia, Putin, se encargó de aclarar que Snowden no sería entregado al Gobierno de EEUU ya que su país no tiene firmado ningún acuerdo bilateral de extradición entre ambas naciones y también aclaró que Snowden no necesita de un visado ni documentación (pasaporte) por su condición de pasajero en tránsito, razón por la cual posee el derecho de comprar un ticket de avión para ir a la parte del mundo que él quiera. “No ha cruzado ninguna frontera rusa, por lo tanto no necesita de ningún visado” declaró Putin.
Aunque días más tarde dijo nuevamente que no entregaría al ex técnico de la NSA a EEUU y que su permanencia en Rusia dependería de una sola cosa, que no siga generando problemas ni perjudicara a su socio americano.
Snowden entregó a funcionarios rusos las solicitudes de asilo político para varios países, luego de la falta de respuesta de Ecuador, incluida la solicitud a Rusia, aunque desistió de la misma luego de enterarse de las condiciones impuestas por Vladímir Putin para permanecer allí.
EL AVIÓN DE EVO Y EL ESCÁNDALO
La tensión diplomática siguió en ascenso. El 2 y 3 de julio las tensiones se incrementaron cuando el presidente de Bolivia finalizó su participación en una cumbre de presidentes de países productores de gas natural en Rusia, en donde tuvo un encuentro con Putin y país en el que se encontraba hasta entonces Edward Snowden. Además Bolivia había sido uno de los países a los que “el topo” estaba interesado en solicitar asilo político, aunque desde Bolivia aclararon no haber recibido ninguna notificación pertinente.
Cuando el primer mandatario del país boliviano emprendió su regreso comenzó a circular un fuerte rumor de que Snowden se encontraba a bordo de la aeronave. Los países europeos se alertaron y tomaron la decisión de prohibir el sobrevuelo y el aterrizaje previsto en el plan de vuelo del avión presidencial en Lisboa para constatar la presencia o no de “el topo”.
Según señaló Choquehuanca, el Canciller boliviano, desde Portugal le anunciaron al comandante del avión de Evo, que le habían cancelado el permiso para aterrizar en dicho país, por lo que debían cambiar el plan de vuelo para realizar tareas de reabastecimiento de la aeronave. Las autoridades bolivianas solicitaron a España aterrizar en Islas Canarias, permiso que fue autorizado aunque luego no pudo ser confirmado el horario por la negativa que le hicieron desde Francia para sobrevolar el territorio francés. El avión de Evo Morales debió aterrizar de emergencia, según el gobierno boliviano, en Austria, Viena. Allí la delegación boliviana debió esperar 13 horas aproximadamente hasta recibir los permisos necesarios para sobrevolar territorio francés, español y portugués hasta aterrizar en Islas Canarias. Desde las islas españolas, finalmente, Evo Morales pudo emprender el trayecto final hasta su Nación.
LAS REPERCUSIONES
Los jefes de Estado de la mayoría de los países de América Latina no tardaron en reaccionar, hicieron los reclamos que ameritaba la serie de sucesos, entre los mas enérgicos se encontraron Cristina Fernández de Kirchner quien catalogó lo sucedido como “una humillación al Cono Sur” con “vestigios de colonialismo vergonzante” por la violación del derecho internacional a la inmunidad absoluta del avión presidencial de la República de Bolivia y su presidente Evo Morales.
Rafael Correa, por su parte, reiteró que no se iba a dejar presionar por EEUU, ya había anunciado que el Congreso de Ecuador no renovaría los acuerdos comerciales que otorgaban beneficios y preferencias arancelarias sobre la exportación de determinados productos.
En ese momento había declarado que “el gobierno de Ecuador no va a aceptar amenazas de nadie. Nosotros no nos supeditamos a los intereses económicos”. En tanto, el Gobierno de Bolivia presentó una queja ante la ONU a través de su embajador, Sacha Llorenti. Así, formalizó la denuncia por la agresión sufrida por Evo Morales, Bolivia y América Latina. Llorenti esgrimió que “se violó el derecho internacional, ya que el Presidente, como cabeza de Estado, es una persona protegida internacionalmente cuando realiza este tipo de viajes”.
La Unasur se reunio de urgencia en Cochabamba, para analizar la situación generada por el bloqueo aéreo y en el encuentro los delegados repudiaron el incidente y exigieron un acto de desagravio de los países europeos que impidieron aterrizar al mandatario boliviano. Los hechos que giran en torno a las filtraciones realizadas por Snowden deben hacernos reflexionar sobre los límites de la seguridad nacional de un Estado, la privacidad, la violación de la intimidad, la protección de las fuentes y la libertad dentro de un país democrático.