Desde el 15 de mayo, Hollande es el nuevo presidente de Francia, día el que asumió el cargo, y el mismo día que viajó para reunirse con la canciller alemana Angella Merkel para expresarle su visión de la crisis y el rumbo que buscará tomar el país galo, a través del nuevo gobierno.

Hollande buscará renegociar el pacto entre el ex presidente Sarkozy y su par alemana, además de modificar el enfoque de “Merkozy” –como se conocía a la pareja Merkel/Sarkozy– que estuvo basado en la responsabilidad fiscal y la austeridad, así Hollande quiere reorientar a Europa hacia un rumbo de crecimiento y empleo.

Francia encabeza junto a Alemania el liderazgo de la zona Euro, por lo que Hollande al ganar las elecciones, asumió una doble responsabilidad: la de cambiar el rumbo de Francia, y la de buscar el cambio de rumbo de Europa. Aunque no tiene el apoyo de Alemania, Hollande no estará solo al enarbolar una bandera distinta a la de Merkel y Sarkozy. En España y Grecia comienza a marcarse el disgusto general con la política de austeridad que no está liberando a la eurozona de la crisis.

A pesar de lo que se puede pensar livianamente, Hollande encontrará a una Merkel dispuesta a escuchar las inquietudes del nuevo mandatario de Francia, de hecho fue recibido el primer día de su mandato en Berlín a donde le llevó sus planes europeos, para primero debatirlos con Alemania. Aparentemente, el pacto fiscal no será negociado pero sí se buscará un pacto complementario en los temas de crecimiento que pretende Hollande.

En el plano local, Hollande, prometió apegarse al compromiso del anterior gobierno para reducir el déficit desde un estimado de 4,5 por ciento del PBI en el 2012 al límite de la Unión Europea de 3 por ciento del PBI al año próximo; los expertos creen que esto no será posible sino se realizan recortes.

Hollande, además buscará cumplir su promesa de eliminar un aumento del impuesto al valor agregado, sancionado por una ley aprobada por el ex presidente Sarkozy para financiar un recorte en las contribuciones de las compañías al sistema de bienestar social. Para el mes de junio estaba pendiente un decreto para cancelar una reforma de 2010 a las pensiones y reducir la edad de retiro de las personas con una jubilación completa a los 60 años, desde los 62 previos. Además, presentará planes a su homóloga alemana, para crear un banco de inversión pública que asista a PyMes.