NO HAY ESPECIALISTAS DE NINGUNA DISCIPLINA QUE SE OCUPEN DE ESTOS CASOS. HISTÓRICAMENTE, LUEGO DE PROLONGADOS PERÍODOS DE CALMA, ESTOS PROTOTIPOS SE REVELAN COMO LUGARES DONDE SE HABÍA PACTADO “LA CALMA QUE PRECEDE LA TORMENTA”. NO SON “PARAÍSOS”, SON “EL EDÉN” FORJADO SOBRE LA BASE DE UNA SUMA DE “PECADOS”. CHECO.

CÓMO SE EDIFICÓ ECONÓMICAMENTE EL PAÍS EX COMUNISTA MÁS ÚTIL PARA LA OTAN

1- La adhesión incondicional a cualquier acción de los Estados Unidos y el ingreso a la esfera del FMI.

La primera jugada estratégica importante fue, con inteligencia, esconder la economía detrás de la política. El primer presidente electo post-comunismo fue Václav Havel, quien reunía los requisitos ideales para la transición: escritor, dramaturgo, ensayista, inició su carrera política en el movimiento que pretendía instalar “un socialismo con rostro humano”1, movimiento que fue abortado el 21 de agosto de 1968 con la invasión de los tanques del Pacto de Varsovia. ¿Por qué digo que esto significó esconder la economía detrás de la política? La imagen de Václav Havel era intocable, impecable. Hay que ser muy avezado en eslavismo checo para encontrarle las grietas, que por cierto las tiene, pero no como para resquebrajarlo2. Havel no tenía la impronta “proletario-Imperialista” (permítanme la ironía) de un Lech Walesa ni la de un reaccionario anti-comunista pro-liberal como hubo en tantos otros países. Pero ahí estaba el principio de la estrategia: luego de la caída del comunismo con la llamada “Revolución de terciopelo”3 el 17 de noviembre de 1989, no bien asumió el cargo, a VáclavHavel comenzaron a retirarle poder como una ola de mar nos quita la arena que nos sostiene. Pronto Havel pasó a ser una suerte de “Lady Di” checo, y todo esto con un fuertísimo director de orquesta: desde antes de la caída del comunismo, la flecha política que acumuló poder fue el actual presidente Václav Klaus, quien en 1990 ya era Ministro de Finanzas y luego fue nombrado Primer Ministro, lo que redujo a la nada las tendencias moderadas e integristas de Havel.

Con Klaus instalado en el poder, los pasos para generar un país económicamente estable con recetas que fracasaron en el resto del mundo, tuvo que ser complementado con un fuerte aditivo político. Comencemos por la toma de medidas económicas que convencieron a los EEUU. Bajo la estrategia de Klaus, admirador manifiesto de Margaret Thatcher, se adopta una terapia de shock: liberación de precios, baja inflación, baja tasa de desempleo, balanza de pagos positiva, moneda estable, cambio de región para las exportaciones: del Este a Occidente. La moneda nacional nunca dejó de ser la “corona Checa” ni dejará de serlo pues es una herramienta de usos múltiples. Klaus no solo implementa una política neoliberal sino que inicia una cruzada ideológica en tal sentido que genera un desprecio absoluto hacia las antiguas generaciones de checos, aunque hayan sido los perseguidos por el Pacto de Varsovia: todo aquel que rescatase algo positivo de la época socialista fue relegado socialmente, excepto, claro está, los que pertenecían a la burocracia y empalmaron los antiguos y los nuevos negociados. En los comienzos las inversiones externas tienen altos y bajos, pero EEUU ya traza la inversión que tendría correlato con su política: entre 1990 y 1998 el 13% de las inversiones extranjeras provienen de EEUU colocándolo en tercer lugar luego de Alemania y Países Bajos (recordemos que antes de 1989 el principal inversionista era el bloque soviético). En este contexto, la República Checa recibe su premio: es el primer país post-comunista en recibir un crédito de inversión por las agencias financieras internacionales.

2- La venta de las joyas de la abuela: las privatizaciones en manos de Klaus

La privatización de las propiedades del estado fue una fuente gigantesca de ingresos para quienes oficiaron de intermediarios. El caso grueso: las grandes fábricas creadas durante el período socialista que pasaron a manos de empresas multinacionales. Siguiente: la restitución de PyMES y viviendas que habían sido expropiadas. Tercero: las viviendas socialistas de bajo alquiler, usadas por la mayoría de la población, que ingresaron en el circuito inmobiliario mafioso que se apropió de ellas y comenzó a venderlas a “precio occidental”. Este proceso gozó de la “corrupción hormiga” y de la “corrupción institucional”, ésta última llevada a cabo por sistemas perversos creados por Klaus. Pasaré a describir brevemente los sistemas: 1) La pequeña privatización: se caracterizó por la velocidad en la ejecución de venta de 25.278 empresas4 que permitió el traspaso de 19.000 unidades de empresas entre 1991 y 1993. Los ex funcionarios comunistas que eran los únicos que tenían un capital acumulado, se vieron beneficiados por los valores deprimidos de esos años –de ahí la intención de una maniobra de gran velocidad- y que también le permitió al estado de Klaus recaudar 24.000.000.000 de coronas de aquella época. Es de destacar el carácter especulativo de la operación, que hoy se puede verificar en el hecho de que muy pocas de estas fábricas siguen perteneciendo a propietarios checos quienes las vendieron aprovechando el alza del valor de la plaza productiva en el emergente país factoría. 2) La privatización por cupones: en paralelo a la etapa descripta, se pasó a ofrecer una suerte de participación accionaria a los ciudadanos en las empresas que aún pertenecían al estado checo. Pero un ciudadano no se convierte en inversor bursátil de la noche a la mañana. Por otra parte, no existía información financiera pública en aquellos años5 o respondían a normas comunistas kafkianas. Fin de esta historia: Viktor Kozený funda la empresa Fondos de inversión de Harvard. Mediante esta sociedad le compra los cupones a la población prometiendole un rendimiento diez veces superior. Una vez hecha la operación toda esa fortuna fue direccionada a Chipre y a otros paraísos fiscales. Por intermedio de la invención de Kozený, esta forma de privatización y la anterior fue el modo en el que los checos ligados al antiguo y al nuevo poder –un comunismo-capitalimo indistinguible- pasaron a enriquecerse con la venta de la casi totalidad de las empresas de la época socialista, que habían tenido un crecimiento monumental luego de la intervención rusa de 1968 efectuada para aplacar los ánimos internacionales. Bajo el sistema de cupones se privatizó-vendió-licuó el 80% de las empresas checas en un período comprendido entre diciembre de 1994 y diciembre de 1996. Frente a este panorama las declaraciones de Klaus fueron: “La transición de una economía dirigida hacia una de libre mercado se ha cumplido”. 3) Las privatizaciones pragmáticas: el mismo día en el que finaliza la estafa de la privatización por cupones, es decir el 31 de diciembre de 1996, se decreta la disolución del Ministerio de Gestión del Patrimonio Nacional, y se pasan sus funciones al Ministerio de Finanzas presidido por Klaus. A partir de este momento no quedan ni bancos, ni grandes cerveceras, ni medios de comunicación. Sólo permanecen en el Estado actividades estratégicas intransferibles. Bajo este último método, de seis mil empresas que quedaban en el Estado, solo restan ciento treinta y ocho, y por los mencionados motivos estratégicos nacionales.

POR QUÉ EN EL MUNDO REPENTINAMENTE APARECEN SUCESOS INEXPLICABLES DE CATÁSTROFES O PRIVILEGIOS: EL RÍO SUBTERRÁNEO

1- La incorporación de la República Checa en la OTAN

República Checa fue el primer país que habiendo formado parte del Pacto de Varsovia, pasó a ser un integrante más de la OTAN. Esto fue el 12 de marzo de 1999 y resultó una bofetada a Boris Yeltsin y al ya ingresante Vladimir Putin, en la sempiterna Guerra Fría (su metamorfosis no fue su final). Y hay algo más: es un país eslavo que traiciona a otro país eslavo. Por cierto que esto trajo réditos inmediatos para República Checa con inversiones a contrapartida política: más allá de todos los “nutrientes” económicos que ya fueron enumerados, República Checa es un país cuya superficie es exactamente la de la provincia argentina de Entre Ríos, y cuya industria desarrollada por el apoyo soviético era alimentada por la energía soviética. Hasta el día de hoy, República Checa depende totalmente del gas proveniente de Ucrania y de Noruega. Los únicos recursos propios con los que cuentan son las escasas centrales nucleares (30% del consumo eléctrico) y del lignito (carbón) cuyo uso es reprobado por las normas de la Unión Europea dado el alto nivel de polución que genera. Transitoriamente el mercado interno se mantuvo con un consumo elevado vía el crecimiento de la deuda externa. Pero República Checa debía entregar más para no tener zozobras: su ingreso a la OTAN es para participar del hecho simbólico más triste protagonizado por el país checo: la participación con su ejército junto a las fuerzas de la OTAN en otro país eslavo como es la ex Yugoslavia. El golpe fue brutal: la realidad del conflicto étnico dentro de Yugoslavia era conocido desde siempre, desde antes de la intervención soviética de 1968 cuando aún el comunismo checo era independiente y no hacía nada por los yugoeslavos. República Checa interviene militarmente un país al cual los propios comunistas checos enviaban su población a gozar de vacaciones en el Mediterráneo: uno de los pocos destinos turísticos permitidos bajo el comunismo. Los checos siempre supieron de la situación en los Balcanes y ningún país comunista, a nivel gobierno, era ajeno a la situación de otro país comunista. Aquí en la Argentina la “Revista Internacional”, mensuario local del Partido Comunista, publicó discursos de comunistas checos que no tenían ninguna presión soviética para decir lo que decían, así como no tuvieron presión para negociar con los actuales capitalistas en los que ellos también se transformaron.

El filósofo checo Karel Kosík, célebre en nuestro país en la década del setenta por su libro traducido al castellano “Dialéctica de lo concreto”, escribió un largo artículo sobre la invasión checa a la ex Yugoslavia en el suplemento “Salon” del diario Právo del 27 de mayo de 1999. El análisis del filósofo resultó fuertemente criticado ya no sólo por los gobernantes ultraliberales, sino también por un pueblo que comenzó a incorporar esos paradigmas casi de un modo religioso. Algunas de las expresiones de Karel Kosík en aquel recordado artículo fueron:

– Cualquiera fuera el final de la guerra en Yugoslavia, hoy mismo ya es evidente que sus autores perdieron el control sobre su desenlace, que el conflicto los superó y que adquirió la capacidad de continuar su propia marcha. De nuevo, quienes hicieron los cálculos equivocaron sus fórmulas. Esta guerra no sólo es cruel y sangrienta, sino que ella también acusa, desnuda, revela. Ella ha puesto a las claras la naturaleza misma del mundo que se declara partidario de “valores euroamericanos”. Esta es su importancia histórica.

– Se habla mucho de la “catástrofe humanitaria” en los Balcanes, pero ¿por qué se pone cara de no ver que detrás de ella se esconde un asunto aún más grave y terrible, tal como la implicancia de la catástrofe del humanismo?

– Blas Pascal describió el personaje del “cristiano malo”, extraño animal híbrido que es pez y pájaro al mismo tiempo. Esta rareza fisiológica determina la forma de su comportamiento: no mantiene su palabra, vive sin verdad y sin honor, se mueve con ambigüedad. El “cristiano malo” de Pascal es un predecesor imperfecto del super-ser moderno, de superhombre que gobierna planetariamente, que reina pero que, al mismo tiempo es secuaz, que abunda en sermones humanistas y que se comporta de un modo belicoso.

– Lengua de valientes y jerga de guerreros. Las informaciones cotidianas sobre la guerra en Yugoslavia son breves y objetivas: enumeran en cuántos blancos acertaron los disparos, qué cantidad de puentes, de centrales eléctricas, de fábricas, de tractores fueron destruidos, y finalizan con la constatación de que todos los aviones aliados retornaron intactos a sus bases. La correspondencia de guerra se ha creado su propio vocabulario en el cual se habla de la “guerra ética”, de “valores de la comunidad internacional” que no va a disminuir los ataques aéreos, de “efectos secundarios” de los bombardeos, de “errores desdichados”.

2- República Checa como lacayos de EEUU contra Cuba

A los efectos de aligerar el costo político que EEUU venía arrastrando con las medidas adoptadas en contra de Cuba, ya sea por acción directa o en foros internacionales, y sin que esto sea de mi parte una toma de partido sobre la situación cubana; lo cierto es que hubo un claro relevo por el cual, luego de hacer finas cuentas sobre lo que resultaría del recuento de los votos, EEUU se hace reemplazar por la República Checa en el rol de “verdugo” de Cuba. Esto tiene un efecto similar al de la invasión a la ex Yugoslavia: EEUU consigue que un país del Pacto de Varsovia que cooperó históricamente con Cuba, emitiese un voto para que su recuento diese que Europa bloquee el levantamiento de las sanciones a la isla.

3- República Checa como lacayos de EEUU contra ¿el mundo árabe o Rusia?

El 8 de julio de 2008 los gobiernos de EEUU y de la República Checa firmaron en Praga el acuerdo para la instalación en el país centroeuropeo del radar que formaría parte del escudo antimisiles que Washington deseaba construir sobre el continente. El radar debería completarse con un sistema de interceptores ubicados en Polonia. De inmediato Rusia reaccionó airada y afirmó tomar “medidas militares”. Además de favores productivos para República Checa en conflictos bélicos propios de EEUU, tales como provisión de explosivos Semtex, envío de checos especializados en armas químicas -como sucedió en la invasión a Irak-; también el acuerdo incluía beneficios al pueblo checo tal como si éstos fueran diez millones de Bart Simpson: como compensación por el escudo antimisiles a la gente se le ofrecía el permiso de acceso con pasaporte checo a los EEUU sin necesidad de visa. Tal como se corresponde a la realidad de estos hechos, ni los checos ni los polacos deciden lo que se hace o se deja de hacer, en el mejor de los casos obtienen alguna prebenda: sin diálogo previo, en febrero de 2009, Hillary Clinton le comunicó al ministro de relaciones exteriores checo, Karel Schwarzenberg, que el presidente Barack Obama había decidido suspender el proyecto. La información extraoficial da por sobreentendido que la decisión de Obama fue consensuada con el siempre vigente Vladimir Putin. Si bien el complejo armamentístico estaba dirigido en los papeles hacia Irán, no era prudente para la seguridad rusa y dejaba en suspenso una posible doble intención.

4- Miscelánea

– Checoeslovaquia nació finalizada la Primera Guerra Mundial. Su objetivo: funcionar como un “colchón” que frenase la naciente revolución bolchevique hacia Occidente. Esto lo enseñó siempre José Luis Romero en sus clases de historia en la U.B.A. Esto nunca será dicho en los libros de enseñanza de historia en la República Checa.

– Su actual principal prohombre y primer presidente es Tomás Masaryk. Sin ser esto una apreciación personal, sí resulta de peso en la psicología social checa que ni Masaryk ni ningún otro prócer fue una persona que se haya alzado en armas. Ni Checoeslovaquia ni República checa tuvo siquiera una lucha independentista: su destino siempre fue resuelto por el contexto internacional.

– República Checa tiene en numerosas publicaciones un manifiesto desprecio hacia el resto de los eslavos y admiración y deseos de reconocimiento de parte de los germanos. Esto la lleva a tener prácticas discriminatorias con inmigrantes ucranianos, desconocer por completo las manifestaciones culturales de países como Polonia. Esta actitud precede al comunismo: se la puede observar en las documentadas Asambleas de Praga de 1848, descriptas por Mijail Bakunin en “Eslavismo y anarquía”, como también en novelas de escritores checos, como por ejemplo, “Yo que serví al Rey de Inglaterra”, de Bohumil Hrabal.

– Quien escribe esta nota fue profesor en las facultades de Filosofía y Letras de las ciudades checas de Brno y Olomouc, y puede afirmar que:

· No existen ediciones actuales de ningún libro de Karl Marx, Frederick Engels, Vladimir I. Lenin, Trotsky, Gramsci, y la lista continúa.

· Que de los mencionados autores, e incluyendo la Universidad de Praga, no hay libros catalogados en las bibliotecas de las universidades de Filosofía y Letras así como tampoco las de Economía.

· Que ante mi pregunta de dónde encontrar ejemplares de esos autores, los libreros me remitían a los anticuarios. Recorrí exhaustivamente todas las casas de libros antiguos que pude y no encontré ni uno.

· Tampoco se editan libros de Aleksandr Pushkin, Nikolái Gógol, y se encuentra prohibidísimo Vladímir Maiakovski. No se editan películas rusas, así sean de Andréi Tarkovsky, ni de cantantes rusos que estaban contra el régimen comunista soviético como Vladímir Vysotsky.

· El período comprendido entre el año 1996 y 2002 en República Checa no estaba editado en lengua checa el libro “El proceso” de Franz Kafka. Durante esos años sí se lo encontraba en los puestos turísticos en otras lenguas junto a remeras con su retrato, pero los checos no lo leen porque no lo toleran. Franz Kafka escribió en alemán porque de haberlo hecho en checo hubiese muerto mucho más joven.

· Se publican de a miles libros como “Mein Kampf”, y toda suerte de apología de capacidad del poder que supieron desarrollar tanto Hitler como Mussolini o el mismísimo Stalin, sí, en este caso no importa que sea ruso y que haya matado checos.

· Milan Kundera es aceptado a regañadientes, tolerado por ser una celebridad internacional. Pero el hecho de que haya sido uno de los que abogó por un socialismo distinto y luchó contra el régimen pro soviético, lo hace merecedor de una acusación que los checos expresan casi sin excepción: “Fue crítico del régimen pero actualmente no lo rechaza por completo. Nada del régimen es rescatable y él rescata algunas cosas, por lo tanto es un comunista que –como lo promulga la ley- debería estar proscripto.”

COROLARIO

Esperemos que nada malo suceda en la República Checa, pero este es el desarrollo de la trastienda de lo que luego se suele presentar como acontecimientos inexplicables de la política internacional, como aquello que parece no tener causas, porque las causas navegan por ríos subterráneos y surgen cuando son necesarias tanto para provocar catástrofes como para otorgar el goce de privilegios ante las crisis mundiales. ◊

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Contador público (UBA), profesional en ciencias económicas (UBA), Profesor de literatura Universidad Masaryk de Brno, República Checa, Asesor artístico de la Universidad Tecnológica de Mar del Plata. Filósofo y filólogo, escritor de varios libros y artículos académicos y de filosofía.