UN NUEVO ESCENARIO FINANCIERO MUNDIAL- EL AVANCE DE LOS BANCOS

LA CRISIS FINANCIERA DE 2008 FUE SIN DUDAS UN PUNTO DE INFLEXIÓN PARA LOS MERCADOS E INSTITUCIONES FINANCIERAS EN TODO EL MUNDO. CUANDO EN SEPTIEMBRE DE ESE AÑO LEHMAN BROTHERS, EL CUARTO BANCO DE INVERSIÓN DE EEUU ENTRÓ EN BANCARROTA CON UN PASIVO DE U$S 613 MIL MILLONES, EL SISTEMA BANCARIO INTERNACIONAL ENTRÓ EN UN PROFUNDO PROCESO DE CAMBIOS, NEGATIVO PARA LOS BANCOS NORTEAMERICANOS Y BRITÁNICOS, QUE VIERON DEBILITADA SU HASTA ENTONCES POSICIÓN DOMINANTE EN EL MERCADO FINANCIERO MUNDIAL; PERO POSITIVO PARA ALGUNAS ENTIDADES DE LOS MERCADOS EMERGENTES, ESPECIALMENTE LAS DE BRASIL Y CHINA.

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Aunque en todos los países la valorización de los bancos según su capitalización de mercado1 descendió entre junio de 2007 y marzo de 2009, la diferencia en las caídas entre los mercados desarrollados y los emergentes fue más que notoria. En el año 2007, los bancos de EEUU eran los más poderosos, con una capitalización de mercado total de U$S 1.560 mil millones, muy alejado del segundo puesto, ocupado por las entidades del Reino Unido, que sumaban una capitalización de u$S 714,4 mil millones. El tercer lugar, con U$S 667,4 mil millones le correspondía a China; seguido por Japón, Francia y Hong Kong. Recién en el décimo lugar, con U$S 250 mil millones, aparecía Brasil.

Pero la debacle financiera de 2008 cambió el panorama internacional y hubo claros ganadores y perdedores. Tan sólo unos meses después del comienzo de la crisis internacional, en marzo de 2009, China se convirtió en el Estado con la mayor capitalización de mercado en sus bancos, con U$S 525,3 mil millones, lo que representó una leve caída del 27%, desplazando así, por primera vez en la historia, a la banca norteamericana, cuya capitalización se derrumbó en un 343%, hasta los U$S 352,1 mil millones, quedando en un segundo lugar.

Por su parte, la banca brasilera también logró acomodarse en los primeros puestos. Impulsada básicamente por el crecimiento y la expansión del Itaú Unibanco, Bradesco y la entidad estatal Banco do Brasil, la capitalización de mercado de los bancos del vecino país cayó apenas un 21%, hasta los U$S 206 mil millones, y pasó a ocupar el cuarto lugar, subiendo seis posiciones y desplazando al quinto escalón nada más y nada menos que a los fundadores de las finanzas: al Reino Unido. Así, los bancos de los países desarrollados sufrieron una fuerte caída: la capitalización de mercado de los bancos de la corona británica se desplomó un 337%, hasta los U$S 163,3 mil millones; en Francia el descenso fue de 281%, en Suiza de 246%, en Hong Kong de 163% y en Japón de 161%.

¿CUÁLES FUERON LOS MOTIVOS DE ESTOS CAMBIOS?

Las razones que llevaron a que el sistema financiero de Brasil y China (y de tantos otros mercados emergentes como la India y la Argentina), a no caer de la manera en que lo hicieron los sistemas en los países desarrollados son varios: una bancarización relativamente baja de la población, altas reservas internacionales en dólares, fuertes regulaciones y controles por parte de los Gobiernos como consecuencia de crisis pasadas y un apalancamiento de las empresas mucho menor de lo que había en los países donde la crisis pegó más duro. En conclusión: los bancos de los países emergentes estuvieron en una mejor situación que las entidades bancarias de los países desarrollados. Pero, ¿por qué?

Los bancos de los países emergentes estuvieron en una mejor situación que las entidades bancarias de los países desarrollados

EL CASO BRASIL

“Podemos decir que los bancos brasileros pasaron bien por la crisis, y lograron una buena posición internacional, por la combinación de dos factores: prudencia y bajo apalancamiento. El primer punto se refiere a que en Brasil hubo y hay un Banco Central muy activo, con regulaciones muy fuertes por todas las crisis que ya tuvimos, entonces existía una importante prudencia bancaria. En los países desarrollados esto no era así. Mientras que el Banco Central de Brasil tiene responsabilidad sobre todos los tipos de industria financiera que hay, en EEUU la realidad era completamente otra. La Reserva Federal (FED), que es el sistema bancario central de los EEUU, estaba manejada por Ben Bernanke y sólo regulaba los bancos comerciales, como Bank of America, Citigroup o JP Morgan Chase, y no los bancos financieros, como Morgan Stanley, Goldman Sachs o Lehman Brothers. Y esto fue una decisión que salió directamente del presidente del Banco Central brasilero, Henrique de Campos Meirelles, que durante muchos años fue criticado por estas regulaciones, ya que se lo acusaba de no permitir que los negocios se desarrollasen a una velocidad mayor; pero en el momento de la crisis, esto fue muy positivo para el sistema financiero nacional” explica, desde San Pablo, Rafael Dan Schur, líder de soluciones para el área financiera de IBM para toda la región de América Latina y uno de los mayores conocedores de la banca del país vecino.

El segundo de los factores que según Schur permitió a los bancos brasileros caer poco en su capitalización de mercado y convertirse en una de las plazas financieras más importantes y sólidas del mundo, fue la baja demanda de mercado que existía en el país. “El apalancamiento tanto de la población como de las empresas era mucho menor que en la mayoría de los países desarrollados, donde el dinero era muy barato. En Brasil, al igual que en toda América Latina, las tasas de interés son altas, por lo que el precio de la plata también es alto, y esto hace que la población y las compañías no quieran endeudarse para hacer inversiones, sino que tratan de hacerlo con su propio capital. En EEUU y en los principales países europeos esto claramente no era así y los préstamos bancarios eran moneda corriente, por eso la crisis pegó mucho más fuerte allí y los bancos sufrieron enormemente”, agrega el ejecutivo.

EL CASO CHINA

La situación en la que se encontraba Brasil previo al derrumbe financiero, tiene muchos puntos de contacto con la del gigante asiático. “China tampoco tuvo que enfrentar falta de liquidez, sino que por el contrario, supo aprovechar esta situación al tener reservas internacionales. Además, gracias a ellas, pudo acelerar sus inversiones en el extranjero: en 2008 invirtió más de U$S 50 mil millones fuera de sus fronteras”, explica Rafael Valdez Mingrann, socio fundador de SinoLatin Capital, una firma de banca de inversión y capital de riesgo con sede en Beijing enfocada en promover las inversiones entre China y América Latina.

Además, los principales bancos chinos estaban muy bien consolidados. Tanto es así, que, por primera vez en la historia, en 2009, los tres mayores bancos del mundo, en cuanto a su capitalización de mercado fueron chinos: el Industrial and Commercial Bank of China (ICBC), el China Construction Bank (CCB), y el Bank of China (BC).

Por otro lado, Valdez Mingrann agrega la importancia que tuvo el gobierno chino, como también explicamos que la había tenido el Banco Central de Brasil, en cuanto a las políticas económicas que se tomaron. “Entre tantas otras decisiones, hay que resaltar la de “Go Global Policy”, una política encaminada a promover y acelerar el proceso de internacionalización e inversión en el extranjero por parte de empresas chinas, tanto estatales como privadas; de cambios en las regulaciones y los mecanismos de financiamiento que hacen posible el otorgamiento de créditos bancarios para financiar fusiones y adquisiciones de empresas tanto dentro como fuera de China; y políticas encaminadas a consolidar ciertos sectores de la economía, como el del cemento o el acero por ejemplo”.

LA ERA DE LA EXPANSIÓN

Una vez explicado porqué los bancos brasileros y chinos lograron mantenerse fuertes durante la crisis, es importante explicar qué fue lo que impulsó su crecimiento. Una de esas explicaciones es la de Claudio Fiorillo, socio de consultoría de Deloitte, quien argumenta que “así como hubo algunos sistemas financieros que se vieron dañados por los efectos de la crisis, era lógico que ocurriera que los capitales fluyeran hacia otros sistemas financieros sanos o menos dañados para así poder seguir alimentando al sistema económico. Por esta razón, los bancos de las economías emergentes que han sido menos impactadas y que han seguido en continuo crecimiento, se han visto beneficiados por el traspaso de fondos de los sistemas dañados hacia ellos”.

Para tener una idea de cuál fue la verdadera expansión de los bancos de Brasil y China, es necesario retrotraerse a 1999. Hace once años, del ranking de los veinte bancos con mayor capitalización de mercado, once eran de EEUU y cuatro de Gran Bretaña.

Los dos primeros puestos eran ocupados por el Citigroup y el Bank of America, con una capitalización de mercado superior a los U$S 150 mil millones y U$S 110 mil millones respectivamente. Entre esos primeros veinte puestos, no había ninguno chino y mucho menos, uno brasilero. Crisis económica y financiera mediante, en 2009, el mismo ranking muestra una realidad completamente diferente. Lo lideran tres bancos chinos (el ICBC, el CCB y el BC), y por primera vez, aparecen dos instituciones brasileras. El lugar número 15 lo ocupa el Itaú Unibanco, con una capitalización de mercado de U$S 30 mil millones, y en el puesto 18 está Bradesco, con una capitalización cercana a los U$S 25 mil millones.

“Esto tiene una explicación muy lógica, los bancos de Brasil y de China han empezado una clara política de expansión, tanto dentro como fuera de sus fronteras. Han tomado una posición agresiva en el mercado internacional”, comenta Schur. En cuanto a Brasil, Schur resalta que esto se debió a que el Congreso brasileño aprobó una legislación para que los dos bancos públicos del país, Banco do Brasil y Caixa, puedan comprar otros bancos, tanto privados como públicos. “Esto generó un mercado muy dinámico, con muchas adquisiciones y fusiones, y un constante crecimiento de las entidades. Los negocios bancarios se consolidaron y empezaron a darse cuenta que fuera de Brasil también hay mercados a los que pueden llegar. Por supuesto que los primeros pasos los están dando en mercados cercanos, como son los de la Argentina, Chile, Colombia y Paraguay; pero este es el comienzo. Primero regionalización, luego internacionalización”, concluye el ejecutivo de IBM, Rafael dan Schur.

En China está sucediendo lo mismo. Desde Beijing, Rafael Valdez Mingrann, de SinoLatin Capital, explica que varios bancos chinos han abierto o sucursales u oficinas comerciales en San Pablo, en Nueva York y en Londres. “Además, hubo reformas al sistema bancario que facilitan cada vez más los flujos de capital hacia y desde el exterior. A esto hay que sumar que la bancarización en China aumenta día a día, como consecuencia de una clase media y media-alta creciente, que seguirá tomando fuerza. En esa proporción, la demanda de ciertos instrumentos de crédito al consumo seguirá aumentando, y esto, sin duda, seguirá impulsando el crecimiento de los bancos chinos”.

Los bancos de Brasil y China empezaron una política de expansión, tanto dentro como fuera de sus fronteras

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Lic. en Ciencia Política con orientación en Relaciones Internacionales (UBA) y Periodista recibido en TEA. Redactor de la Revista Fortuna, medio especializado en Economía y Negocios; y colaborador en diferentes medios gráficos de diversos temas.