En el último mes cerca de 400 personas han muerto en el Mediterráneo en el intento de cruzar los ciento trece kilómetros que separan las costas de africanas de Europa. Los hombres y mujeres que arriesgan su vida por llegar a tierras europeas provienen de los países del Cuerno de África, los más pobres y violentos del planeta, donde conviven diariamente con guerras, sequías, hambrunas, dictaduras, persecuciones en manos de traficantes, policías, soldados, paramilitares y guerrillas.

En Italia hay una ley que penaliza a quienes ayuden, asistan o encubran a extranjeros sin papeles, motivo por el cual las personas que corren peligro en las embarcaciones, en el intento de llegar a Europa, no cuentan con la ayuda de los pesqueros, aunque tengan voluntad de hacerlo. Italia lanzó un operativo militar humanitario llamado Mare nostrum, un dispositivo que prevé el refuerzo de los servicios de socorro en alta mar para incrementar el nivel de seguridad de las vidas humanas, el cual cuenta con cuatro barcos, helicópteros y drones que tienen la función de controlar los flujos migratorios en el Mediterráneo.

Francia impulsa una política rigurosa contra los inmigrantes

En el mes de octubre el gobierno francés expulsó a dos jóvenes, la ciudadana kosovar Leonarda Dibrani, de 15 años y el armenio Khatchik Kachatryan, de 19 años, quien fue deportado a su país de origen donde deberá realizar el servicio militar.

La manera en que se deportó a la joven Leonarda Dibrani generó una gran polémica entre los estudiantes franceses, quienes se manifestaron en contra de las medidas inmigratorias de ese gobierno. La policía fue a buscar a la adolescente cuando se encontraba en un micro escolar junto a sus compañeros.

Nuevas medidas migratorias

El 24 y 25 de octubre se celebró en Bruselas la cumbre de los 28 jefes de Estado y de gobierno de la Unión Europea, donde se trató la cuestión de la migración debido a los acontecimientos recientes. Mientras los líderes europeos debatían el tema en cuestión, ocurría otra tragedia en el Mediterráneo, frente a las costas de Sicilia, las patrullas marítimas italianas rescataban alrededor de 800 inmigrantes.

Las medidas que decidieron adoptar son confusas y recién se revisarían las políticas migratorias en junio de 2014, luego de las elecciones en Europa. Esta decisión demuestra lo sensible que es el tema de los inmigrantes. Las encuestas indican que los electorados apoyan las medidas de la ultraderecha en la cuestión migratoria, por lo tanto tratar públicamente este tema puede provocar una gran pérdida de posibles votantes. La realidad es que las autoridades de la Unión Europea fueron incapaces de aportar tanto una estrategia como una respuesta humana común al drama de los miles de personas que intentan cruzar el mar en barcazas improvisadas, y de los millones de hombres y mujeres que viven y trabajan en países en situaciones irregulares soportando discriminación, abusos y persecuciones. Las medidas que hoy se llevan adelante son de represión preventiva, y consisten en alejar a los migrantes. En diciembre de este año se pondrá en funcionamiento una suerte de policía comunitaria, se trata del sistema de Eurosur. Una red cuya única función es compartir información satelital en tiempo real sobre la situación en las fronteras exteriores.

El líder de la derecha sarkozista, Jean-François Copé, sugirió una propuesta: que no se conceda más la nacionalidad francesa de forma automática a los hijos de inmigrantes extranjeros nacidos en Francia. Esta política anti-inmigratoria, según sondeos realizados por la empresa BVA, es apoyada por el 72 % de las personas consultadas.

El gobierno británico promulgó una nueva Ley de Inmigración por medio de la cual se acosará como nunca antes a los inmigrantes sin papeles. Esta ley crea un ejército de delatores a la fuerza, conformado por médicos, caseros, banqueros y sacerdotes. La medida intenta dificultar el acceso de los indocumentados a la vivienda, a la atención médica, a una cuenta corriente, y al matrimonio, mediante el cual muchos pueden legalizar su situación. La disposición tiene dos objetivos: dificultar aún más la vida de los inmigrantes indocumentados, y a su vez, facilitar la deportación de aquellos que hayan sido detenidos. También se introduce una política de deportar primero, apelar después.

En Rusia, uno de los últimos pasos dados por las autoridades para combatir la inmigración fue la decisión de que las fuerzas de seguridad realicen arrestos todos los viernes, hasta fin de año, en edificios en los que se presuponga que viven inmigrantes indocumentados. El proyecto fue criticado por una de las principales organizaciones de inmigrantes del país, la Federación de Inmigrantes Rusos, la cual afirmó que la iniciativa implantará la fobia a los inmigrantes en la sociedad.

El fantasma de la inmigración: el extranjero abstracto

La profunda crisis económica y los altos índices de desocupación que atraviesa Europa, y en especial países como España, Grecia, Italia y Portugal, influye en la creación de la figura del extranjero abstracto como lo llama el antropólogo y director del Instituto de Investigación para el Desarrollo, Marc Agier. Este sujeto reúne los miedos, las culpas, el racismo y la xenofobia. Los Estados han elaborado por décadas un responsable extranjero idealizado, el cual es culpable del desempleo, de la delincuencia, la criminalidad, de la crisis económica, del terrorismo, del deterioro de la nación y de la pérdida de valores. Es un sujeto extremadamente emocional, que se utiliza para generar tensiones raciales y culturales, y así poder implementar determinadas políticas públicas, las cuales defienden ciertos intereses. La figura del extranjero abstracto obnubila las verdaderas razones que hacen que millones de personas dejen sus tierras en búsqueda de nuevas y mejores oportunidades.